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Guzmán ofrece 11 títulos hoy y espera el “oui” de Macron

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19 mayo de 2021

Vienen días intensos para Martín Guzmán, y no solo por las tarifas. Hoy, el Gobierno debe juntar pesos, y muchos. El viernes vencen algo más de $ 300.000 millones, entre la Lepase S21Y1 y la Lecer X21Y1 (más de $200.000 millones) y paga intereses el Bonte TY22P. La cifra representa 0,7% del PIB; 40% de la recaudación tributaria de abril o casi 20% del déficit primario de 2021. No es poco.

A trazo grueso, cerca de un tercio está en manos de entidades del sector público, que renovarían. En los dos tercios restantes, además de bancos y otros inversores institucionales locales, hay una buena porción en manos de los fondos Templeton y Pimco. El riesgo es que estos últimos (no regulados por la CNV) desarmen todo, pidan los pesos y presionen sobre la caja de Finanzas y el Contado Con Liqui (CCL), que ayer quedó al borde de $160. El Gobierno tiene un colchón de $44.800 de la primera mitad del mes, pero necesita más.

Daría la impresión de que, tras el susto de abril, Finanzas entendió que debía ofrecer algo más para mantener el financiamiento neto positivo (eufemismo para endeudamiento) en niveles altos para no comprometer el esquema de financiamiento de 2021. Por eso, hoy ofrecerá 11 títulos para todos los gustos (antes ponía 4 o 5 sobre la mesa): cortos, largos; tasa fija y variable; indexados por CER y dólar oficial (dollar-linked). Por si eso fuera poco, el 31 de mayo vencen $5.000 millones que el Estado debe pagarle a las petroleras por los Plan Gas 2 y 3 y la Resolución 46.

Dólares, también

Sin desmerecer la importancia de ese hito, la fecha más exigente del mes está vinculada con los pasivos en dólares”, dijeron ayer de Ecolatina. El 30, Argentina afrontará el mayor vencimiento de 2021: deberá desembolsar en un único pago casi el 20% de sus obligaciones anuales en moneda extranjera. Ese día está programado el pago de capital e intereses al Club de París por el equivalente a casi US$ 2.500 millones. Este vencimiento sería el último de una serie de pagos acordados en 2014, cuando se renegoció una deuda que permanecía impaga desde el default de 2001.

El monto involucrado equivale a 37% de las reservas netas del BCRA y, dice Ecolatina, “representaría una gran pérdida de recursos” que pondría a la entidad en una posición más frágil para defender el atraso cambiario. Teniendo en cuenta que se vienen más obligaciones a futuro (FMI y organismos); la cosecha es finita; hay elecciones (y ruido cambiario) y el BCRA no está acumulando una cantidad de reservas tan grande (como los dólares que compra en el MULC), el impacto se sentirá.

En una situación financiera que dista de ser holgada, un golpe tan grande al poder de fuego de la autoridad monetaria podría tensar la calma cambiaria y hacer esfumar la compra de divisas que hace diariamente este organismo. Sin embargo, evadir el pago también generaría dificultades financieras: esto dispararía cláusulas que elevan los intereses y punitorios que se adeudan, encareciendo significativamente los pasivos. Adicionalmente, sería una mala señal para el resto de los instrumentos de deuda internacionales de Argentina, que ya se negocian a precios de default”, dijeron desde Ecolatina. “En caso de incumplimiento, el acuerdo firmado en 2014 establece un período de gracia de 60 días a partir del cual se declararía al país en default con todos los miembros del Club y aplicaría una tasa de 9% anual sobre los saldos impagos retroactiva a mayo de 2014”, dice un trabajo de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).

La gran pregunta es si habrá una señal desde París, ciudad que acaba de visitar Alberto Fernández con Guzmán, que ya había ido unas semanas antes. Francia lleva la voz cantante en el club de acreedores y los rumores son que habría un reperfilamiento. Sin embargo, todavía no hubo novedades y el reloj corre.

Si no hay señal desde el Palacio del Eliseo, Argentina podría usar esos 60 días pero debería lograr un acuerdo con el FMI en ese lapso, una tarea que el Gobierno quería dejar para después de las elecciones.

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