Los gestos en favor de la candidatura democráta Hillary Clinton, en la elección a presidente de Estados Unidos, habían sido concretos y hasta presenciales. En la reunión anual de la Clinton Global Initiative, en una de sus visitas a Nueva York, en ocasión de su presentación ante la ONU, el presidente Mauricio Macri le dijo a su anfitrión, Bill Clinton, que lo esperaba en Buenos Aires como primer caballero durante la reunión del G20, prevista en Buenos Aires para 2018. Y tiempo antes, en una entrevista con el sitio Buzzfeed, había dicho que prefería a Hillary porque lo consideraba a Donald Trump como un “levanta muros”.
La buena sintonía que había establecido con el gobierno de Barack Obama, y con la administración demócrata en general, sumaba puntos para apostar a la continuidad. Como cosa necesaria, y hasta natural. Sobre todo, teniendo en cuenta las encuestas de opinión y las perspectivas de la candidata republicana. No obstante, la incertidumbre en el tramo final de la campaña y la paridad en las últimas encuestas, que pone a Trump con posibilidades, llevaron al Gobierno a revisar los diagnósticos y escenarios. “Si gana Trump tenemos que adaptarnos”, dijo la canciller Susana Malcorra en las últimas horas, quien en septiembre pasado había considerado que el candidato republicano a la Casa Blanca reflejaba un “proceso de cierre y xenofobia muy riesgoso”.
Mensajes
“Nosotros tenemos que trabajar con la realidad del mundo, los que deciden quiénes van a ser los presidentes de Estados Unidos son los norteamericanos”, señaló la titular del Palacio San Martín en una entrevista. Dijo que “si gana Trump nos tenemos que adaptar” e “intentaremos tener la mejor relación”. No obstante, volvió a marca sus diferencias, y cierta preocupación: advirtió que un eventual triunfo del empresario representa “mensajes preocupantes los que tiene sobre la región”.
A su vez, mencionó la cuestión de género como variable de análisis respecto de las críticas contra la candidata demócrata. “Me pregunto si los ataques a Hillary serían equivalentes si fuera varón”, señaló. Esa variable también había sido utilizada evaluar la performance de su propia candidatura a secretaria general de las Naciones Unidas. “Nos queda una asignatura pendiente con respecto al género”, se había quejado Malcorra por Twitter, luego de felicitar al exprimer ministro portugués António Guterres.
Resistencias
Por otra parte, Malcorra recibió ayer a una delegación del Parlamento Europeo para avanzar en las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea. Si bien ambas partes coincidieron en que existe una aceleración en el diálogo, reconocieron que persisten resistencias internas en ambos bloques; en particular, sobre temas agrícolas. La delegación europea está encabezada por los presidentes de la Comisión de Comercio Internacional, Bernd Lange, y de la Delegación para los países del Mercosur, Francisco Assis, quien consideró que, pese a las resistencias, “al final va a prevalecer la voluntad política de los europeos de profundizar la alianza con la región”.
