“El problema estructural de la Argentina es el empleo. Para derrotar la pobreza, como pide el presidente Mauricio Macri, hay que crear empleo de calidad”, sostuvo ayer el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y aseguró que con el plan de obras públicas del Gobierno que “ya está en marcha”, se generarán 400.000 puestos de trabajo.
Según los números del funcionario ?respaldados por los datos del Sistema Integral Previsional Argentino (SIPA) publicados esta semana?, en Argentina hay 6 millones de empleados formales privados sobre 19 millones de personas que forman la población economicamente activa. “Es muy poco”, consideró, y a esto le sumó que “hay 5 millones de informales y 3,5 millones de cuentapropistas, que no tienen el trabajo que quieren”.
Para Cabrera, el estancamiento del empleo durante las últimas décadas responde a “la falta de productividad de la Argentina” y sostuvo que para atacar ese problema cuentan con el Plan Productivo Nacional, que es la hoja de ruta del gabinete económico e incluye estrategias específicas para cada área. Al respecto, mencionó la necesidad de trabajar en “el costo del capital; la capacitación para el trabajo y la reducción de los costos por litigiosidad; la infraestructura, el sistema tributario, la desburocratización, la defensa de la competencia y la integración al mundo”.
Consultado sobre la pérdida de empleos que se registró en el sector privado durante el primer semestre, que alcanzó a 115.000 personas, especialmente en el sector de la construcción, el funcionario explicó que se debió al parate de la obra pública, “por cuestiones transparencia y demás”, pero que “ya se está poniendo en marcha”. Lo cierto es que los números no muestran todavía una reactivación: según el SIPA el empleo en la construcción continuó cayendo en julio (0,1% mensual y 13,2% interanual) y según el último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) en julio hubo una baja interanual del 20,7% en el consumo de cemento, siendo una caída resultó más pronunciada que la del mes pasado y la segunda más importante del año.
Cabrera mencionó dos grandes vertientes del plan de obra pública del Gobierno: “Transporte y mejora logística, que tiene que ver con rutas y puertos, y el Plan de Nacional de Aguas, que es saneamiento y agua potable”. El ministro estimó que con todos los proyectos involucrados se creará empleo para 400.000 personas.
“El movimiento de la actividad empezó en este segundo semestre, ya está en marcha, pero se va a ver en los primeros meses del año que viene”, dijo Cabrera, y repasó el plan: “En el primer semestre dijimos que íbamos a ordenar la macroeconomía y que en el segundo iba a empezar a bajar la inflación, pero además ya se lanzó la obra pública y están llegando inversiones”.
Cabrera se refirió también a la polémica entre el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. “La mirada del ministro de Hacienda es más de corto plazo y yo coincido en que la inflación va a dejar de ser un problema en el corto plazo”, mientras que el titular del Banco Central “es más cauteloso porque es el responsable de las metas de inflación y de las políticas monetarias que influyen directamente sobre la inflación”.
El ministro aprovechó para deslizar una crítica a los empresarios, al decir que la suba de precios “tuvo que ver con una especulación del empresariado por creer que el tipo de cambio iba a subir más de lo que subió y se pasaron de rosca”. “Lo que está pasando ahora es que tiene que bajar los precios para poder vender”, agregó, admitiendo la evidente retracción del consumo.