Con una ubicación estratégica en uno de los barrios más atractivos de la ciudad de Buenos Aires, se presentó Oceana Puerto Madero, un complejo residencial concebido como una propuesta de vida diferente que busca redescubrir los espacios a través de nuevas formas de vinculación con sus entornos.
El proyecto nació como una asociación creativa entre Eduardo F. Costantini y Alan Faena, quien propuso al prestigioso estudio internacional Brandon Haw Architecture para su diseño.
“Junto al estudio de Brandon Haw trabajamos en la concepción de dos edificios residenciales unidos por una gran plaza central. Oceana nace bajo el principio rector del diálogo armónico de los edificios y el agua, se erige con locaciones únicas, construcciones de calidad premium, avanzados criterios de sustentabilidad y brinda, como sello distintivo, un espacio de protagonismo al arte”, aseguró Costantini, fundador de Consultatio.
Oceana Puerto Madero está ubicado en un predio de 11.400 M2 en el último lote disponible del Dique 2 (que se lo compro Costantini a Faena en 2017), comprendido entre las calles Juana Manso, Petrona Eyle, Martha Salotti y Pierina Dealessi. Este nuevo emprendimiento integra dos edificios gemelos, conectados por un parque central de 7.500 M2 intervenido por destacados artistas argentinos y latinoamericanos.
Una torre se entrega en junio y la otra en julio.
En Miami, está el primer complejo Oceana (son dos torres también), que generó ventas por casi US$ 2.000 millones.
En Argentina hay otro Oceana en construcción. En Nordelta, claro.
Buenos números
En Puerto Madero, el coleccionista hundió US$ 120 millones (US$ 50 millones sólo por el terreno) y está muy conforme. “Los departamentos son todos importados. No hay producto similar en el mercado local. Es un proyecto único que raja la tierra. Tiene mejores terminaciones que el de Bal Harbour en donde el metro cuadrado vale US$ 25.000 mientras que acá se vende a US$ 5.100″, dijo en diálogo con La Nación.
“Hasta ahora llevamos vendido el 60%: 50% antes de la crisis de abril de 2018 y el resto durante la vida del proyecto. Logramos recuperar el cash flow y nos resta recuperar parte de la inversión del terreno. Es decir, pudimos construir todo el edificio y nos sobró algo de caja y con el resto de las ventas vamos a terminar de pagar parte del terreno y se generarán las utilidades del proyecto”, agregó el ideólogo del Malba y Nordelta.
Proyecto de arte
Oceana se propone el desafío de intervenir los espacios comunes con obras artísticas especialmente concebidas para cada proyecto.
Los ocho artistas convocados realizaron piezas “site-specific” que tienen en cuenta el mobiliario, la orientación y las características estilísticas de los edificios que componen el complejo, y que en conjunto constituyen un acervo único, pensado exclusivamente para este espacio residencial.
Las obras reflejan la singularidad arquitectónica del proyecto y el entorno paisajístico de Puerto Madero: el río, el paseo costero y la reserva ecológica.
Las piezas seleccionadas para la plaza central vinculan la arquitectura de los dos edificios con el gran espejo líquido. Allí, sobre un basamento de piedra, el agua será el soporte para desarrollar los mapas estelares de Leo Battistelli, en diálogo con las esculturas de Elba Bairon, mientras que en el ingreso a las torres se aprecian los móviles de Daniel Joglar. La propuesta artística se complementa con las pinturas de Federico Lanzi, Lola Goldstein, Alejandra Seeber, Karina Peisajovich y la videoinstalación de Juan Solanas (hijo del recordado Pino) en los corredores principales.
Detalles del proyecto
“Oceana es armónica en relación a sus edificios vecinos, pero tiene su propia delicadeza y un carácter distintivamente refinado. Se mantuvo una fachada clara, simple y elegante, fusionando detalles en tonos bronces con estructuras arquitectónicas de hormigón visto”, comentó Brandon Haw, arquitecto de renombre internacional a cargo del proyecto.
Cada torre cuenta con ocho pisos, con un total de 192 unidades con amplios espacios y detalles constructivos high-end de 1, 2, 3 y 4 dormitorios con superficies entre 82 M2 y 650 M2, ofreciendo el mayor confort y calidad con extensos balcones y vistas abiertas a la plaza central y al dique que se comercializan desde US$ 5.100 el M2.
En los últimos pisos se ubican los penthouses, con terraza propia y piscina privadas. Las plantas interiores y exteriores se vinculan de manera permanente con el agua y el verde.
En el nivel 0 el complejo cuenta con 10 locales comerciales, 5 en cada edificio, con salida al dique, Juana Manso, Martha Salotti o Petrona Eyle, de acuerdo a su orientación, que van desde los 100 a los 558 M2 distribuidos entre planta baja y subsuelo.
Oceana Puerto Madero además se destaca por sus exclusivas amenities. En el último piso cada edificio cuenta con un área de recreación, parrillas cubiertas y una piscina exterior. Además, en el subsuelo que comunica todo el complejo se encuentra otra pileta climatizada, un gimnasio con máquinas de última generación, un simulador de golf, sauna, spa, un SUM y un espacio de coworking
Una pausa para conectar con la naturaleza
Las amenities y los espacios comunes están en línea con el concepto del proyecto: el arte y el agua en primer plano. El amplio parque que conecta los dos edificios se caracteriza por el verde y el agua en un diseño paisajístico único, con árboles, plantas y flores cuidadosamente seleccionadas para abrir nuevas perspectivas de interacción visual entre los espacios interiores y exteriores.
Se espera que próximamente el proyecto obtenga la certificación EDGE, que otorga el sistema de innovación de la Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad miembro del Grupo Banco Mundial, a las construcciones sostenibles y a los edificios eficientes energéticamente.
La propuesta integral es también el resultado del esfuerzo conjunto de arquitectos, interioristas, diseñadores, paisajistas y artistas.
