Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas frenaron un intento de contrabando de armas de guerra en el Paso Fronterizo Internacional Posadas - Encarnación, en un control que terminó con la detención de un ciudadano argentino.
El procedimiento comenzó cuando un Ford Ka se presentó en la cabecera argentina del Puente Internacional San Roque Gonzalez de Santa Cruz con un ciudadano argentino al volante.
Los agentes aduaneros le hicieron las preguntas habituales al hombre y les llamó la atención su nerviosismo: se mostraba ansioso y evasivo, manifestando con insistencia que no tenía nada para declarar y que era residente de la zona.
Durante la inspección manual del rodado advirtieron signos de reparaciones recientes y además, que el sector del baúl no era acorde al modelo original del rodado. Por ello, decidieron someter el rodado a rayos X y convocar al personal de las fuerzas de seguridad.
El escáner dio cuenta de un espacio ubicado en el sector trasero, disimulado con el gran paragolpes que presenta ese modelo de automóvil en particular. Asimismo, reveló que en el interior del rodado había mercaderías ocultas: sin poder precisar de qué se trataba, en los paneles laterales había formas extrañas.
Armas de guerra de origen turco
La Aduana se puso en contacto con el Juzgado Federal de Posadas, que autorizó el desarmado del vehículo para verificar el contenido del doble fondo, así como de los paneles laterales.
En efecto, los agentes aduaneros descubrieron un arsenal de armas de fuego, todas de origen turco: 7 fusiles semiautomáticos calibre 12 mm, marca DERYA VR90; 1 fusil semiautomático calibre 223 mm y 4 pistolas automáticas calibre 9 mm. El valor de la mercadería supera los $10 millones, aunque cabe destacar, la cifra puede crecer considerablemente en el mercado negro.
De más está señalar, el ingreso ardidoso de armas de fuego es una infracción contemplada en los 864 y 867 del Código Aduanero. El ciudadano argentino quedó detenido e incomunicado y por contrabando de armas, podría caberle una pena de 4 a 12 años de prisión.
A partir de lo que manifestó inicialmente el conductor, se presume que el arsenal ingresó a Argentina en tránsito y que tenía Brasil como destino.
Se trata de una nueva ruta utilizada por los delincuentes, ya que se habían observado acciones similares en la frontera entre Brasil y Paraguay: particularmente, en las localidades de Saltos del Guayrá y Pedro Juan Caballero.
