FMI

Georgieva recibe a Batakis en medio del temor a quedar "manchada" por la crisis argentina

Los principales países que financian al FMI están cansados de Argentina y sus crisis: Georgieva, una de las apuntadas
Georgieva apoyó la idea de aprobar un programa poco exigente para Argentina
Leandro Gabin 24-07-2022
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Caída la bilateral entre Alberto Fernández y Joe Biden, la ministra de Economía, Silvina Batakis, llegará a Washington para verse frente a frente con Kristalina Georgieva. La reunión, que será al mediodía de lunes, tiene altas expectativas no sólo por la magnitud de la crisis argentina sino también por los temores dentro del mismo staff del Fondo de que un desenlace traumático salpique a los funcionarios del organismo. 

"La gente que trabaja en el FMI apoya a Georgieva y a quienes aprobaron el plan con Argentina, pero diría que los socios del Fondo, los que ponen la plata, no están tan contentos", confirmó una alta fuente en Washington ante El Economista. "No significa que peligre Georgieva en su puesto, no la van a echar, pero claramente los principales países que financian al Fondo están cansados de Argentina y sus crisis", agregó.

Las críticas que empiezan por lo bajo a calar en los funcionarios del organismo tienen que ver con la laxitud del programa que se firmó con el país. Se pensaba que si se le exigía poco a Fernández, el margen para que el plan fracasara iba a ser menor, y por ende podría controlar la crisis. Pero eso no está sucediendo.

Ilan Goldfajn, el brasileño que ocupa el cargo del Director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, siempre se mostró fastidiado con el país y dice que lo que se firmó es un programa "de mínima" que "no resuelve ningún aspecto de la economía argentina" pero que era lo único que podía lograrse con el kirchnerismo. 

El banquero repite en privado a colegas del sistema financiero global que no cree en que el plan sirva para estabilizar a la Argentina. Con la salida de la estadounidense Julie Kozack, la funcionaria que negoció con Martín Guzmán el acuerdo actual, Goldfajn gana protagonismo y se cree que primará una postura más dura con el país. 

La falta de resultados del programa, en términos de encapsular la compleja situación argentina, hace que se estén frenando préstamos con otros multilaterales como el BID y el Banco Mundial. Están trabados desembolsos por US$ 1.000 millones, de los cuales US$ 500 millones ya se tendrían que haber realizado en junio. Eso es lo que va a solicitar Batakis en sus reuniones con funcionarios del Tesoro, de los multilaterales y la misma Georgieva.

Si bien en el Gobierno dicen que el atraso es por gastos que tuvo el Banco Mundial por la guerra en Ucrania, lo cierto es tienen que ver con el malestar de Estados Unidos con la resolución de la crisis argentina. "Creo que van a otorgarse esos fondos porque el préstamo está aprobado, es cuestión de tiempo. Pero no es extraño que se demore intencionalmente", cuentan fuentes allegadas al organismo. 

La búlgara, que antes de llegar al FMI estaba en el Banco Mundial, vive días complicados. En los pasillos en Washington cuentan que teme para Argentina una situación similar a la que ocurre en Sri Lanka, país asiático con el cual está negociando un programa y que vive un estallido social, político y económico, muy difícil de manejar. El staff del Fondo había estado negociando un rescate de US$ 3.000 millones, pero esas conversaciones están actualmente estancadas en medio del caos político. 

Sri Lanka está negociando con el FMI

A Georgieva se le achaca que ni siquiera cediendo ante los pedidos de Guzmán con un programa poco comprometido, el país está saliendo a flote. En este caso no sería como lo que le sucedió a Christine Lagarde a quienes también los países miembro del Fondo culpan por el fallido intento de salvar a Mauricio Macri (si bien tenía el apoyo crucial de los Estados Unidos de Donald Trump), pero que en todo caso hubo un involucramiento mucho mayor en el armado de los objetivos del programa. 

"Los funcionarios del Fondo dejaron que este sea un programa diseñado por Argentina, no se le pidió casi nada en términos de ajuste ni reformas estructurales, y la situación económica es cada vez peor y los desequilibrios crecen. Es claro que sucede por la mala ejecución del programa, que corre por cuenta de los argentinos, pero eso no exime al staff que negoció este acuerdo de los resultados no alcanzados", explicó otra fuente ligada al organismo.