“Queremos saldar la deuda de transparencia que el Estado tiene con la sociedad”

El Economista dialogó con Javier Iguacel, Administrador General de Vialidad Nacional
16-05-2017
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Entrevista a Javier Iguacel Administrador general de Vialidad Nacional

La Dirección Nacional de Vialidad es actualmente una de las instituciones más comprometidas con el desarrollo sostenible y con la agenda 2030. Sus pares aseguran que están abriendo camino en el sector público y que no hay una iniciativa de esta importancia en una institución del Estado nacional. Capacita a toda su planta con estos conceptos y el mes pasado organizó el primer encuentro de Responsabilidad Social en el sector vial y les entregó a los representantes del Pacto Global de Naciones Unidas la primera Comunicación de Involucramiento (COE). Javier Iguacel, administrador general de Vialidad Nacional, le cuenta a El Economista por qué es tan importante que la sustentabilidad sea una pata estratégica de la gestión en infraestructura.

¿Qué importancia tiene la primera Comunicación de Involucramiento (COE) de Vialidad Nacional al Pacto Global?

La primera COE refleja uno de los valores que impulsamos como parte de nuestra cultura organizativa: la transparencia. La COE está publicada en nuestra página web y en la de PG, disponible para todas las personas. Podríamos haber esperado hasta 2018 para presentarla pero preferimos comenzar este camino lo más pronto posible. Queremos mostrar a los otros qué hacemos, cómo lo hacemos, y así recibir una sana devolución que nos permita ir mejorando cada día. Es otro paso que damos en este camino que emprendimos para saldar la deuda de

transparencia que el Estado tiene con la sociedad.

La carta que presenta la COE invita a tomar el compromiso con el desarrollo sostenible como una “opción estratégica”.  ¿Qué hay detrás de esta afirmación?

En Vialidad Nacional estamos llevando adelante el Plan Vial Federal más ambicioso que haya existido en la historia de nuestro país. Para poder llevarlo adelante, nos comprometimos a trabajar basados en cuatro valores principales: la transparencia, el trabajo en equipo, el profesionalismo y la ejemplaridad pública. Plasmar estos valores hacia dentro de Vialidad Nacional, es de por sí una cuestión que supera lo cotidiano y se inserta en la estrategia de la institución. Pero además, estos valores nos exigen sumarnos - como parte integrante del Poder Ejecutivo Nacional- a un planteo superador de la propia organización.  Es el que surge de los ejes de gobierno propuestos por esta administración, especialmente el de Pobreza Cero. Para ello, desde Vialidad, nos comprometemos a hacer más y mejores rutas que posibiliten y contribuyan al progreso y desarrollo de pueblos y ciudades.

¿Cuáles son los puntos más destacados de la agenda de responsabilidad social de vialidad para este año?

En dos palabras: aprendizaje y coordinación. Si bien es cierto que la institución realizaba acciones de RS, éstas no estaban planificadas ni coordinadas en los 24 distritos que forman Vialidad Nacional. Por eso es imperioso capacitar a nuestra gente en todo el país sobre esta temática, integrarla en el día a día de nuestra organización, de modo transversal. Y además, buscar socios para sumarnos en proyectos de mayor escala e impacto. Uno de nuestros objetivos es que nuestras acciones involucren a los tres sectores: público, privado y social.

¿Es importante trabajar con el sector privado para dar valor a esta tarea?

Con el Plan Vial Federal, venimos demostrando que el Estado y las empresas pueden trabajar eficientemente y con honestidad. Las acciones de responsabilidad social no son ajenas a esta dinámica. Nuestra misma gente considera que el ODS 17.17 -trabajar en alianzas- debería ser prioritario para Vialidad Nacional. Actualmente, estamos buscando “socios” para nuestras iniciativas y mostrándonos a la vez como aliados posibles para acciones de otros. Buscamos integrar no sólo al sector empresarial, sino también a organismos públicos y a la sociedad civil. Es esencial dar ejemplo de las buenas cosas que podemos hacer juntos. En nuestro país hay una larga tradición de recelo acerca de cómo se pueden relacionar el sector público y las empresas privadas. En Vialidad lo sabemos bien. Hemos hecho un esfuerzo para denunciar a los malos empresarios. Pero también hemos demostrado que, con reglas claras y transparencia, hay muchas empresas que pueden sumarse para satisfacer las necesidades de los argentinos. Es importante darse cuenta de que la Argentina del desarrollo nos necesita a todos.

¿Es importante involucrarse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

Argentina ha adoptado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, decisión que ratificó el Presidente Macri en la Asamblea General de las Naciones Unidas de Septiembre de 2016. Como parte integrante de este equipo de trabajo, los ODS son también nuestro horizonte y nuestro camino. El planteo fue empezar a priorizar ODS y metas de desarrollo sostenible en el contexto de la Agenda 2030.

¿Cuáles de los objetivos que tienen más importancia para la institución?

Recién estamos comenzando, pero puedo anticiparles que, en el evento externo, los ODS que se destacaron como prioritarios para el sector vial argentino, fueron el 3 (salud y bienestar), el 9 (industria, innovación e infraestructura) y el 17 (alianzas para lograr los objetivos). De todos modos, es un trabajo que estamos iniciando y que oportunamente se alineará con los ODS y metas que priorice la Nación Argentina.

¿Cree que se hicieron avances significativos en la relación de infraestructura y medio ambiente en estos últimos años?

Vialidad Nacional asumió un serio compromiso incorporando la dimensión ambiental a los proyectos de ingeniería e incluyendo pautas ambientales de diseño a los proyectos, con el objetivo de prevenir, controlar o compensar los impactos sociales o ambientales negativos. Una de las improntas que hemos impulsado en esta gestión es la de un control eficiente y serio. Además, adoptamos una metodología de participación ciudadana mediante la realización de Audiencias Públicas. El objetivo es presentarle a la comunidad las alternativas de proyecto analizadas y recibir de parte de ella las inquietudes o sugerencias facilitando la resolución de conflictos con los afectados directos o indirectos.

¿Cuál es el principal desafío en el proceso de integrar la responsabilidad social en este tipo de instituciones?

Sintéticamente, el costo del pionero. Cuando se hace algo por primera vez, se hace camino al andar. Hay que trabajar mucho para que se comprenda que ninguna organización, en el siglo 21, puede desentenderse de sus obligaciones como integrante de una comunidad. No puedo decir "Yo me dedico a hacer caminos, puentes y túneles", sin contemplar a las personas que están cerca de esas obras o que son sus usuarios. Por lo menos, debemos comprometernos y buscar el mejor actor para responder una necesidad puntual, si no está en nuestras posibilidades hacerlo nosotros mismos o aliados con otros. En el otro extremo, está el peligro de caer en el asistencialismo, que da cosas pero no cambia vidas. Nosotros proponemos un compromiso con el desarrollo sostenible de las comunidades que servimos.