Argentina es la quinta economía más inclusiva de América Latina

20-01-2017
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Por Florencia Barreiro

Argentina es considerada como una Nación de ingresos medios y se ubica en el puesto 11 entre los 79 países en desarrollo más inclusivos, según el nuevo “Informe sobre Crecimiento Integrador y Desarrollo 2017” del Foro Económico Mundial. En América Latina, el país ocupa el quinto lugar. El período tenido en cuenta para el análisis abarca cinco años y va desde 2008 hasta 2013.

Las buenas calificaciones de Argentina se basaron principalmente en la transferencia fiscal para atender cuestiones sociales, los buenos servicios básicos y de infraestructura (especialmente en salud) y al destaque de variables de empleo. Si bien el país ocupa el tercer lugar en el ranking de acceso a la educación, la equidad en este aspecto tira hacia abajo el promedio.

Las principales debilidades locales son la intermediación financiera, basada en el débil acceso al crédito y al retroceso en la inclusión al sistema. Asimismo en lo que se refiere a la creación de activos se destaca la poca penetración de los créditos hipotecarios, el bajo nivel de acceso a la vivienda propia y las dificultades frente a la protección de la propiedad privada. Además, se señalan altos índices de corrupción pública y privada.

Entre los países de América Latina y el Caribe mejor posicionados de la lista de economías en desarrollo está Uruguay, Panamá, Costa Rica y Chile. Noruega, Luxemburgo y Suiza son los mercados mejor posicionados entre los desarrollados. Y los países que parecen haber hecho progresos con períodos de crecimiento más integradores son Camboya, República Checa, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Vietnam.

El informe señala que algunos países obtuvieron calificaciones bastante más bajas de las que les corresponderían por la clasificación tradicional que pone el foco sólo en la evolución del PIB. En este grupo figuran Brasil, Irlanda, Japón, México, Nigeria, Sudáfrica y Estados Unidos.

Mundo desigual

El nuevo informe asegura que la desigualdad de la riqueza aumentó una media de 6,3% en 77% de las economías del mundo entre 2008 y 2013. Esto demuestra, según el estudio, la gran dificultad política de traducir crecimiento económico en avances sociales. El 51% de los 103 países experimentaron una caída de sus puntuaciones en el Indice de Desarrollo Integrador (IDI) en los últimos cinco años. Y en 4 de cada 10 países, el IDI cayó a pesar del aumento del PIB per capita.

Los datos analizados demuestran que los ingresos anuales medios se redujeron 2,4% en 26 economías avanzadas en el período seleccionado. Sin embargo, a los países en vías de desarrollo les fue mucho mejor: los ingresos medios crecieron 10,7%, a pesar de que 23% experimentó una caída per cápita del 9%.

El informe hace hincapié en la necesidad de un modelo económico más inclusivo, que amplíe la distribución del ingreso y las oportunidades. Es necesario un “cambio de prioridades” frente a la desigualdad e inseguridad del cambio tecnológico y la globalización, destaca. Las actuales perspectivas son decrecimiento bajo crónico y desigualdad en aumento.

La presentación del ranking de las economías más inclusivas trata de tomar en cuenta no solo el PIB como clave para definir una economía desarrollada y en crecimiento, sino que pone el foco en otras cuestiones. El progreso sostenido del nivel de vida, un concepto que abarca ingresos además de oportunidades económicas, seguridad y calidad de vida, es central para el desarrollo sostenible y el diseño de políticas. Aunque el Foro aclare que no se deben desincentivar el trabajo, el ahorro y la inversión.

El IDI se centra en tres pilares: 1. Crecimiento y desarrollo, que incluye aumento del PIB, participación en el mercado de trabajo y productividad, y esperanza de vida sana; 2. Inclusión, que engloba ingresos medios por familia, pobreza y dos medidores de desigualdad, y 3. Igualdad intergeneracional y sostenibilidad, que toma en cuenta ahorro neto ajustado (junto con reducción del capital natural e inversión en capital humano), ratio de dependencia demográfica, deuda pública e intensidad de carbono.

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Trabajo en jaque

El foro recomienda políticas especiales públicoprivadas para enfrentar los desafíos que la Cuarta Revolución Industrial impone al mercado de trabajo: políticas activas de formación; equidad en el acceso a una educación básica de calidad; paridad de género; beneficios y protección laboral más allá de la norma y transición entre la escuela y el mundo laboral.