Hoy legisladores de la oposición y representantes de las pymes de la Ciudad de Buenos Aires cuestionaron el Impuesto a los Sellos sobre los consumos con tarjetas de crédito que contempla el Presupuesto porteño 2021.
El Gobierno de la Ciudad busca con este nuevo impuesto recaudar $7.700 millones para compensar la quita de fondos de la Coparticipación de 1,18%. Consistirá en un gravamen del 1,2% a las compras que se hagan por ese medio de pago. También se llevó a cabo en otras provincias como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, entre otras.
El legislador porteño del Frente de Todos (FdT) Claudio Morresi indicó que "esto muestra en esencia lo que es Juntos por el Cambio, porque se opone al aporte extraordinario por única vez a 9.000 ricos e impone un impuesto a quienes compremos por tarjeta, es decir, a todos".
"Esto produce una complicación en un momento donde necesitamos que la economía se recupere rápidamente. Estas medidas lo único que buscan es recaudar en vez de priorizar otras necesidades", agregó.
Por su parte, el vicepresidente de la Asamblea de los Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Julián Moreno, determinó que "nunca es bienvenido un impuesto al consumo". En diálogo con Télam Radio, manifestó que "en un país como Argentina donde el consumo representa las dos terceras partes del producto, no podemos darnos el lujo de gravarlo con un impuesto cuando lo necesitamos como motor de la recuperación económica pospandemia".
“Le exigimos al Gobierno de la Ciudad que sea un poco más creativo a la hora de recaudar ya que tiene sectores de donde sacar, en vez de afectar el consumo de las clases populares”, concluyó.
El sábado pasado, la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME) expresó su "enfático rechazo" al nuevo tributo. "Es insólito, quieren estimular la economía agobiando al que la pone en marcha; en lugar de generar más incentivos para movilizar las ventas y la actividad productiva, le pegamos al cliente", manifestó el presidente de la CAME, Gerardo Díaz Beltrán.
