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Diego Prado (Toyota): “Seguramente sea un muy buen año para el sector automotriz”

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Agustín Maza 11 marzo de 2021

Por Agustín Maza

El presidente Alberto Fernández oficializó, el martes pasado, la quita de retenciones a las exportaciones incrementales que logren las terminales automotrices en 2021 y un proyecto de Ley de Promoción de inversiones para el sector, que se empezó a trabajar en el complicado 2020, que fue bien recibido por parte de las empresas.

La empresa Toyota es la que más vehículos patentó en febrero (5.709), según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) y también una de las exportadoras más importantes en el rubro. En diálogo con El Economista, el Director de Asuntos Corporativos de Toyota, Diego Prado, consideró que 2021 “seguramente sea un muy buen año para el sector automotriz”.

El Gobierno anunció esta semana dos medidas para el sector automotriz: la quita de retenciones en las importaciones incrementales y el envío del proyecto de Ley de Promoción de Inversiones. ¿Qué expectativas tienen desde Toyota?

En definitiva, con estas medidas todos ganamos más: las empresas, el gobierno, los empleados. Agradecemos la posibilidad de agrandar la torta y que haya más para repartir. Por suerte, esta decisión fue producto del diálogo dentro del sector, que lo venimos haciendo hace mucho tiempo, pero también con los demás actores de la sociedad.

¿Esa articulación se reforzó con la pandemia?

Nosotros venimos trabajando hace mucho tiempo. Hoy terminamos una camioneta Hilux cada 94 segundos, hay un montón de partes que tienen que estar alineadas para que eso pase, desde proveedores, empleados, maquinaria, sindicatos, etcétera. La industria automotriz es la cadena más larga y de mayor valor agregado en el país y no podríamos trabajar sin consensos. La pandemia fue algo paradigmático y la primera vez en la historia que no se produjo un solo vehículo. Las grandes terminales teníamos escalas, pero las pymes que dependen de nuestro trabajo no. De los 6.000 empleados que tenemos, por los protocolos, podían trabajar 2.500, pero para eso debíamos movilizar unas 13.000 en 5 provincias y 50 municipios. Salud y economía no era un dilema.

¿Qué importancia le dan a los componentes locales?

La Hilux, para dar un ejemplo, es el vehículo con mayor contenido local en el mercado. El más argentino, digamos. Medido en dólares, tiene 42% de componentes locales y, si se tiene en cuenta el Mercosur, llega a 70%. Toyota tiene una balanza comercial superavitaria porque el 75% de lo que producimos se exporta y nos parece que esa es la clave para empresas como estas en países que pueden sufrir variables externas. Hoy nuestros vehículos son más competitivos, puestos en cualquier lugar del mundo, que los de la misma marca producidos en otros países.

¿Cómo puede mejorar la balanza comercial un sector que tiene un déficit estructural en torno a los US$ 5.000 millones dependiendo el año?

Hay que mejorar continuamente, invertir para aumentar los volúmenes de producción para poder ser más competitivos y exportar más. Las medidas que tomó el Gobierno van en ese sentido y por eso lo celebramos.

¿Cómo está parado nuestro país con el desafío tecnológico del sector?

Hay dos procesos que son importantes para tener en cuenta. El primero es el proceso de electrificación de la movilidad, en función de los compromisos de las potencias mundiales para resguardar el medio ambiente. Después están los nuevos mecanismos de asistencia a la movilidad, como los vehículos autónomos, será el negocio de la movilidad más que la venta de autos. En Argentina, y en esto estamos trabajando desde Toyota, la prioridad es en la utilización de vehículos híbridos (a combustión y eléctricos). Hay que generar toda una infraestructura que todavía no tenemos para que esto sea total, entonces los híbridos son la mejor opción, porque se reduce el 50% la utilización de combustible fósil.

¿Cómo prevé que evolucione la producción nacional?

Estimamos que vamos a estar en niveles mayores a la prepandemia. La demanda está sostenida. En líneas generales, todas las terminales están trabajando a mayor capacidad. Seguramente sea un muy buen año para el sector.

¿Qué pasa con el mercado interno?

Nuestro principal problema es no poder cubrir la demanda que tenemos. El resto de las terminales está en la misma situación. Por la pandemia tuvimos que dejar de producir y eso nos frenó un poco. Hay que tener en cuenta la situación del país, los vehículos son reservas de valor, entonces la brecha cambiaria hace que la gente se refugie en los autos.

Teniendo en cuenta que el Gobierno estima que la inflación estará en 29% para este año y la intención de que los salarios queden un poco por encima, ¿Cómo van a encarar las paritarias?

Desde hace años, Adefa y Smata han encontrado mecanismos para ajustar los salarios de los trabajadores de la industria manteniendo y mejorando en la medida de lo posible el poder adquisitivo de los mismos a través de un diálogo sincero. Estamos convencidos que este año no será una excepción

¿Hace falta una política de financiaciones, como las hubo hasta hace algunos años?

Los problemas de financiamiento son un problema para todas las industrias. Es muy caro tomar crédito para todos en Argentina. En nuestro caso, tenemos productos demandados por clientes del sector agropecuario o minero, que no tuvieron parates. Sí hubo caída en los vehículos de pasajeros. Lo importante es generar condiciones para que tomar crédito sea barato y permita mover el mercado interno.

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