Por Ariel Bazán
La red Bitcoin registró un nuevo récord en su potencia de minado (hash rate) de 248 millones de terahashes por segundo (TH/s), un salto del 54% en el último año.
La prohibición que impuso China a la minería el año pasado había hecho caer el hash rate, ya que ese país aportaba el 34% de la potencia total. Ahora, la mayor ubicación de los mineros es en Estados Unidos, país que hoy aporta el 35% del hash total.
Precisamente, EE.UU. viene tomando algunas medidas para favorecer la minería. Por ejemplo, trascendió que los mineros no deberán rendir cuentas ante el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) como si fueran exchanges.
La noticia se conoció luego de que en agosto el Senado estadounidense aprobara la Ley de Infraestructura, que alcanzaba impositivamente a los exchanges y mineros. Además, estos dos actores debían brindar al IRS datos de sus usuarios, algo prácticamente imposible para los mineros.
Intel lanzará un “acelerador de blockchain”
Otra novedad para el sector minero ayer fue el anuncio de que Intel lanzará un “acelerador de blockchain”: se trata de un chip que permitirá minar criptomonedas y optimimizar las operaciones gestionadas en la blockchain.
Según Intel, el chip ofrecerá un rendimiento 1.000 veces mayor que las tarjetas gráficas actuales basadas en funciones criptográficas SHA-256. Si esto tuviera éxito, los mineros dejarían de demandar placas de video de gaming o edición de video, que por este tema vienen teniendo una fuerte escasez y aumentaron notablemente sus precios.
Otra ventaja del chip será la reducción del costo energético, considerando que por el uso de las tarjetas gráficas potentes durante todo el día la minería de criptomonedas ya consume más electricidad que países como Argentina o Chile.
Pasando a otra red cripto, ayer se conoció que las tarifas de transacción (“gas”) de Ethereum vinieron cayendo desde el 10 de enero y registraron los valores más bajos desde septiembre, con un precio medio de US$ 14,17.
La mala noticia para la red es que esto estuvo acompañado por una fuerte caída de las transacciones: durante enero, el total de operaciones bajó a de 36,8 millones a 14,5 millones, una caída del 60%, la mayor mensual en la historia de la red.
El ransonware recauda fortunas
Respecto a la ciberseguridad en el mundo cripto, un informe de Chainalysis aseguró que el año pasado se pagaron más de US$ 600 millones por ataques ransomware. Un ransomware es un programa que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo a cambio de un rescate, generalmente en bitcoins.
Según Chainanalysis, “Conti” fue la variante de ransomware que más usaron los hackers, con la que obtuvieron alrededor de US$ 180 millones. En segundo lugar estuvo DarkSide, que aunque tuvo menores montos fue más peligrosa porque atacó un oleoducto y generó escasez de combustible en varias ciudades estadounidenses.
El ataque a Colonial Pipeline fue de gran magnitud, considerando que tiene la red de oleoductos más grande de EE.UU y abastece casi la mitad de los combustibles en la costa Este. Su cierre preventivo provocó escasez de suministro y subas de precios en 18 estados y llevó al presidente estadounidense, Joe Biden, a firmar una orden para fortalecer la seguridad cibernética.
Durante 2021, al menos 140 variantes de ransomware recibieron pagos, con montos promedio de US$ 118.000 y récords de hasta US$ 40 millones. El monto de los rescates vienen aumentando porque los hackers apuntan cada vez más contra grandes empresas y organizaciones.
Un dato que destacó Chainalysis es que, si bien los rescates se siguieron pidiendo en bitcoins, también empezaron a hacerse en la criptomoneda Monero, cuya principal característica es el anonimato que ofrece.
