Clave

Menos riesgo y una licitación con números demasiado "justos"

El mercado tuvo ayer tranquilidad cambiaria, los bonos mejoraron, el riesgo país bajó y las acciones argentinas salvaron en un mal día para Wall Street.
El BCRA se llevó US$ 157 millones, tras el ingreso de US$ 179,722 millones del complejo sojero
Luis Varela 16-12-2022
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Tras dos resultados absolutamente sorpresivos, la palabra "duda" se instaló en analistas, operadores e inversores, que ayer presenciaron una rueda con mercado cambiario calmo, bonos sostenidos, riesgo en baja y Bolsa porteña salvando la ropa, en una rueda en la que Wall Street sufrió un traspié de proporciones.

Y la duda tuvo que ver con el sorpresivo éxito que tuvo la licitación de bonos en pesos que lograron Massa-Rubinstein y, sobre todo, con el increíble dato de inflación que emitió ayer el Indec, con un IPC "Justo" de 4,9% en noviembre (muy por debajo del 6% que esperaba el consenso del mercado), por lo que la inflación es del 83,5% en once meses de 2022 y del 92,4% en los últimos doce meses.

La primera gran sorpresa es la doble licitación, inicial del miércoles y revancha ayer. El miércoles se lograron captar $785.573 millones y ayer otros $44.814 millones. Esto significa que entre los dos llamados el Tesoro obtuvo nada menos que $ 830.387 millones, en una fecha en la que había vencimientos por menos de la mitad ($410.000 millones). 

Ni bien se conoció el resultado, la pregunta que se hicieron los especialistas fue ¿de dónde salió semejante cantidad de pesos? La sospecha es que a través de compras previas de bonos de parte del BCRA en el mercado secundario se había provisto a organismos públicos, provincias y municipios de mucho circulante, por lo que ahora todas esas jurisdicciones están repletas hasta el techo de papeles del Estado, lo cual de ser cierto se convertiría en un riesgo ciertamente importante.

La colocación de la deuda

En el llamado del miércoles, con 1.845 ofertas, sobre el total del dinero captado el 39% fue en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2023 (s31m3 - reapertura) con una tasa del 87,1% anual, el 20% en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 21 de abril de 2023 (x21a3 - reapertura), el 16% en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (s28a3 - reapertura) con una tasa del 88,9% anual, el 13% en un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 31 de julio de 2023 (t2v3d - reapertura), el 7% letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de diciembre de 2022 (nueva) con una tasa del 69%, el 3% en un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,30% vencimiento 28 de abril de 2023 (tv23d - reapertura), el 2% en un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense vencimiento 28 de abril de 2023 (t3v3d - nuevo)  y el 1% restante en un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa Badlar privada por 0,70 con vencimiento 23 de noviembre de 2027 (tb27p - reapertura) .

Y en la licitación revancha de ayer, con 30 ofertas recibidas, el 78% del dinero captado fue en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2023 (s31m3 - reapertura), el 19% en una letra del tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de abril de 2023 (s28a3 - reapertura) y el 4% restante en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 21 de abril de 2023 (x21a3 - reapertura).

Si bien hubo mucha incredulidad sobre todos esos números, los plazos de vencimiento de los títulos aceptados parecieran confirmar que efectivamente fueron operaciones ciertas, no "trampa en el solitario", es decir el Estado prestándose a sí mismo, para darle una idea a los inversores que el mercado de pesos sigue vivo. 

¿Cuáles fueron esos plazos? Sobre todo el dinero que se captó, el 87% vence en las próximas 19 semanas, el 12% vence en las próximas 32 semanas y el 1% vence dentro de 5 años, a fines de 2027. ¿Qué quiere decir esto? Que el grueso de los participantes colocara pesos hasta abril, mes en el que decidirán qué hacer, si bajarse del peso, e ir a otra posición, o seguir siendo seducidos por las propuestas que haga Massa con más conejos sacados de la galera.

El dato de inflación

Y, si bien la abundancia de pesos sorprendió, lo que dejó a todos sin habla fue el dato de inflación que midió Marco Lavagna. Un IPC del 4,9% en noviembre es algo que no se veía desde febrero. En un cálculo que incluyó infinidad de variaciones extremas. Por ejemplo vivienda (que incluye agua, electricidad, gas y otros combustibles) fue el rubro con mayor suba en el mes con el 8,7%. Pero las dos divisiones de menor variación en noviembre fueron Educación (3,8%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,5%), donde igualmente se destacó la suba de Frutas; Aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos.

Pero esto que está pasando con los precios a nivel local también está sucediendo en casi todas partes. Las bajas en el poder adquisitivo se empiezan a sentir en todas las latitudes. Ayer por ejemplo se detectó en EE.UU. la menor venta minorista en once meses, algo que vino contrapuesto con un dato de empleo que sigue muy robusto, ya que hubo apenas 211.000 pedidos de ayuda por desempleo, cuando el dato anterior había sido de 231.000 y se esperaban 230.000. ¿Qué determina esto? Que probablemente el titular de la Fed Jerome Powell tenga razón: que la inflación ya superó su pico pero será un largo y trabajoso proceso lograr bajarla al 2,5% anual que tiene como objetivo.

Y el dato del Indec argentino de ayer ya es seguido por los analistas con un rebote en diciembre, a pesar del programa de Precios Justos, que no llega a almacenes y que escasea en supermercados. Pero la cifra del IPC de noviembre ya hizo pensar al directorio del BCRA que todavía no es suficiente para bajar la tasa de referencia (75% anual para Leliq y plazos fijos), ni para frenar el crawling peg, que en los últimos 30 días hizo subir el precio del dólar mayorista en 6,3%.

