La semana pasada, en Estados Unidos, la aplicación de Coinbase, uno de los principales exchanges de criptomonedas del mundo, se posicionó primera en descargas dentro de la categoría de finanzas en iOS y en Android.
No fue ningún banco, ni una fintech, ni nada que tenga que ver con lo que hoy oficialmente se reconoce como entidad financiera.
El Bitcoin, el Ether y las principales criptomonedas se acercan a sus máximos valores históricos, los stablecoins de todo tipo aumentan sus volúmenes de circulación. En paralelo, la inflación de casi todos los países del mundo y las monedas que hoy se reconocen como monedas oficiales emitidas por los bancos centrales se devalúan. La inflación en Estados Unidos y Europa no para de subir y los principales lideres se reúnen en el G20 para discutir lo que siempre discuten mientras los problemas de la gente de a pie no se resuelven.
La semana pasada hice una encuesta en Twitter, le pregunté a los seguidores si preferirían recibir hoy US$ 10.000 en una cuenta de un banco en un plazo fijo a 12 meses o 0,15 bitcoins, que sería el equivalente a la valuación actual en una wallet en su teléfono. El 84% prefiere recibir el Bitcoin.
Ninguna negación, ninguna prohibición de circulación de criptomonedas, ninguna regulación a medias ha logrado por el momento para el crecimiento de la economía descentralizada basada en blockchain.
Entender lo que está pasando con este movimiento es saber que la gente necesita confiar y conocer de antemano las reglas de juego y necesita transparencia. Eso es blockchain, lo que representan muchas de las criptomonedas y proyectos basados en blockchain.
Hace más de 10 años, Satoshi publicó su paper y, decía, por primera vez existía una tecnología que permitía separar la moneda del Estado. Unos años después, Vitalik Buterin, con la invención de Ethereum y los contratos inteligentes anunció que ahora es posible transaccionar dinero programable, crear una red mundial de voluntades y procesamiento que posibilita la descentralización total de las aplicaciones, que permite confiar en algoritmos y transaccionar bajo el paraguas de la confianza total y la gran sapiencia.
La semana pasada, Coinbase fue la aplicación más descargada, parece que el momento de las finanzas descentralizadas y las criptomonedas llegó para quedarse, por más que a unos pocos no les guste. Salud Satoshi, tenías razón.
