La reunión que se desarrolló en la sede de la calle Azopardo de la Confederación de los Trabajadores Argentinos (CGT) tuvo varias particularidades y un carácter ciertamente inédito. Es que fue la CTA y no la CGT la organización que le dio espacio en las últimas décadas a las organizaciones sociales que aglutinan a trabajadores desocupados o precarizados. Es más, una de las críticas habituales hacia la central, más allá de quien estuviera en su cabeza, era precisamente esa: cierto desdén hacia aquellos sectores labores no encuadrados sindicalmente. Ayer, en el salón Felipe Vallese, estuvieron los tres flamantes secretarios generales de la central unificada con referentes de los movimientos más activos. Con gestos amistosos y promesas de confluencia.
“Los trabajadores hemos dado pasos fundamentales en encontrar caminos en común entre esta casa que representa a todos los trabajadores formales e informales”, resaltó Héctor Daer, uno de los nuevos popes de la CGT y diputado nacional por el Frente Renovador. Y caracterizó como “día histórico” el encuentro. “Entre los trabajadores no hay diferencias, entre la suerte que tuvimos algunos de estar en la formalidad y la injusticia que tuvieron otros de estar en la informalidad”, dijo, luego del encuentro con dirigentes de la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Evita y la Confederación de la Economía Popular, entre otros.
Por el lado de la CGT, además de Daer, estuvieron los otros dos secretarios, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Abel Frutos (Panaderos), Argentino Geneiro (Gastronómicos), Pablo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), Jorge Sola (Seguros), y Víctor Santa María (Suterh). Carlos Alderete, Fernando “Chino” Navarro, Emilio Pérsico y Esteban Castro estuvieron entre los representantes sociales. El reclamo al gobierno de Mauricio Macri para que “declare la emergencia social” y llame a un “diálogo multisectorial” ante el “incremento de la pobreza” y el “deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores” fue uno de los puntos compartidos.
Reclamos
Antes del inicio del encuentro, Daer ya había dejado alguna pauta. Dijo que la central obrera espera que el Gobierno “empiece a dar respuesta sobre los temas que preocupan” como la “caída del empleo y el poder adquisitivo” y el “aumento importante de la pobreza”. Después de la reunión no dejó de ser crítico, pero tampoco apuró definiciones. Por caso, los líderes de la CGT coincidieron en que será en el marco del confederal de la central del 23 de septiembre próximo que se decidirán los pasos a seguir.
Acuña y Schmid también se mostraron críticos. El dirigente de los trabajadores de las estaciones de servicio dijo que el presidente Macri “tomó posición” y que está “del lado de los empresarios”, y lo desafió a que, si no es así, detalle “qué actitudes tuvo a favor de los trabajadores”. El dirigente del gremio de Dragado y Balizamiento, entretanto, calificó de “tensa” la relación con el Gobierno y afirmó que “es una fantasía pensar que la CGT va a seguir directivas”. Y señaló que aún no conocen “ningún borrador” del proyecto para modificar el impuesto a las Ganancias, algo que les había prometido el Gobierno días atrás cuando fueron recibidos por funcionarios nacionales; entre ellos, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
Actores
Por el lado de las organizaciones sociales, el coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez señaló los puntos en común con la CGT. “Coincidimos con la central obrera en que el Gobierno declare la emergencia social y convoque a un diálogo multisectorial, para adoptar luego medidas urgentes que permitan revertir el incremento de la pobreza y el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores”, dijo. Y anticipó que Barrios de Pie volverá a instalar el viernes próximo ollas populares en unas 100 esquinas de la Capital Federal, con el fin de “exigir mejoras para los cooperativistas y beneficiarios de planes sociales”.
Entretanto, Juan Carlos Alderete, coordinador nacional del Movimiento de Desocupados de la CCC, señaló a la agencia DYN que las organizaciones sociales fueron invitadas a asistir a “una nueva reunión en la sede de Azopardo”, pactada para el 24 de septiembre próximo -al día siguiente del confederal-, a la cual “también concurrirán integrantes de la Pastoral Social de la Iglesia Católica”.