Análisis

El dólar paralelo al diván

En pocos meses, dijo la discípula de Freud, "mis pacientes domésticos pagarán más en moneda dura que los europeos". ¿Qué pasa? "Estamos ante un caso de apreciación cambiaria", contestó el economista devenido en analista.
"Estamos ante un caso de apreciación cambiaria", contestó el economista devenido en analista. .
Jorge Colina 18-04-2024
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Esta historia no es ficción. Es verídica, extraída de la pura realidad.

El economista llega al consultorio de su psicoanalista y la encuentra muy intrigada observando su celular. 

La charla transcurrió de la siguiente forma:

Psicoanalista: "Menos mal que tiene hoy sesión porque la que necesita ahora una sesión de economía soy yo".

El economista toma el lugar de la psicoanalista en su sillón y la psicoanalista va a al diván.

Psicoanalista, cerrando los ojos y rememorando: 

"Cuando vino la pandemia, las sesiones psicoanalíticas pasaron a virtual. Saliendo del 2020, muchos pacientes emigraron a Europa. Unos a España, otros a Italia, otros a Alemania, hasta en Dinamarca hay otro. Todos mantienen sus sesiones de psicoanálisis vía virtual".

"Estos pacientes abonan 15 euros la consulta, nivel bajo para Europa. En cambio, los pacientes domésticos siempre abonaron )medidos en euros) bastante menos, por las escaseces que impone la crisis económica argentina".

"Pero a partir de noviembre 2023 comienza a ocurrir algo extraño".

"Los pacientes domésticos abonaban un honorario de $7.500. Con el dólar a $1.000, que es el valor del dólar en noviembre, mis honorarios eran US$ 7,5 para los domésticos".

"Con la estampida inflacionaria que hubo desde diciembre, los honorarios ahora se fueron a $15.000. No subieron, simplemente acompañaron la inflación. Pero con el dólar a $1.000 ahora son US$ 15, muy similar a los honorarios de los pacientes en Europa".

"Si la inflación sigue, la verdad, es que en junio voy a necesitar estar cobrando $20.000 de honorarios a los pacientes domésticos. Si el dólar sigue a $1.000, los pacientes domésticos pasarán a abonar US$ 20. Pero a los pacientes de Europa no les puedo subir, porque en Europa no hay inflación, por lo tanto, pagarán 15 euros".

"¡Pagarán más en moneda dura los domésticos que los europeos!".

La psicoanalista levantó la cabeza, sin mover el cuerpo y le preguntó al economista: "¿Qué está pasando?".

El economista ya tenía hasta la expresión de Freud y le explica: "Parece que estamos ante un caso de apreciación cambiaria."

"De todas formas -prosigue el economista, ya con un habano a lo Freud- conviene esperar, antes de confirmar el síntoma".

"¿Esperar qué?", pregunta la psicoanalista.

El economista concluye: "Esperar a ver si el dólar paralelo sigue a $1.000 y sus pacientes obtienen aumentos de salarios que le permitan convalidar en junio el ajuste de sus honorarios a $20.000." 

"Porque en el fondo una apreciación cambiaria no es otra cosa que aumentos de salarios no sostenibles para el tipo de cambio." 

La psicoanalista pregunta: "¿Qué es aumentos de salario no sostenibles para el tipo de cambio?".

El economista responde: "Aumentos de salarios que llevan a la gente a demandar dólares para viajar al exterior y comprar muchos artículos importados. Si no hay suficientes dólares en el mercado, el valor del dólar a $1.000 subirá y allí los honorarios de los domésticos volverán ser inferior, en moneda dura, al de los pacientes europeos".

Terminó la sesión. 

La psicoanalista vivió en carne propia el hecho de que, desde noviembre del 2023, el dólar paralelo está en $1.000 pero la inflación desde ese entonces a marzo 2024 fue de 100%. Por esto, sus pacientes domésticos pasaron de US$ 7,5 a US$ 15 de honorarios. 

La gran pregunta: ¿cómo sigue esto?     

Difícil predecir, pero habría que tratar de ver el contexto del dólar paralelo en $1.000. 

Hay liquidación de dólares por parte de los exportadores porque el dólar oficial a $850 tiene un nivel razonable, sumado a que el 20% puede liquidarse vía los paralelos legales. 

Las importaciones están bajas porque hay caída de la actividad económica, están gravadas con el impuesto PAIS y encima hay atraso en los pagos de las importaciones. Los pagos en el exterior (dólar turista) también están muy caro por el impuesto PAIS.

A favor del dólar a $1.000: ahora viene la cosecha y el gobierno parece firme en no homologar acuerdos salariales por encima de la inflación proyectada (para que los pacientes de la psicoanalista no convaliden el aumento de sus honorarios a $20.000).

Las dudas del dólar a $1.000: la sustentabilidad del superávit fiscal, la sustentabilidad de la negación a que el Banco Central emita para financiar al Tesoro y alguna loca idea de querer salir del "cepo" con la tasa de interés real de política monetaria muy negativa y los depósitos en pesos de los bancos puestos a 1 día.

Bueno, ni qué hablar si se quiere volver a mover la actividad económica porque esto automáticamente aumenta las demanda de dólares para importaciones.

El dólar paralelo en el diván.

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