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Mejorar la integración, la competitividad y la innovación productiva

Cae la participación de las pymes argentinas exportadoras y el sector requiere una nueva agenda.

21 septiembre de 2016

Por primera vez en mucho tiempo el comercio internacional no es el motor del crecimiento de la economía mundial. Tras la crisis de 2008 el producto bruto global experimentó una leve recuperación en los años sucesivos pero 2014 marcó un nuevo punto de inflexión en el desempeño del comercio mundial, describiendo a partir de entonces siete trimestres consecutivos de caída, en parte por la baja de los precios internacionales de las commodities y también de productos industriales.

Recién en el segundo trimestre de 2016 parece mostrar cierta corrección, lo que algunos ven como “brotes verdes”, pero aún hay que esperar que se consolide la tendencia. Hay un dato más que explica con precisión el momento actual y es que la elasticidad importaciones - PIB es decreciente desde el año 2000. Esto quiere decir que la evolución de las importaciones por cada punto que crece el PIB mundial es cada vez menor.

En este contexto se mueven las exportaciones argentinas y las de sus socios del Mercosur, un escenario especialmente difícil para el segmento de las pequeñas y medianas empresas exportadoras (Pymex). Según datos oficiales, en 2015 los países del Mercosur registraron una caída del 16,3% interanual en sus exportaciones de bienes, mientras que las importaciones del bloque retrocedieron el 18,9%. En el caso de los servicios los guarismos son algo mejores pero no escapan a la coyuntura de la economía internacional.

Estos son algunos de los aspectos abordados por Ricardo Rozemberg, director del Observatorio Pymex del Instituto de Estrategia Internacional, de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), durante su disertación sobre la internacionalización de las pymes en contextos complejos, en la jornada por el Día de la Exportación que la CERA celebró ayer en el Plaza Hotel.

Rozemberg destacó que el 88% de las empresas exportadoras en el Mercosur son pymes, sin embargo, si se mide la participación en valores exportados, las pymes argentinas representan apenas el 9% del total (US$ 3.701 millones en 2015) y las brasileñas alcanzaron el 19% el año pasado, en tanto que las uruguayas rondan el 10% las de Paraguay son 20% del total de las exportadoras de su país.

Además, es notoria la pérdida de presencia de las pequeñas y medianas empresas exportadoras de la Argentina. De acuerdo a los números presentados por el economista, entre 2011 y 2015 el número de pymes exportadoras argentinas se contrajo casi 30%, pasando de 6.610 empresas que vendieron al exterior en 2011 a 4.717 el año pasado. Así, casi 1.900 firmas nacionales dejaron de exportar. En el caso de Brasil los números son semejantes.

Las razones

Entre los factores que explican esta actualidad de las pymes exportadoras en la subregión, hay algunos que pueden ser considerados coyunturales y otros más bien estructurales, aunque no acuerdo entre los analistas. Entre los primeros, Rozemberg mencionó la débil recuperación de las economías desarrolladas; barreras transitorias al comercio, producto de políticas proteccionistas; el acortamiento coyuntural de las cadenas de valor, esto es la concentración de actividad en las casas matrices o los países de origen retirando inversiones en otros mercados; y la retracción internacional de los capitales internacionales.

Pero probablemente, sea más interesante analizar los factores estructurales, que definen el momento actual. Para Rozemberg inciden el “fin de la integración de China y Europa del Este al mercado mundial, en un efecto que los analistas denominan “efecto transicional”; el acortamiento “estructural” de las cadenas de valor; las nuevas tecnologías (impresoras 3D) y robotización que reemplazan el comercio; así como la sustitución de importaciones de China. Un caso muy claro fue que ese país redujo sus compras de aceite de soja de la Argentina y ahora privilegia la importación de porotos para industrializar una parte allí.

En este punto, el camino para las pymes que quieran exportar debe apuntar a mejorar la competitividad y la innovación. Entre otros factores, se requiere para ello, de una estabilidad macro y precios relativos adecuados; complementariedad y no competencia entre la inversión pública y privada; instrumentos de facilitación del comercio y la inversión; mejoras de logística y e infraestructura para la exportación; mayor interacción entre pymes y grandes empresas y acceso a financiamiento en condiciones competitivas. Y hacer hincapié en “mayores esfuerzos de integración productiva regional”, enfatizó Rozemberg.

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