El Gobierno de Javier Milei dio un paso más en el ingreso de capitales privados al fútbol argentino, al autorizar la transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y permitir el ingreso de asaciones civiles y fundaciones como accionistas.
De esta forma, las asociaciones civiles podrán formar parte de las sociedades comerciales, transformarse, o fusionarse con el voto unánime de sus socios.
Las SAD operan con fines de lucro, buscando beneficios individuales y ganancias. Por lo tanto, los socios no podrán participar en la toma de decisiones relacionadas con la entidad deportiva, ya que la responsabilidad recae completamente en los accionistas.
Las Sociedades Anónimas Deportivas están constituidas por accionistas que hicieron sus aportes al capital social. La Ley compromete a las SAD a destinar "al menos el 10% de sus ingresos netos mensuales de acuerdo a documentación contable fidedigna al fomento de actividades sociales, sanitarias, culturales y educativas".
También se deberán "continuar con las actividades que desarrollan las entidades precedentes, a los efectos de generar ingresos genuinos en beneficio de los acreedores, trabajadores, las propias entidades y la comunidad, mediante un accionar prudente y económicamente sustentable".
Con la llegada de las SAD al fútbol argentino, ningún club se verá obligado a cambiar escudo o colores, como sucede con Leipzig de Alemania o Bragantino de Brasil, ambos auspiciados por Red Bull. "Más allá de la denominación jurídica y eventual inclusión de marcas y/o denominaciones de patrocinadores, la Sociedad Anónima Deportiva podrá modificar nombre, marca, distintivos, símbolos y demás elementos característicos de la entidad precedente", sostiene la Ley.
Para evitar conflictos, las SAD no podrán tener dos clubes en una misma categoría. Si los socios no quieren, todo seguirá como hasta ahora.
Manchester City es el caso más representativo de una SAD que funcionó. El club inglés fue comprado en 2008 por Abu Dhabi United Group, entonces presidido por Mansour bin Zayed Al Nahyan. En 16 años, a nivel deportivo logró siete de las últimas 10 ediciones de la Premier League y la tan ansiada Champions League, en 2022/2023.
Además, la vitrina del City acumula tres FA Cup, seis Copa de la Liga, tres Community Shield, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Antes de la llegada de la inyección económica, los de Manchester hacían compras por 4 millones de euros. Por estos tiempos, sumado a la crecida de los valores de mercado, el club llegó a pagar 117,5 millones por el delantero inglés Jack Grealish.
En la actualidad, los 20 clubes de la Premier League, la máxima categoría del fútbol inglés, pertenecen a capitales privados. La mayoría de Estados Unidos, aunque también hay consorcios, jeques y magnates de Medio Oriente, e incluso de China.
Otro ejemplo es el del París Saint-Germain, que también les abrió las puertas a los capitales privados en 2011. Fue a través del Qatar Investment Authority (QIA), que compró el 70% de las acciones. Desde entonces ganó los últimos 11 títulos de la Ligue 1, la Primera División de Francia. Hasta entonces, el club acumulaba solamente tres conquistas en el torneo local.
La deuda pendiente es la Champions League, donde estuvieron en octavos de final 11 veces de manera consecutiva, sumada a la final perdida en 2020 a manos del Bayern Múnich, el título se hace desear. Además, durante el proceso, el PSG se dio el lujo de juntar en cancha a Lionel Messi (llegó en condición de jugador libre), Kylian Mbappé (145 millones) y Neymar (222 millones).
Además, Inter y Milan son equipos sostenidos por grupos chinos y estadounidenses. En Italia, la Ley se cambió para favorecer a las sociedades con fines de lucro.
"Brasil desde que abrió sus puertas maneja un presupuesto superior a los US$ 100 millones contra un presupuesto de nuestros clubes que no alcanza. Esto va para los clubes de fútbol, pero también de clubes de barrio, hockey, vóley, básquet, tenis. Sobreviven los grandes clubes, el resto no lo hacen", expuso el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, en el marco de la conferencia de prensa en la que se anunció la desregulación para sociedades y organizaciones de la sociedad civil.
Tras la reglamentación de las SAD, Cúneo Libarona prometió: "¿Sabe cómo termina esto? Seremos mejores, vamos a ser super campeones. Sin herramientas logramos grandes triunfos imagínese con herramientas, vamos a ser los súper mejores siempre y no solo una generación".
El Gobierno calcula que podrían ingresar entre US$ 2.500 y US$ 3.000 millones de inversiones. Sostiene que hay 11 empresas decididas a desembarcar en la Argentina con billetes frescos.
Sin embargo, las SAD también tienen su lado negativo. En Argentina, se configuraron como gerenciamientos. En Racing empezó bien, con un campeonato después de 35 años, y terminó mal, con la transferencia de la deuda de Blanquiceleste Sociedad Anónima al club y Fernando De Tomaso en la quiebra. Curiosamente, fue Cúneo Libarona el que pidió la ejecución de la sentencia por honorarios impagos.
Badajoz, con Marcelo Tinelli a la cabeza, fue un gran fiasco. El showman llegó en 1998 con una veintena de jugadores argentinos y vendió sus derechos en 2001, con el equipo en Segunda División. Deportivo Mandiyú, Argentinos Juniors y Quilmes tampoco tuvieron éxito en la Argentina bajo la privatización.
En Europa también hay casos negativos como el Troyes, administrado por el City Gruop, bajó de la Ligue 1 a la Tercera División. Juventus, de la familia Agnelli, recién está recomponiendo sus finanzas.
El modelo mixto de Alemania
Hay que mencionar también que desde que Milei impulsó a través de un DNU la posibilidad de que los clubes adopten el modelo de sociedades anónimas deportivas (SAD) el debate fue cobrando mayor relevancia entre los dirigentes: Juan Sebastián Verón (Presidente de Estudiantes de La Plata) y Andrés Fassi (Presidente de Talleres de Córdoba) fueron algunos de los que se mostraron a favor.
Verón expresó su deseo de que Estudiantes tenga un sistema mixto. Con una visión a largo plazo, el ídolo del "Pincha" piensa en un club que siga siendo de sus socios y que permita el ingreso de capitales privados, sin que esto lo haga dejar de ser una asociación sin fines de lucro y lo convierta en una SAD.
Por su parte, Fassi afirmó que ve con buenos ojos el arribo de las SAD al fútbol local y que apoya una consulta popular para que los socios puedan tomar la decisión.
