En el marco de la 21° edición del Consejo de las Américas (Council of the Americas) que se realizó este miércoles en el hotel Alvear Palace de la ciudad de Buenos Aires, el Presidente, Javier Milei, afirmó que la Argentina dejará de tomar nueva deuda.
Frente a un público compuesto por funcionarios y empresarios reunidos para debatir sobre las perspectivas políticas y económicas de la Argentina y la región, Milei adelantó que se implementará una nueva metodología en la confección del presupuesto público denominada "déficit cero" que evitará nuevos endeudamientos, independientemente de la toma de deuda para estrategias de roll over sobre deuda en curso.
En vez de partir de un conjunto de gastos y una estimación de ingresos para derivar un resultado primario que, junto a la carga de intereses por deudas, arroje un resultado financiero, el economista propone que la confección del presupuesto esté supeditada a un objetivo de déficit cero, con un resultado financiero nulo, consecuencia de una equivalencia entre superávit primario e intereses de la deuda. Esto permitiría establecer una relación deuda-producto no creciente que, a futuro, "desplome" el riesgo país.
"Ordenar lo fiscal y lo financiero es condición sine qua non para volver a crecer (...). Primero hay que ordenar la macro. Primero tienen que terminar y exterminar la inflación para que el sistema de precios empiece a transmitir la información de manera correcta y para que, de esa manera, se asignen los recursos eficientemente. No hay otro mecanismo. Por eso, hacemos del equilibrio fiscal un mandamiento", sentenció.
Con respecto a la situación crítica heredada al inicio de su mandato, Milei recordó: "Teníamos un desequilibrio monetario que era, por lo menos, el doble al de la previa del Rodrigazo en 1975, teníamos un banco central quebrado, aún peor de lo que había en el año '89 previo a la hiperinflación de Alfonsín, y los indicadores sociales eran peores que los del 2001. Era la suma de todos los males".
En este sentido, aprovechó para criticar la gestión del expresidente Alberto Fernández, en un contexto movilizado por la reciente denuncia de violencia de género que éste habría ejercido sobre su expareja Fabiola Yañez, a su vez derivada de precedentes denuncias de corrupción asociadas a la obligatoriedad en la contratación de servicios de seguros de Nación Seguros SA, por las cuales Fernández se encuentra imputado.
"Concretamente recibimos un país al borde del default y la hiperinflación, con déficits gemelos por 17 puntos del PIB. Teníamos la deuda de la SIRA por cerca de US$ 50.000 millones. Teníamos deuda en pesos venciendo prontamente por el equivalente a US$ 90.000 millones. Teníamos deuda externa por vencer por US$ 25.000 millones. Además, teníamos en el banco central el equivalente de cuatro bases monetarias que vencían en un día (...). En ese contexto, evidentemente el gobierno que se fue esperaba que resolviéramos, no como liberales libertarios, sino como liberales libertarados, de modo tal que los problemas de stocks y flujos combinados derivaran en una tremenda hiperinflación y, en enero, poder volver, pero ya con todo el ajuste hecho por el mercado de la peor manera (...). Estaba claramente premeditado para que voláramos por los aires en menos de un mes. A todo esto, además se le agregaba tarifas atrasadas y otros precios importantes de la economía pisados, equivalentes a un quinto de su valor. A su vez, el banco central tenía reservas netas negativas por US$ 11.000 millomes. Estábamos en condiciones de ir directamente a la peor crisis de nuestra historia. Eso nos hubiera dejado una hiperinflación anual en torno al 17.000%, una contracción del PBI de más de 15 puntos, un índice de desempleo que hubiera llegado al 30% y, como ha pasado en otras experiencias de estas características, seguramente la cantidad de pobres hubiera llegado al 90% y la cantidad de indigentes al 50%. Hubiéramos tenido una verdadera catástrofe", aseguró Milei.