El mensaje de Powell

La idea que quiso transmitir Jerome Powell a Wall Street es que volverá a subir la tasa corta en febrero, y que la llevará a un horizonte del 5, o 5,25% anual. Y el banco de inversión Goldman Sachs acompañó esa opinión del banquero líder, ya que estimó que en todo 2023 no va a haber baja de tasas. Y acompañando toda esa movida, ayer también hubo suba de tasas en Europa e Inglaterra. Tanto el BCE como el BoE subieron sus tasas en 50 puntos básicos. Pero hay una diferencia: EE.UU. tiene una inflación anualizada del 7% y se espera que el año próximo encarezca el dinero en otro medio punto. Y la Eurozona y los ingleses tienen inflaciones cercanas al 10% anual y tienen planeado subir sus tasas cortas en al menos otro1%.

Pero, sin estar muy en línea con lo que dicen los jefes de los bancos centrales, los mercados manejaron otros números. Ayer creció la compra contado de bonos del Tesoro y en consecuencia sus tasas a vencimiento cedieron: hasta 4,6% anual a 1 año, 3,6% a 5 años, 3,4% a 10 años y 3,5% a 30 años. Y esos resultados determinaron que el súper dólar, que venía con lumbago desde hace dos meses, levantara cabeza de nuevo. Ayer en el exterior el dólar subió 1,9/ contra la libra, 1,7% contra el yen, 0,9% en Chile, 0,6% en México, 0,5% contra el euro, el real y el yuan.

Un dólar tranquilo

Y a nivel local, tras los tres amagues de corrida de los últimos tiempos, el mercado cambiario terminó ayer prácticamente en un empate (veremos lo que pasa en los penales. El dólar blue cerró sin cambios a $320, el dólar Qatar subió 26 centavos hasta $358,70, el Senebi bajó $1,51 hasta $329,68, el MEP bajó $2,60 hasta $320,10 y el contado con liquidación subió $2,97 hasta $333,54. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 78% y la del CCL y el mayorista fue del 93%. Y, medidos en pesos, el real oficial bajó 14 centavos hasta $32,45, el euro bajó 42 centavos hasta $183,36 y la libra cayó $3,67 hasta $210,18.

Pero, además de las dudas por la licitación y por el IPC hay otro elemento que también tiene inquietos a los inversores. Ayer hubo una buena liquidación de dolar soja, pero en lo que va de diciembre se logró el 66% de lo que se liquidó en medio septiembre y pocos esperan que se alcance la meta. Sobre todo con dos números que ayer preocuparon: el BCRA perdió US$ 56 millones en las reservas y además chupó de los bancos depósitos por otros $716.898 millones en Leliq cortas, por lo que la bola de nieve ya es casi un glaciar, inquietante.

Mejoran los bonos

A pesar de esto, los bonos argentinos en dólares siguen recuperando terreno. Hay que ver qué sucede en la licitación que se hará el 28 de diciembre y con la montaña de vencimientos de entre $1 billón y $1,8 billones que hay entre enero y agosto, pero por el momento, por lo menos ayer, los bonos ganaron otro 0,5% y el riesgo país cedió 21 unidades hasta 2.221 puntos básicos, por lo que Massa está cerca de lograr que Argentina vuelva a tener el riesgo que había con Guzmán, antes de que la presión de Cristina lo desplazara del Ministerio de Economía.

Donde sí hubo un sismo fue en Wall Street. Al anunciar Powell, con gran firmeza, que la tasa corta de todo 2023 estará en al menos 5% anual, los inversores están bajándose de las acciones y se están pasando a bonos AAA que tienen tasas del 8% anual, con pagos de cupones muy interesantes. De ese modo, ayer en Nueva York hubo un agujero: el Dow cayó 2,2%, el S&P retrocedió 2,5% y el Nasdaq se hundió 3,2%. Y en cuanto a las bolsas latinoamericanas la de San Pablo bajó apenas 0,1% pero la de México declinó 1,4%.

Los papeles argentinos no escaparon a la ola bajista. Con $3.955 millones operados en acciones y $6.459 millones en Cedears, hubo una suba del 0,4% en pesos en la Bolsa de Buenos Aires (pero medida contra el contado con liquidación el S&P Merval marcó una baja). Y eso fue confirmado por los ADR argentinos que cotizan en Nueva York donde se vieron descensos del 1% al 3,5% para Mercado Libre, Bioceres, Telecom, Supervielle, Cresud y Despegar.

Debilidad de las commodities

De la mano con el repunte global del dólar, casi todos los commodities estuvieron débiles. Se vio una baja del 1,7% para el petróleo, los metales preciosos también actuaron en descenso, al igual que los metales básicos. También hubo retrocesos para las criptomonedas, con el bitcoin agachando 1,9% pero el resto perdiendo hasta 3,5%. En los granos, en cambio, hubo otro clima. En Chicago trigo y maíz subieron, mientras que en Rosario lo que más sorprendió fue un salto del 4,4% para el maíz, con soja y trigo retrocediendo tras las subas de los días anteriores.

¿Qué ven venir los analistas? Casi todos imaginan un 2023 con un badén para las acciones y con un triunfo para los bonos. Pero atención: los papeles privados harán piso y luego encontrarán un camino muy superior a lo que pueda pagar la renta fija. No hay que olvidar, por ejemplo, que Novavax está hundida (cotizaba a US$ 332 y ahora vale US$ 13); Netflix está muy herida (cotizaba a US$ 771 y ahora vale US$ 288 y hasta Facebook está muy tocada (cotizaba a US$ 386 y hoy vale US$ 114). Encontrar el momento justo de compra será clave. Mientras tanto, cada suba sigue siendo buena oportunidad de venta.

 

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