La CGT salió ayer a la calle y fue acorralada por sus bases
Las calles del centro porteño quedaron chicas ayer, cuando manifestantes de los gremios confederados de la CGT, organizaciones sociales, partidos políticos, organizaciones pymes y autoconvocados marcharon hacia el Ministerio de Producción para pedir un cambio en el rumbo de la política económica del Gobierno Nacional. Los secretarios generales de la CGT anticiparon que, de no recibir respuesta oficial, convocarán a un paro general. La promesa fue poco para los presentes, que demostraron una disconformidad generalizada con la estrategia de los líderes sindicales, clamando que se le ponga fecha a la huelga y abucheándolos durante todo el acto. De hecho, los integrantes del triunvirato cegetista debieron retirarse escoltados, acosados por las bases que les exigieron mayor endurecimiento.
El escenario fue armado en la intersección de Diagonal Sur y Moreno, frente a oficinas del Ministerio de Producción. Las columnas, que comenzaron a formarse al mediodía en varios puntos del centro de la ciudad desbordaron el punto de reunión, incluso por detrás del escenario, llegando hasta la Plaza de Mayo, a donde el triunvirato había decido no llevar la protesta.
Los discursos, a cargo de los tres secretarios generales de la CGT, comenzaron antes de las 16 y no fueron capaces de representar la bronca de los presentes, que interrumpieron sucesivamente a los triunviros con feroces silbatinas y no los aplaudieron al finalizar. Al término del acto, incluso, algunos los dirigentes fueron insultados y volaron botellas y sillas. Hubo manifestantes que se quedaron en el lugar, coparon el escenario y bajaron el atril con la insignia de la CGT.
Los dirigentes no hicieron pedidos puntuales al Gobierno, sino un reclamo de rectificación de sus políticas económicas y sociales, que pusieron como condición para que no se convoque a un paro general. En este punto, es difícil anticipar qué considerará la CGT como concesiones válidas para deponer la medida de fuerza.
Esta concurrencia masiva es para decir basta a este Gobierno del manoseo, dijo Carlos Acuña, el primer integrante del triunvirato que tomó la palabra. Fuimos lo suficientemente prudentes, dialogando como piden ellos, continuó, y recibió la primera silbatina y el primer pedido unísono de paro general. Ustedes se demoraron un montón en salir, corrupto, vendido fueron algunas de las réplicas que se escucharon.
La palabra diálogo, elemento articulador del discurso de Cambiemos fue, a lo largo de todo el acto, un disparador de muestras de descontento de los asistentes. Cada vez que los miembros de la CGT señalaron que están dispuestos a sentarse nuevamente a la mesa con el Gobierno si da respuestas, los militantes se enfurecieron.
Acuña concluyó confirmando lo que ya se había anticipado el lunes: convocarán a un paro que aún no tiene fecha, y éste se realizará sólo si el Gobierno no les abre las puertas.
No estamos aquí para dilatar nuestra protesta ni hacer un diagnóstico, venimos a anunciar que va a haber una medida de fuerza en Argentina, dijo, a su turno, Juan Carlos Schmid y recibió una respuesta coral del público: poné la fecha.
El dirigente marítimo denunció que hay diferentes velocidades en el Gobierno para resolver las demandas de los grupos económicos y de los débiles. También se refirió a la falta de política de inversiones en el país y al ingreso de importaciones que está liquidando la producción nacional. Por otro lado, dijo que la inflación está controlada y efectivamente bajando, pero a costillas del sacrificio del pueblo trabajador.
Escuchá al pueblo, no a Macri, le replicaron y uno de los presentes ?que llegó a la manifestación acompañado por un amigo, sin ninguna bandera gremial o política? propuso darse vuelta, de modo que los manifestantes quedaran de espaldas al escenario.
Repitiendo a la secuencia de los oradores anteriores, Daer dijo que si no hay rectificación harán una medida de fuerza de 24 horas antes de fin de mes. Después, frente a la presión del público cambió de discurso: señaló que la fecha del paro ya está puesta y que ?siempre en caso de que el Gobierno no cambie de rumbo? será los primeros días de abril. La confusión entre fines de marzo y primeros días de abril dio la pauta de que el paro todavía no está en la agenda de la CGT.