Agro

¿Por qué el dólar soja no está dando los resultados esperados por Sergio Massa?

La nueva edición del dólar soja opera un tercio de lo que fue la versión de septiembre. El plan, y sus valores de exportación, no resultan lo suficientemente atractivos para los productores.
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17-04-2023
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El pasado lunes entró en vigencia el dólar agro, con un valor de US$ 300 para la compra de la soja. La medida forma parte de la tercera versión del plan dólar soja, que busca aumentar las reservas del BCRA a través de la liquidación de la oleaginosa. 

A una semana de su inicio, los resultados no parecen ser los esperados.

Si bien el nuevo tipo de cambio definido para la soja implica una mejora del 40% contra el dólar oficial, que cotiza a $214, hasta el miércoles el resto de la reglamentación para la soja no estaba determinada. 

Un ejemplo de ello es el nivel de precios en el mercado sobre el cuál se aplicaría el plus. En las últimas semanas, el mercado trabajaba en la zona de $84.000 por tonelada, valor que ascendió a $90.000 en vísperas del anuncio. 

Por tal razón, los productores esperaban que la mejora del 40% se aplicase sobre éstos valores, pudiendo alcanzar un rango de entre los $110.000 a $120.000.  

"Pero esos valores se venían trabajando con poco volumen, sin la exportación presente. Estaban comprando operadores no tradicionales para coberturas o cierre de posiciones de arbitraje", explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

El precio que ofrecía la exportación para fijaciones era de $70.000. Un valor de partida que, con el plus de +40%, alcanzaría un valor de tan sólo $98.000.

Para Romano, esta cuestión puede explicarse partiendo de las dos primeras versiones del plan, como antecedente inmediato. "En el dólar soja I, cuando el mercado tenía una oferta importante de soja, no se pagó una mejora directa del 40% sino algo menos, y siempre los valores estuvieron operando a la baja", afirma, 

Respecto al dólar soja II (diciembre), el autor del texto "La nueva edición del dólar soja es un fracaso" menciona que no sólo los productores habían vendido fuerte si no que se había dejado fuera, por medio de la reglamentación "la posibilidad de que los acopios vendieran la soja que los productores no quisieran negociar. En este caso, con un compromiso explícito de liquidaciones, la exportación terminó teniendo que pagar precios en alza, incluso más de la paridad teórica para cumplir el objetivo". 

Conocida la letra chica para el caso de la soja el pasado miércoles, se confirmaron algunas cuestiones:

  • No hay un compromiso explícito de los exportadores con el Gobierno sobre cuántas divisas tienen que liquidar
  • Nuevamente, los acopios no podrán vender mercadería que no hayan comprado a productores

Frente a estas aclaraciones, la primera semana de vigencia del dólar soja III acabó con las negociaciones en un tercio de lo que fue la versión original. Los precios de la oleaginosa por tonelada no satisfacen las expectativas de los productores y la falta de compromisos con el gobierno hace que los exportadores no sientan el apuro de comprar.

Además, el productor ve precios interesantes hacia adelante. "El problema es que los mercados de futuros permiten vender mayo en la zona de US$ 350, julio próximo a US$ 390 y noviembre a US$ 400. Es difícil saber cuál será el tipo de cambio en ese momento, pero teniendo en cuenta el ritmo de devaluación del dólar oficial, no parece difícil encontrarse con precios en pesos en la misma zona que ahora más adelante", afirma Romano. Y es que el dólar minorista se desliza a un ritmo de 7% mensual.

De todos modos, de a poco los precios iniciales y los esperados comienzan a acercarse. Al cierre de la semana pasada, el monto se acercaba a los $100.000. Y es que, más allá del incentivo para el productor, hay otra realidad y es la de la financiación. Si éstos no venden, se quedan sin financiamiento para pagar sus cuentas. 

En caso de que el Gobierno no logre generar divisas con la soja y los cultivos regionales, se especula que podrían ingresar al plan del dólar agro el girasol, sorgo y la cebada, así como también el maíz. Por tal razón, las ventas de estos granos se mantienen detenidas en el mercado.