En este sentido, elogió el trabajo del ministro de economía, Luis "Toto" Caputo, que logró una caída de la inflación digna de "un reconocimiento histórico", y aseguró que se alcanzó el "ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad".
"Si ustedes consideran que, en los últimos 123 años de historia, tuvimos déficit en 113, ya se van a dar cuenta que el logro es enorme. Y, cuando no tuvimos déficit, fue porque no pagábamos la deuda. Es la primera vez en la historia desde el inicio del siglo XX hasta hoy que tenemos resultado financiero positivo sin estar en default", afirmó el Presidente.
"Parece increíble, en seis meses logramos terminar y liquidar el déficit cuasifiscal, consolidando un ajuste fiscal de 15 puntos del PBI (...). Terminamos con el financiamiento del Tesoro vía emisión monetaria, bajamos la tasa de interés y progresivamente comenzamos a sanear el balance del banco central. Desde que iniciamos la fase dos de nuestro programa, ya no existe ninguna canilla de emisión monetaria en la República Argentina, las hemos cerrado todas", agregó.
Con respecto al mercado cambiario, Milei destacó que la convergencia entre los tipos de cambio paralelos y el oficial se está dando de arriba hacia abajo y no, como históricamente fue en Argentina, de abajo hacia arriba y afirmó: "Nosotros no estamos dispuestos a devaluar para arruinar a los argentinos".
En respuesta a quienes demandan la pronta implementación de la tercera etapa del plan económico del gobierno ligada al levantamiento de los controles cambiarios, Milei aclaró: "Créanme: nadie tiene tantas ganas como yo de salir del cepo, pero quitar los parches sin antes solucionar el problema de fondo sería agravar la crisis que heredamos [...]. Imagínense, con los 20 años de populismo que traemos a costa, era claro que no iba a ser un lecho de rosas. Por eso, les pido que vean la película completa y no sólo la foto. No nos importan las presiones, vengan de donde vengan, porque nosotros no vinimos aquí a hacer demagogia. Vinimos aquí a cambiar las cosas en serio y para siempre. En la medida que vayamos saneando el banco central, podremos retirar las restricciones cambiarias y eso generará mayor inversión y expansión de la actividad económica". A su vez, aseguró que es una "falacia" creer que no se puede crecer mientras rija el cepo y destacó elementos que hacen al rebote, como la recomposición del salario real y de las jubilaciones, que permitirán una expansión de la demanda en un contexto de alta capacidad ociosa.
Paralelamente, aprovechó para recordar la envergadura de las transformaciones estructurales del Estado que viene llevando a cabo el gobierno: "Hemos emprendido un plan de reformas que es el más ambicioso de toda la historia argentina. El programa de reformas más grande de la historia argentina se hizo en la década de los '90 durante el gobierno de Carlos Menem. La reforma que nosotros llevamos a cabo con el DNU y la Ley Bases es ocho veces más grande que lo que hizo Menem en todo su gobierno. Y eso lo hicimos en seis meses con 15 por ciento de la cámara de diputados y diez por ciento de la cámara de senadores. Hablame de gestión ahora".
En este sentido, destacó también la importancia del ministro de Desregulación y Transformación del Estado: "Tengo el privilegio, el honor, el orgullo de tener un ministro de la estatura intelectual de un coloso como Federico Sturzenegger haciendo esta revolución".
Finalmente, en respuesta a críticas locales, el Presidente destacó que en el resto del mundo se está hablando del "milagro argentino" y afirmó: "Parece que Elon Musk, Donald Trump y mucha gente de afuera la ve, pero parece que los de acá no la ven. Es raro, no la ven...". Con esperanzas de que la Argentina sea "un refugio de desarrollo, paz y prosperidad para el mundo libre en las próximas décadas", declaró: "Antes muchos decían: 'La salida es (el aeropuerto internacional de) Ezeiza'. Nosotros venimos a proponer que Ezeiza sea una puerta de entrada".
