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Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: entre Duro de Matar, Pinocho y Los Espíritus de la Isla

Los espectadores llenaron las salas en otra edición que se caracterizó por la abundancia y variedad de títulos
Es uno de los 15 festivales en todo el mundo (y el único de América Latina) que tiene categoría "A"
Pablo Planovsky 16-11-2022
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Entre tantas funciones agotadas, se puede suponer que el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se convirtió en uno de los acontecimientos anuales que nuclean a gran parte del público más cinéfilo (no solo) de Argentina. Es uno de los 15 festivales en todo el mundo (y el único de América Latina) que tiene categoría "A", es decir, que está reconocido por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos que lo ubican en la misma categoría que el Festival de Cannes, el de Berlín o Venecia.

Las razones que ubican al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata entre los más importantes de todo el mundo (cuando, hoy en día, hay más de 2000 festivales de cine por año) son varias. 

En primer lugar, el festival tiene historia. Fue fundado en 1954, en una edición no competitiva que (lógico) no tuvo premios para las películas. Esa edición primera edición marcó otra tradición: la aparición de figuras estelares del cine de todo el mundo, como el carismático héroe de las películas de aventuras, Errol Flynn, y Joan Fontaine, prestigiosa actriz de dramas como Rebecca, una mujer inolvidable y La sospecha.

A la lista de invitados de lujo que recibió el festival de Mar del Plata a lo largo de su recorrido, entre los que figuran Kathryn Bigelow (presentando la película con la que hizo historia en el Oscar, casi un año antes de la ceremonia), François Truffaut, Paul Newman, Ettore Scola, Jean-Paul Belmondo, Willem Dafoe, Vicent Minelli y Josef von Sternberg (entre otras personalidades), en 2022 se añadió el nombre de John McTiernan. 

 

El director de Duro de Matar, Depredador y La Caza al Octubre Rojo no fue reconocido en su época como uno de los grandes directores de Hollywood, pero la recepción que tuvo del público marplatense (que llenó las salas más grandes para las proyecciones de sus películas) parece enmendar ese error de una industria que no supo reconocer su grandeza. 

McTiernan estuvo casi un año preso entre 2013 y 2014 por contratar a un investigador privado para espiar al productor de la película Rollerball y mentirle al FBI cuando fue interrogado por ese contrato. Desde su última película, Basic de 2003, no volvió a filmar y se recluyó en su rancho de Wyoming del cual tuvo también problemas con el banco para pagar una millonaria hipoteca. 

Uno de los grandes pilares del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata es equilibrar la oferta de títulos que impiden que el festival quede cercenado en un modelo de producción específico. 

No es un festival de cine independiente, aunque varias películas sí lo sean (como As bestas o How To Blow Up A Pipeline, que se presentaron en competencia), ni tampoco uno que sirve como plataforma para que los títulos mainstream de Hollywood puedan iniciar su carrera por premios, aunque también los incluya. 

  • El festival tampoco está dedicado a un género específico (en esta edición se pudo encontrar de todo) o solo clásicos (esta vez se presentaron películas restauradas, en digital o 35mm, como El Regreso de la Pantera Rosa, La Balada de Narayama, Local Hero y Cuatro Bodas y un Funeral, por mencionar algunas de las más destacadas).

La variedad en la oferta es uno de los principales atractivos para los cinéfilos acérrimos que suelen comprar entradas para 3, 4 o 5 funciones por día, o los espectadores más "casuales" que prefieren estar menos tiempo en una sala de cine mientras disfrutan de otras actividades que ofrece el Festival o la ciudad. Esa variedad de audiencias es uno de los factores que explican el crecimiento del festival en cuanto a títulos y salas agotadas. 

Es cierto que el precio de una entrada en el festival no alcanza ni la mitad de lo que cuesta una entrada de cine, promedio, hoy en Argentina. 

También es verdad que el festival es la única oportunidad que habrá de ver muchas de esas películas en pantalla grande en suelo argentino (incluso las de perfil más alto suelen tardar meses en llegar al resto de la cartelera nacional). Por esa cuestión presenta una suerte de "santuario" para los espectadores que desean ver algo distinto a lo que suele estar en el resto de los cines fuera de esta temporada.

Historial de clásicos

La selección de títulos (que compitieron o no por los premios del festival) abunda en clásicos de la historia del cine. Varias películas fueron reconocidas en Mar del Plata meses antes de ganar el Oscar. Bonnie y Clyde, Perdidos en la Noche, Birdman o La Inesperada Virtud de la Ignorancia, El Irlandés, El Audaz, Luz de Luna, Z, Vivir al Límite, El Poder del Perro, Jojo Rabbit, Rey Richard, Roma, y Parasite, entre otras.

Todos los pronósticos parecen indicar que en esta edición de 2022 se sumarían dos películas más a esa lista de títulos reconocidos por el Oscar: Los Espíritus de la Isla, el drama protagonizado por Colin Farrell y Pinocho, la nueva adaptación del clásico, esta vez bajo la dirección de Guillermo del Toro. La primera es un drama con el humor negro característico de Martin McDonagh, el director de 3 Anuncios por un Crimen y Escondidos en Brujas. La historia es una fábula original que se desarrolla en la imaginaria isla de Inisherin. Los personajes oscilan entre la melancolía, la depresión, el amor, y ambientes austeros en apariencia, pero cargados de simbolismo. Como Escondidos en Brujas, el terreno cumple una doble función alegórica relacionado con la literatura (de Joyce a Borges) y el cristianismo.

Pinocho, la nueva película animada (esta vez en stop-motion), es la segunda película que se estrena en 2022 sobre la marioneta que cobra vida. Aunque la remake del clásico de Disney de 1940, a cargo de Robert Zemeckis (director de Volver al futuro y Forrest Gump) no pasó por ningún festival ni cine argentino (fue directo a streaming), la apuesta de Netflix por la visión de Guillermo del Toro (codirigida por Mark Gustafson, de El fantástico Sr. Zorro) podría significar la estatuilla dorada cuando sea la ceremonia del Oscar. 

  • Como Los Espíritus de la Isla, esta nueva adaptación (que no es remake del clásico musical) también pone el foco en la simbología cristiana. Pero al circo de monstruos que suele presentar el director de El Laberinto del Fauno se le suma el drama de una ambientación novedosa que ubica a los personajes en la época del fascismo italiano.

Con reconocimiento posterior o no de la industria de Hollywood, el festival de Mar del Plata reunió a lo largo de su historia clásicos de todas las nacionalidades. Desde la Unión Soviética hasta China, pasando por varios países sudamericanos y europeos, de todos los presupuestos imaginables y décadas: Fresas Salvajes, Con Ánimo de Amar, La Guerra y la Paz, El Abrazo de la Serpiente, Macunaíma, Busco mi Destino, Mi Tío, Los Inútiles, La Vida de Oharu, entre otras.

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