Un boom de venta de camisetas de Nacional, la perspectiva de estadios llenos o casi repletos hasta fin de año en los partidos de ese club -algo inusual para el fútbol orienta- y más inversión publicitaria en torno a la "marca" que es Luis Suárez, fueron los efectos inmediatos del regreso del jugador a Uruguay y el equipo que lo formó.
Después de una movida de los socios que se hizo tendencia en redes sociales y una rápida acción de la directiva del Club Nacional de Footbal, Suárez, de 35 años y en ese momento sin equipo, decidió retornar a Uruguay tras 16 años en Europa; reforzará a los "tricolores" en el campeonato Clausura, ya en marcha, y en lo que quede de la Copa Sudamericana, a su vez preparándose para el Mundial de Qatar.
Suárez llegó el pasado domingo en el avión privado que le prestó su amigo y excompañero en el Barcelona Lionel Messi. Una multitud lo acompañó por varios kilómetros hasta el Gran Parque Central, el estadio de Nacional, en el barrio montevideano La Blanqueada.
Se vendieron entradas para verlo y por la fiesta de presentación, que incluyó varios shows artísticos, el club recaudó unos US$ 200.000, según una cifra no oficial que publicó el diario local El País.
La "Suarezmanía" disparó la venta de camisetas con el nombre de Suárez en el dorsal y el número 9. "Tengo muchos años en el ruedo en este negocio y puedo decir sin titubeos que esta es la movida más importante que me ha tocado enfrentar. Esto no pone solamente a Nacional en el mapa del mundo del fútbol, sino que también las repercusiones ponen a Uruguay en el mapa del mundo, de igual forma que el Mundial de Sudáfrica y la Copa América de 2011", dijo en la radio Azul FM el representante de la marca Umbro en el país, Roby Shindler.
El Instituto Uruguay XXI, la agencia gubernamental de promoción de las inversiones y las exportaciones, planea aprovechar la atención pública internacional que captó el retorno de El Pistolero. "La dificultad es el tamaño, somos tres millones (de habitantes). Vamos a España y no saben quiénes somos", reconoció su director, Sebastián Risso. Agregó que eso hace "difícil la promoción. ¿Si la venida de Suárez es marca país? ¡Todo lo que muestre a Uruguay positivamente es marca país! Por supuesto. ¡Y tenemos que sacarle jugo!".
El contrato del futbolista está resguardado por compromisos de confidencialidad, pero se algunos datos han trascendido. Se informó que le aplicará el tope de US$ 30.000 mensuales para los sueldos del plantel principal de Nacional, uno de los clubes uruguayos más populares. También que podría cobrar parte de la venta de camisetas y de los nuevos sponsors.
Con el Parque Central a tope, el delantero tuvo unos 20 minutos en cancha este martes frente a Atlético Goianiense, en la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pero no logró incidir y Nacional cayó por 1-0.
Viendo la euforia popular que despertó el regreso del jugador, algunos en tono de broma y otros más en serio, economistas y otros usuarios de Twitter especularon con el posible "efecto Suárez" en el PIB de Uruguay en este segundo semestre.
"Más allá de los efectos específicos obvios, en venta de camisetas, nuevos socios, venta de entradas, etcétera, y una posible mejora en el humor de los hinchas de Nacional, es difícil pensar que se traslade en forma notoria a la confianza del consumidor y luego al consumo en general", analizó Alejandro Cavallo, director del área económica de la consultora Equipos, citado este jueves por la revista semanal Búsqueda.
Sin Suárez, el fútbol profesional uruguayo generaba hace unos años un valor agregado no despreciable comparado con otras actividades.
- En el estudio titulado "¿Qué significa el fútbol en la sociedad uruguaya?", publicado en 2018 en convenio con la Asociación Uruguaya de Fútbol, investigadores de las facultades de Ciencias Sociales y de Psicología de la estatal Universidad de la República estimaron que en torno a la pelota se produjeron US$ 330 millones en 2016, lo que representó 0,62% del PIB de ese año.
