EE.UU.

Joe Biden, entre el problema de la deuda y la duda de buscar su reelección

El gobierno del líder demócrata ya alcanzó su límite de endeudamiento, por lo que deberá sentarse a negociar con los republicanos para poder elevarlo. En paralelo, mientras Biden analiza lanzar su candidatura para ir en busca de la reelección en 2024, su imagen continúa a la baja.
Damián Cichero 19-04-2023
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Este miércoles, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, presentó un plan para elevar el techo de la deuda en US$ 1,5 billones y recortar el gasto federal en tres veces esa cantidad.

La propuesta reduciría algunos tipos de gastos federales a los niveles de 2022 y limitaría el crecimiento al 1% anual en los próximos años. Además, no tocaría los programas de jubilación y salud que se proyecta que se expandirán significativamente a medida que la población envejezca.

El plan de McCarthy también derogaría los incentivos de energía verde convertidos en ley por el presidente Joe Biden el año pasado, impulsaría la producción nacional de petróleo y gas, y eliminaría el esfuerzo de condonación de préstamos estudiantiles de US$ 400.000 millones.

Es probable que la propuesta sea rechazada por el Partido Demócrata, el cual actualmente controla el Senado. Sin embargo, McCarthy consideró que serviría como base para las negociaciones entre las dos partes sobre el aumento del límite de deuda de US$ 31,4 billones.

"El presidente Biden tiene una opción: sentarse a la mesa y dejar de jugar juegos políticos partidistas, o taparse los oídos, negarse a negociar y arriesgarse a cometer el primer incumplimiento en la historia de nuestra nación", dijo McCarthy de modo desafiante.

Un presente complicado

Desde hace varias semanas, el gobierno de Biden alcanzó su límite de endeudamiento de US$ 31,4 billones. Por ello, para evitar entrar en default, el Departamento del Tesoro ha tenido que recurrir a "medidas extraordinarias" para saldar las cuentas, como la suspensión de algunos pagos a los fondos de jubilación de empleados federales y al seguro social de empleados postales. 

Esta situación es muy habitual en Estados Unidos debido a que el gobierno federal solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, el cual tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.

Pero el gran problema para Biden y compañía es que, luego de las elecciones legislativas del año pasado, el Partido Demócrata perdió su mayoría en la Cámara de Representantes, dándoles un "poder de veto" a los republicanos. 

Actualmente, el Partido Republicano tiene una mayoría de 222 legisladores en la Cámara de Representantes, por lo que ya es un hecho que el plan de McCarthy será aprobado. 

Por su parte, la Casa Blanca reiteró en varias oportunidades que el Congreso debería aumentar el límite de deuda sin condiciones, como lo hizo tres veces bajo la presidencia de Donald Trump.

El aumento de US$ 1,5 billones propuesto por McCarthy podría cubrir las necesidades del gobierno hasta principios de 2024, dilatando el escenario para otra lucha por el techo de la deuda hasta un par de meses antes de las elecciones presidenciales. 

Sin embargo, es poco probable que Biden lo acepte, ya que incluye importantes recortes de gastos, y limitaría muchas de sus políticas y promesas de campaña. 

Biden, ¿en busca de la reelección?

Este miércoles, el mandatario tuvo una aparición pública en las afueras de Washington y, librándose de toda culpa e intentando buscar un respondable, dijo que los republicanos amenazaban con empujar a Estados Unidos a un incumplimiento histórico que sacudiría la economía mundial.

"¿Quién crees que va a sufrir más? Ustedes, la gente trabajadora, la clase media", agregó Biden, en un discurso con claros tintes populistas. 

La disputa con los republicanos se da en un momento en el que Biden analiza lanzar su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024, mientras su imagen ha caído hasta el 39%, acercándose al nivel más bajo de su presidencia.

La encuesta de Reuters/Ipsos mostró un descenso modesto con respecto al mes pasado, cuando el 42% de los encuestados manifestó que aprobaba el desempeño de Biden como presidente.

La popularidad del líder demócrata disminuyó de manera casi constante desde que llegó al poder en enero de 2021. Su piso fue el 36% a mediados de 2022 y se ha mantenido cerca de ese nivel desde entonces.

Con una inflación interanual del 5%, que está descendiendo más lento de lo que la Fed querría, los encuestados citaron la economía como el mayor problema que enfrenta el país. Por ello, para Biden no sería nada positivo limitar el gasto público en este momento. 

No se espera que el mandatario enfrente una competencia seria por la nominación demócrata. Sin embargo, este bajo nivel de aprobación es un nuevo problema para alguien a quien muchos consideran demasiado viejo para ir en busca de su reelección.

Biden, de 80 años, es el presidente más anciano en la historia de su país y terminará su primer mandato con 82 años. Y, en caso de ser reelegido, abandonaría el poder en 2028 con 86 años.

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