Donald Trump calificó a Kamala Harris de "débil mental"
La campaña presidencial de Estados Unidos entra en sus últimas cinco semanas con una paridad sin antecedentes en la intención de voto. Las diferencias entre los candidatos que muestran las encuestas en todos los estados considerados decisivos están dentro del margen de error.
Por eso, las campañas están concentradas en unos pocos distritos y dentro de ellos apuntan a los trabajadores.
Un dato a favor para Kamala Harris es que la economía registró un mayor crecimiento que el promedio nacional durante el segundo trimestre en seis de los siete de los estados que definirán la elección.
La economía muestra una tendencia moderadamente positiva con la inflación desacelerándose y el mercado de trabajo, más frío, pero todavía en terreno positivo. Antes del 5 de noviembre se conocerá el índice de precios de septiembre y los datos del mercado de trabajo de septiembre y octubre.
Otro dato a favor de Harris es que Donald Trump volvió a recurrir a un mensaje muy agresivo, que el electorado rechaza, al calificar a Harris, en un acto de este fin de semana, de "débil mental". Lo que en realidad está débil es la chance de Trump de ganar cómodamente la elección, como se suponía que ocurriría si Joe Biden hubiese seguido en la carrera. Muchos analistas consideran que el problema de la campaña republicana no es el mensaje, sino el mensajero.
Finalmente, este martes habrá un debate entres los dos candidatos a vicepresidentes: JD Vance y Tim Walz. Nunca tuvieron impacto en el comportamiento de los votantes, y esta vez no sería la excepción.