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Entre críticas y chicanas, Aranguren justificó aumentos

Ante un plenario de cuatro comisiones, con la presencia de 120 diputados y la ausencia de De Vido, el funcionario defendió su gestión durante más de siete horas de interpelación.

17 agosto de 2016

El Gobierno superó el primero de los desafíos de esta semana, a la que considera clave. A la espera del fallo que mañana dictaminará la Corte Suprema de Justicia ?sobre las suspensiones de los aumentos en las tarifas de luz y gas?, el ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren, se presentó ante 120 diputados en un plenario de cuatro comisiones para brindar un informe de gestión, bajo sospecha por irregularidades en la implementación de las subas en las tarifas y acusaciones de incompatibilidades en sus funciones.

El logro político de la oposición en la frustrada sesión especial de la semana pasada, se plasmó ayer con la presencia del ministro. El oficialismo tomó la posta del reclamo y envió al Poder Ejecutivo la invitación al funcionario del Poder Ejecutivo, que no tuvo más alternativa que acercarse al anexo C de la Cámara de Diputados y escuchar reproches, acusaciones y reclamos por parte de la oposición a las que, en general, aludió delegando la responsabilidad a la “pesada herencia” o defendió, con más fluidez y habilidad para responder chicanas que la esperada en la previa. Una convocatoria pocas veces vista en reuniones de comisión, entre legisladores, asesores y prensa, Aranguren participó del plenario conformado por las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Obras Públicas, Derecho al Consumidor y Energía, que contó con la ausencia del presidente de esta última, Julio De Vido, exministro de Planificación y encargado del sector energético durante los doce años kirchnerismo. Con la conducción del macrista Luciano Laspina, el interrogatorio duró más de siete horas, con una sola interrupción.

Herencia

“Como la única verdad es la realidad, la realidad que hemos recibido es que en estos últimos doce años Argentina pasó de tener energía abundante exportada y barata, a tener energía escasa, importada y cara”, con esas palabras inició la interpelación el ministro, y argumentó que el aumento fue “gradual, como lo permitía la herencia recibida”. “El sector que recibimos manifestaba un gran desorden en su funcionamiento, con roles y responsabilidad equivocadas, alta discrecionalidad y falta de transparencia” continuó Aranguren, responsabilizando de la situación al gran ausente. Para justificar la falta de audiencias públicas, justificó que “al contar con el precio del gas en boca de pozo y lo que es el costo de la generación, consideramos que no era necesario”. El ex CEO de Shell, y actual accionista de la empresa, debió responder a las acusaciones por incompatibilidad a ley de Etica Pública, a las que respondió que “no hay funcionario en este Ministerio que tome decisiones con empresas a las que estuvo vinculado en los últimos tres años".

Argumentos

La situación se prestó a cruces y chicanas entre el ministro ?custodiado por Laspina y el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri?, y diputados de toda la oposición en su conjunto, con argumentos desde todos los ángulos. El primero de los enfrentamientos verbales ocurrió cuándo tomó la palabra la massista Graciela Camaño, que le pidió al ministro que “no nos tome de pavotes” y le señaló que con su gestión, “pasamos de Guatemala a Guatepeor”. El diputado del Frente Renovador, Marco Lavagna, referente económico del massismo en el Congreso, señaló que “no tiene en claro cuál es la política energética que se está siguiendo y a dónde vamos”. “Estamos faltos de una estrategia en términos energéticos que quizá la tengan pero no la entiendo”, agregó. El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, aseveró que “estamos en el peor de los mundos: los precios son altos, las empresas despiden y tenemos 38% de la caída de la actividad petrolera”, en un duro análisis de la gestión de Cambiemos, lo que valió la respuesta del jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, que acusó al kirchnerismo de haber dejado “el desastre más grande” en materia energética. El resultado fue minutos de abucheos, cánticos, e insultos de un lado al otro del salón.

Faltazo

Laspina presentaba a los presidentes de las comisiones, y al turno de Energía, conocedor de la situación, el macrista soltó “Julio De Vido, que todavía no se ha presentado y lo estamos esperando”. Al instante el jefe de la bancada FpV, Héctor Recalde, adelantó que el exfuncionario “no se va a apersonar pero dejó una nota”. La nota, argumentaba que “en virtud del intento explícito del Gobierno Nacional y sus diputados de promover un debate enfocado en mi persona, en lugar de dar explicaciones que espera la sociedad, quiero informar que no estaré presente en el plenario de comisiones del día de hoy”. El oficialismo contaba con su presencia, para contraponer la figura del cuestionado Aranguren con la del multiprocesado De Vido. El bloque opositor sabía que su presencia significaría una doble interpelación y disminuría las críticas al ministro. La decisión fue estratégica pero la ausencia, no calmó cuestionamientos sino que al contrario, provocó el enojo del oficialismo y parte de la oposición. Quién sí dijo presente, fue el diputado Máximo Kirchner, poco frecuente en reuniones de comisión.

Con respecto a lo que viene, y al fallo del Máximo Tribunal, el ministro sostuvo que “estamos a la espera de una decisión de un recurso extraordinario que hemos impuesto ante la Corte Suprema por un fallo que consideramos no fue hecho conforme al derecho”. El Frente Renovador argumentó sentirse conforme con su presencia mientras que el FpV y el bloque Justicialista adelantaron que el tema debe continuar en el Congreso.

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