Pese a la incipiente reacuperación de la actividad económica, a nivel macro los empresarios industriales prevén un panorama oscuro para los próximos meses. Según un estudio de la Unión Industrial Argentina (UIA), el 61% de los entrevistados espera que la situación económica del país esté peor el año próximo mientras que el 32% respondió que su contexto personal será más difícil.
Así se desprende del quinto informe elaborado por el Centro de Estudios de la UIA (CEU), que sondea el impacto de la pandemia de coronavirus en las empresas. Sin embargo, resaltó que la leve mejora en las expectativas se ve reflejada en que, mientras en junio 13% de las empresas esperaba entrar en concurso preventivo, en octubre la cifra descendió a 5%.
Según la UIA, los datos de la última encuesta muestran “indicios de recuperación” por parte del entramado productivo. “Aun así, persisten heterogeneidades y dificultades tanto sectoriales como regionales”, advirtió.
En detalle, el 40% de las empresas ya se encuentra produciendo a un nivel igual o mayor al que registraron durante el mismo período del año pasado, aunque el 40% de establecimientos fabriles registró caídas en la producción mayores al 25% y el 3% continuó paralizado.
Respecto a las ventas, el 43% de las empresas indicó que todavía enfrenta una caída en las ventas reales superior al 25% y el 19% señaló que la merma fue de hasta 25%. En contraposición, el 21% reportó operaciones superiores a octubre de 2019 y el 17% aseguró que sus ventas fueron similares al mismo mes del año anterior.
"Este panorama indica una recuperación heterogénea que avanza gradualmente. La progresiva normalización de la actividad en el ámbito del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en octubre y noviembre podría favorecer esta tendencia", destacó el informe.
El estudio también abordó un análisis de los costos financieros y operativos, dentro de lo cual se subrayó que persisten los problemas financieros y operativos para el sector, en línea con las encuestas previas. Entre ellos se mencionó la mayor necesidad de crédito, las dificultades con el transporte interjurisdiccional y el traslado del personal. Particularmente, este nuevo relevamiento incorporó a las regulaciones cambiarias en las operaciones de comercio exterior como un problema de peso.
En cuanto a las dificultades financieras, el trabajo señaló que si bien la tendencia avanza hacia la estabilización de las variables, se registraron importantes atrasos en rubros como impuestos (24% de empresas con atrasos), compromisos financieros (15%), pagos a proveedores (8%) y tarifas de servicios (8%).
Así, los incumplimientos en empresas con una pronunciada caída de ventas son mayores: 42% en impuestos, 26% en compromisos financieros, 20% en pago a proveedores y 17% en tarifas de servicios.
Respecto al pago de salarios, el 5% de las empresas encuestadas no pudo pagarlos en octubre, contra el 8% registrado durante el relevamiento anterior. En tanto, los incumplimientos llegaron hasta el 10% en empresas con mayor caída de ventas.
“Ante la caída de los ingresos por ventas y los problemas en la cadena de pagos, las empresas demandan mayor acceso al crédito. El 54% de las empresas aumentó su demanda de crédito, pero solo el 40% afirmó haber accedido al monto requerido”, señaló la UIA.
La brecha en materia de acceso al crédito fue mayor en las empresas con caída de las ventas: el 56% de esas empresas aumentó la demanda de créditos, pero solo el 34% pudo acceder al monto requerido. Respecto de la normativa del BCRA de postergar el pago de deudas en dólares, el 22% de empresas afirmó verse afectado, mientras que el 40% declaró tener dificultades en el acceso a crédito para la exportación.
