El último reporte del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) elaborado por el BCRA, que fue publicado el 2 de agosto y que está basado en 51 encuestas realizadas en julio a consultoras, entidades financieras y analistas externos, indicó que el mercado prevé que este año el Producto Interno Bruto (PIB) del país tendrá una contracción de 1,5%.
Sin embargo, este pronóstico fue emitido antes de las PASO, cuyo resultado movieron las variables de la economía: la contundente victoria del candidato del frente kirchnerista, Alberto Fernández, generó un impacto fuertemente negativo en los mercados financieros, que llevaron a una nueva devaluación de más de 30% al día siguiente de las elecciones primarias y la duplicación del nivel del riesgo país, además del desplome de hasta 65% en las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street.
Este nuevo escenario obliga a corregir las estimaciones macroeconómicas hacia una profundización de la baja y plantear un panorama mucho más negativo para 2019. En su último reporte, la consultora Ecolatina estimó que el PIB argentino caerá aún más de lo indicado en la última proyección del REM y señaló que la contracción tendrá este año un piso de 2%.
“En el mejor de los casos, la reciente corrida cambiaria podrá haber sido efímera, pero sus efectos sobre las variables nominales y reales de la economía argentina serán permanentes. Que la misma conserve su carácter transitorio hará que las consecuencias duren sólo unos cuantos meses; de lo contrario, podría desembocar en una crisis de mayor magnitud que las que azotaron a la economía argentina en los últimos años”, advirtió Ecolatina.
“Este escenario errático, volátil y tenso producto de un riesgo de default latente se extenderá, por lo menos, hasta que asuma el próximo presidente electo. Lamentablemente, la situación no mejorará significativamente luego del 10 de diciembre: el fantasma no se alejará rápido”, estimó la consultora. “Por lo tanto, más allá de las cuestiones electorales, lo único seguro de los próximos meses es que seguirán siendo agitados: las presiones alcistas sobre el tipo de cambio y el riesgo país continuarán a la orden del día”, añadió.
En ese sentido, la consultora económica afirmó el agravamiento de la recesión que inició en 2018, en medio de la aceleración de la inflación (que venía en caída desde hace varios meses, pero que revirtió inmediatamente su tendencia como consecuencia de la corrida cambiaria pos PASO) y la profundización en la pérdida de poder adquisitivo. Para Ecolatina, la inflación, que se estimaba en alrededor de 40% para 2019, cerrará por encima de la del año pasado (que fue de 47,6%).
“La moderación del Frente de Todos será indispensable para que la débil estabilización persista”, indica el reporte, en línea con la mayoría de los análisis políticos y económicos al respecto. “La principal fuerza opositora está enviando señales de que esas políticas no volverán (cepo cambiario; conflictos como los que hubo con holdouts; mala relación con el mercado financiero) para normalizar la situación. Sin embargo, no alcanza con eso: también es necesario que los mercados efectivamente las crean, algo que no parece garantizado por el momento”, señaló.
