“Argentina necesita una revisión urgente de su anticuado y costoso sistema de navegación aérea”, dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la International Air Transport Association (IATA) y puso en alerta a la industria del mercado local que muestra en los últimos meses aspiraciones de expansión.
Aerolíneas low-cost como Flybondi, Norewgian y Avianca ya anunciaron que negocian el desembarco en el cielo argentino el próximo año. Y la empresa Latam también afirmó que ampliará su oferta de viaje con opciones de bajo costo. Pero la llegada de los nuevos jugadores se da en un contexto complejo: Argentina ocupa el puesto 114 de un total de 141 países en el ranking de calidad de infraestructura.
En este sentido, Juniac destacó en el último foro de líderes de aerolíneas en la Ciudad de México que la clave está en la cooperación. “Aerolíneas, gobiernos y operadores aeroportuarios necesitan asociarse para ofrecer soluciones eficientes y económicas que respondan a las necesidades reales del mercado en coste y capacidad”, dijo.
En alza
La entidad espera un crecimiento acelerado del flujo turístico para la región. El número de pasajeros en Latinoamérica y el Caribe llegará a los 658 millones en 2035, poco más del doble de los viajeros de 2015. Argentina recibe por año alrededor de 6 millones de extranjeros a través de Ezeiza.
Esta multiplicación de la demanda tendrá un fuerte impacto en el empleo de estos países: los puestos de trabajo de la aviación crecerán de 5,4 millones a 8,4 millones en el mismo período. Y la contribución de la aviación al PIB regional pasará de los US$ 176.000 millones hasta los US$ 380.000 millones en 20 años.
Frente a esta expansión, IATA plantea la necesidad de que los gobiernos de la región solucionen los problemas de infraestructura para impulsar a la industria. Los desafíos tienen que ver, además, con costos operacionales muy elevados y una carga impositiva alta. Por otro lado, las reglamentaciones son onerosas y, a menudo, no están en consonancia con las normas internacionales.
IATA identifica dos problemas a los que hay que estar atentos a mediano plazo:
La capacidad debe crecer en línea con la demanda. Las limitaciones que presentan los aeropuertos de Argentina, Colombia, Perú y México reflejan el problema de capacidad aeroportuaria que sufre la región. Y aunque ya se han puesto en marcha planes para resolver esta situación, tendrán que pasar años antes de que el problema se resuelva, con el consiguiente perjuicio para el empleo y el crecimiento económico.
La privatización de los aeropuertos debe estar bien regulada. Según dio cuenta Juniac, la fortaleza del sector privado para mejorar las infraestructuras requiere una regulación firme para proteger a los usuarios del abuso de los monopolios. “Los gobiernos deberían otorgar concesiones de las infraestructuras a socios alineados con el interés a largo plazo de mejorar la conectividad aérea para un crecimiento económico sostenible, en lugar de perseguir el beneficio económico a corto plazo de aquellos que presentan la oferta más alta”, explicó. Y dio el ejemplo de Chile donde la prefinanciación del proyecto de ampliación de la terminal de Santiago provocó una fuerte subida de las tasas aeroportuarias.