El modelo de la economía circular está cada vez más arraigado en la cultura de las empresas argentinas. El planteo lineal de utilizar recursos, producir y desechar se cuestiona desde hace tiempo y se transforma en un contexto en el que el desarrollo sustentable es parte del corazón de los negocios. Con acciones que van más allá del simple reciclaje, las compañías idean propuestas que apuntan a un círculo virtuoso entre producción, consumo y medio ambiente.
Kimberly Clark: la empresa desarrolló un proceso de recuperación de residuos en sus tres plantas de producción y la casi totalidad de sus desechos son reciclados, reingresan al proceso productivo o son destinados a otros procesos. El objetivo es minimizar el impacto ambiental para llegar a la meta interna de 0% de envío de residuos productivos a relleno sanitario. Kimberly-Clark cuenta con tres plantas productivas en el país, ubicadas en Pilar, Bernal y San Luis. Con soluciones innovadoras, la compañía logró convertir sus residuos productivos como lodos de tratamiento primario, celulosa, metal, cartón corrugado y plástico, en ladrillos, perchas, pallets, placas aglomeradas y compost. El proceso de recuperación de barros de la planta de Bernal es uno de los casos más interesantes y complejos. Todos los barros generados en el tratamiento primario de los efluentes son llevados a una empresa que fabricaladrillos cerámicos que los reutiliza en sus sistemas productivos.
Clorox: Premiada por Conciencia, la propuesta de reciclaje inclusivo de de la compañía apuesta a integrar distintas cooperativas de recuperadores urbanos en el proceso de tratamiento de sus residuos. En Aldo Bonzi, La Matanza, donde se encuentra la planta principal, acompañaron el desarrollo y crecimiento de la cooperativa local, Reciclando Sueños. La entidad, conformada en 2001 por cartoneros dedicados a la recolección, reciclado y transformación, es la encargada de gestionar los residuos, y a la vez capacitar a empleados y comunidad. Asimismo, el CONICET desarrolla contenidos y brinda capacitaciones de separación en origen junto a la cooperativa. Organismos ambientales, provinciales y municipales acompañan e impulsan el proyecto y los empleados de Clorox forman parte del voluntariado a los vecinos y colegios de la comunidad junto con Asociación Conciencia. A su vez, la empresa contribuye a la instalación de puntos limpios en las escuelas de manera tal de hacer efectiva esa recolección diferenciada en la comunidad.
Dow: La empresa está buscando liderar el camino hacia una economía circular que rediseñe, recicle, reúse y reprocese los materiales para mantenerlos en el más alto valor de uso el mayor tiempo posible. “La economía circular es a la vez una solución a la preservación del planeta y sus recursos y una forma de proteger los negocios existentes”, aclaran desde la compañía. La posición de liderazgo en la manufactura de materiales plásticos para empaque y soluciones para provisión de agua, da a Dow la oportunidad para aplicar la ciencia y la tecnología teniendo en cuenta el ciclo de vida de cada producto. Asimismo, la innovación en química brinda posibilidades de conversión de desechos en nuevos productos y aplicaciones.