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A falta de músculo electoral, Mauricio Macri muestra el poder institucional del PRO

Mauricio Macri volvió al escenario político tras encabezar un acto de relanzamiento del PRO para mostrarse como líder indiscutido del partido y ratificar que no habrá fusión con LLA.
El expresidente, Mauricio Macri
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Mauricio Macri volvió al escenario político tras encabezar un acto en el barrio porteño de La Boca junto a intendentes y gobernadores del PRO. El objetivo fue mostrarse como el líder indiscutido del partido, así como también ratificar que no habrá fusión con La Libertad Avanza.

El accionar del expresidente se encuadra en una estrategia de diferenciación con el actual mandatario, Javier Milei. Macri busca mantener una línea general de apoyo al gobierno de La Libertad Avanza, pero también marcar algunas diferencias con el oficialismo y aclarar que no son lo mismo. 

Se trata del primer acto partidario del PRO en el año con presencia de Mauricio Macri, el cual tuvo un doble objetivo. 

Músculo político

Hacia afuera, la estrategia busca diferenciar al PRO de La Libertad Avanza, y así ganar peso en la negociación para las listas de 2025. Esto responde a la necesidad del macrismo de descartar toda idea de fusión con el oficialismo. "Yo no pertenezco al gobierno", lanzó Macri el jueves a la salida de La Rural.

La cuestión de fondo es que el PRO mantiene numerosos recursos institucionales, pero fue perdiendo músculo electoral: el grueso de los votantes del partido fundado por Macri se identifica ahora con Milei. 

Por otro lado, La Libertad Avanza no necesita al PRO para alcanzar éxitos electorales, pero sí lo requiere en términos institucionales. El oficialismo no habría logrado la sanción de los proyectos impulsados por el Ejecutivo sin el apoyo total del partido amarillo. 

Además, el próximo año se realizarán las elecciones de medio término, que tienen una dinámica distinta en cada provincia. Milei ya no será la cara visible de las boletas, y por eso La Libertad Avanza necesitará de la estructura política del PRO para obtener buenos resultados en los comicios.

Entonces, en el acto, Macri apuntó a mostrar su poder territorial y subirle el precio al partido que fundó, frente a la ola libertaria que le quitó músculo electoral. Así, busca ganar peso en la negociación para las listas de 2025. 

Macri, el líder

Con la excusa de asumir formalmente la presidencia del partido e introducir a los "nuevos liderazgos", el segundo objetivo del acto fue aislar a Patricia Bullrich y dejar en claro que Macri es el único líder del PRO.

La cuestión de fusión independencia es el punto de conflicto entre Bullrich y Macri. Sucede que mientras que la ministra de Seguridad encontró su lugar en La Libertad Avanza, el expresidente intenta preservar la identidad del partido amarillo. La primera insiste con la necesidad de una fusión entre ambas fuerzas para estar "del lado del cambio"; y el segundo, prefiere reforzar la idea de independencia respecto del Gobierno, marcando una agenda propia y sólo apoyando las medidas que se consideren beneficiosas.

De esa manera, busca marcar distancia con la Casa Rosada, pero también ser su aliado y partícipe de los triunfos del oficialismo.

Armado de listas

El conflicto que late de fondo es por el control de la lapicera. El sector díscolo del PRO que encabeza Bullrich asegura que, pese a los esfuerzos de Macri por diferenciarse, la fusión ya se dio de facto y advierten que será Milei quien definirá el armado de listas el próximo año.

Para contrarrestar esa idea, Macri dio un lugar especial a dos dirigentes jóvenes con experiencia al frente de intendencias. Uno de ellos fue Martín Yeza, ex jefe comunal de Pinamar y actual diputado, que desde principios de julio conduce la Asamblea del PRO; la otra, Soledad Martínez, la actual intendenta de Vicente López, y muy cercana al jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, además de ser la actual vicepresidenta del partido a nivel nacional y también en la provincia de Buenos Aires.

Después fue el turno de los tres jefes provinciales que tiene el PRO en sus filas: Rogelio Frigerio, por Entre Ríos; Ignacio Torres, por Chubut; y Jorge Macri, por la Ciudad. El expresidente ve en ellos espadas políticas que son clave en el armado federal de la fuerza de cara a las legislativas de 2025, y que le dan al PRO además fuerza propia en relación a los libertarios, que manejan Casa Rosada pero no tienen representantes ni en intendencias ni en gobernaciones.

Sucede que Juntos por el Cambio se extinguió a nivel partidario y de interbloques en el Congreso Nacional, pero mantiene cierta vigencia en los gobiernos provinciales porque en muchos casos se presentaron fórmulas mixtas entre el PRO y la Unión Cívica Radical.