Brasil

Volvió Bolsonaro y Lula presentó su marco fiscal

Mientras que el ex presidente Jair Bolsonaro regresó a Brasil tras una estadía de tres meses en Estados Unidos, el gobierno del líder del Partido de los Trabajadores presentó sus nuevas reglas fiscales para incrementar los límites al aumento del gasto público en el país.
30-03-2023
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Este jueves, el Ministerio de Hacienda de Brasil dio a conocer su tan espera propuesta de nuevas reglas fiscales para incrementar los límites al aumento del gasto público.

La propuesta es clave para aliviar las preocupaciones fiscales después de que el presidente Lula da Silva obtuviera la aprobación del Congreso para eludir un límite de gasto constitucional. 

Durante su campaña presidencial, el líder del Partido de los Trabajadores prometió impulsar los programas sociales y la inversión pública. Sin embargo, sus declaraciones, y sus constantes críticas al Banco Central, han elevado las expectativas de inflación desde que asumió el cargo en enero.

El nuevo marco fiscal combina un tope de gastos más flexible con objetivos presupuestarios primarios: las reglas permitirían que el gasto público crezca entre 0,6% y 2,5% anual por encima de la inflación. 

Además, el crecimiento del gasto también se limitaría al 70% del aumento de los ingresos en los 12 meses anteriores.

La propuesta prevé déficit público cero del gobierno federal en 2024, superávit de 0,5% del PIB en 2025 y superávit del 1% en 2026, año en el que termina el mandato de Lula. El principal objetivo de déficit de este año es de 228.100 millones de reales (US$ 44.000 millones). 

Según el escenario base del Ministerio de Hacienda, las nuevas reglas fiscales ayudarían a estabilizar la deuda pública bruta en torno al 76% del PIB para 2026, en comparación con el 73% de enero.

El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, dijo que el nuevo marco fiscal se presentará al Congreso la semana que viene y que reemplazaría la prohibición constitucional de aumentar el gasto por encima de la inflación desde 2017. 

En realidad, uno de los problemas es que Brasil ha permitido repetidas excepciones a esa regla en los últimos años, lo que socava su credibilidad entre los inversores.

Haddad también informó que el Ministerio de Finanzas había discutido la propuesta con el Banco Central y otros ministerios, alcanzando un "100% de consenso" dentro del gobierno. 

Tensión con el Banco Central

Hace unos días, y pese al pedido de Lula, el Banco Central brasileño decidió mantener sus tasas de interés en el 13,75%, lo que representa una de las tasas reales más alta del mundo. 

Tras conocer la noticia, el líder del PT consideró que la entidad era "irresponsable" y calificó la medida como "absurda" e "ilógica". 

Además, apuntó directamente contra el presidente del banco, Roberto Campos Neto: "Él necesita controlar la inflación, pero también cuidar los empleos, cosas que no le importan".

Consciente de las tensiones, Haddad intentó llevar calma y explicó que Brasil crecería solo "armonizando" la política fiscal y monetaria.

Y, como era de esperar, Campos Neto recibió de buena manera la "propuesta de paz": aunque dijo que aún no conocía los detalles del nuevo marco fiscal, consideró que las primeras propuestas que escuchó parecían "bastante razonables".

Y un día, volvió Bolsonaro

El mismo día que el gobierno de Lula presentó su marco fiscal, el expresidente Jair Bolsonaro no quería ser menos y regresó a su país luego de permanecer tres meses en Estados Unidos.

Bolsonaro había partido rumbo a Florida a fines de diciembre, sin reconocer formalmente su derrota electoral, un par de días antes de que Lula asumiera como presidente. 

El líder de ultraderecha fue recibido por cientos de simpatizantes con banderas de Brasil que cantaban el Himno Nacional. Sin embargo, la multitud fue mucho más reducida de lo esperado. 

Bolsonaro, que en las elecciones generales de 2022 fue votado por más de 58 millones de personas, regresó a su país con el objetivo de consolidarse como el líder de la oposición.

Pero deberá enfrentar varios problemas judiciales, entre los que se destacan su presunta incitación a los ataques que sus seguidores perpetraron contra varios edificios públicos el pasado 8 de enero.

Además, deberá seguir dando explicaciones sobre las acusaciones de que intentó quedarse con las joyas que el Rey de Arabia Saudita le regaló, por valor de US$ 3,2 millones, sin declararlas ante la Aduana ni pagar los impuestos correspondientes.