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Según Cepal, Argentina caerá 10,5%: tercera peor marca de la región

Mapa-Argentina
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16 julio de 2020

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2020, en el marco de la crisis por la pandemia, el PIB de la región caerá en promedio 9,1%, que como consecuencia traerá el aumento de la pobreza sumando a cerca de 45,4 millones de personas más. De esta manera, la pobreza en la región alcanzará a cerca de 230,9 millones de personas, equivalentes al 37,3% de la población en América Latina, según indicó ayer la entidad en un informe.

Para el caso de Argentina, la entidad proyectó para este año una contracción del PIB de 10,5% (justo por encima del piso que proyectan los economistas locales, quienes esperan un desplome un poco mayor) y un incremento en la pobreza de 10,8 puntos porcentuales respecto a 2019, al pasar del 26,7% hasta el 37,5%. Cabe señalar que, según la medición del Indec, la pobreza en el país es mayor: el último dato oficial conocido es del segundo semestre de 2019, cuando ascendió a 35,5%.

A través de una videoconferencia, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, presentó el “Informe Especial Covid-19 n°5”, en el que se volvieron a ajustar las proyecciones del trabajo anterior. Por subregiones, la entidad estimó que el nivel de actividad económica en 2020 caerá 9,4% en América del Sur; 8,4% en América Central y México; y 7,9% en los países del Caribe, excluyendo Guyana.

Respecto a la pobreza extrema en la región, el número se incrementaría en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones en 2020, equivalentes al 15,5% del total de la población en la región. La desocupación, según el documento, llegaría al 13,5%, afectando a 44 millones de personas.

En términos globales, la entidad prevé una contracción del PIB del 5,2% para este año y proyecta que la caída será del 7% en las economías desarrolladas y del 1,6% en las economías emergentes. “La economía mundial experimentará su mayor caída desde la Segunda Guerra Mundial y el PIB per cápita disminuirá en el 90% de los países, en un proceso sincrónico sin precedentes”, señaló el análisis.

En ese marco, Bárcena sostuvo que “América Latina tendrá la peor contracción en los últimos 100 años”. En ese sentido, el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que el PIB regional per cápita durante estará retrocederá hacia los mismos niveles que tuvo durante 2010.

“El levantamiento gradual de las restricciones sanitarias y la puesta en marcha de políticas expansivas han permitido una lenta e incierta recuperación, primero en China y posteriormente en los Estados Unidos y la zona del euro”, detalló la entidad. “Pese a ello, las proyecciones para el conjunto del año se han deteriorado con respecto a lo que se esperaba a comienzos de abril”, agregó.

Por otro lado, la Cepal señaló que durante este año el comercio de bienes a nivel mundial se contraerá cerca de 32%, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), situación que producirá un desplome de las exportaciones de América Latina de hasta el 23%. En consonancia con esto, advierte que la baja en los precios de las materias primas afectará en forma negativa los términos de intercambio entre la región y el resto del mundo.

La poscrisis

El trabajo presentado ayer sugiere cuatro líneas de acción para enfrentar la crisis generada por la pandemia del coronavirus. En primer lugar, sostener un Ingreso Básico de Emergencia (IBE) con un costo calculado en torno al 2% del PIB en caso de aplicarse por seis meses, y de alrededor de 3,6% del PIB si se otorga por nueve períodos.

Como segunda medida, la entidad propone un bono contra el hambre equivalente al 70% de una línea regional de pobreza extrema (US$ 67 en 2010), cuyo costo fiscal se recalculó en US$ 27.100 millones, equivalente al 0,52% del PIB de la región.

En tercer lugar, la Cepal llamó a los países a apoyar a las empresas a través de iniciativas como la postergación o cancelación de los pagos de impuestos; la suspensión del pago de los servicios; la flexibilización y mejora de las condiciones de crédito; o el cofinanciamiento de la nómina salarial, entre otras.

“Los efectos de la crisis llevarían al cierre más de 2,7 millones de empresas formales en la región, con una pérdida 8,5 millones de puestos de trabajo”, estimó la entidad, que por último remarcó la importancia de acceder a financiamiento internacional en condiciones favorables mediante la emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) y de líneas especiales de crédito a bajo costo y mayores plazos. Asimismo, pidió el compromiso de la comunidad internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF.

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