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“Si Maduro quiere buscar un culpable, que mire el espejo”

09 noviembre de 2016

La persecución del régimen chavista a Ricardo Hausmann, el reconocido economista venezolano que dicta clases en Harvard y es columnista habitual de El Economista, sumó un nuevo capítulo hace unos días. El 3 de noviembre y en un discurso televisado, Nicolás Maduro lo calificó como “un traidor y mil veces traidor”, lo sindicó como “el principal operador financiero del bloqueo y la persecución financiera contra Venezuela” y tramar un oscuro complot contra Venezuela. “Hay que requerirlo con código rojo y hacerle un juicio”, agregó Maduro.

La historia arrancó hace un tiempo. Hace dos años, Maduro ordenó al Fiscal General de Venezuela que procediera contra Hausmann tras un artículo en el que el economista argumentaba que el Gobierno debía considerar el default de su deuda externa para evitar que el pueblo venezolano sufriese mayores dificultades económicas. En 2015, Maduro hizo pública una conversación privada entre Hausmann y un empresario venezolano, y ordenó que fuera procesado.

Tras las palabras de Maduro, el economista Dani Rodrik (también profesor en Harvard) lideró una iniciativa para para expresar el apoyo de la comunidad académica para con Hausmann. “En sus artículos y recomendaciones de política económica en relación a Venezuela, el profesor Hausmann ha ejercido su derecho a la libertad de expresión, esencial en cualquier sociedad abierta. La respuesta del presidente Maduro a estas actividades es una muestra clara de la falta de respeto de su régimen por la libertad de expresión y el Estado de Derecho. Afirmamos que los ataques del presidente Maduro contra el profesor Hausmann son tanto inaceptables como lamentables. Nos solidarizamos con él en contra de estos ataques”, sostiene la breve carta que han firmado, hasta ahora, más de 200 economistas.

Entre ellos figuran varios argentinos, como Federico Sturzenegger, presidente del BCRA; Guillermo Calvo; Domingo Cavallo y su hijo Alberto; Juan José Cruces; Bernardo Kosacoff; Guido Sandleris; Pablo Andrés Neumeyer; Roberto Frenkel y Sebastián Galiani, entre otros. También figuran varios pesos pesado, del gremio, como Barry Eichengreen, Carmen Reinhart, Kenneth Rogoff, Joseph Stiglitz, Augusto de la Torre y Daron Acemoglu. También sus alumnos se expresaron en la redes con el hashtag #EstoyConHausmann. “La intelectualidad superará la dictadura”, escribió uno en su cuenta.

El propio Hausmann escribió una carta ayer. “Me encuentro con que Nicolás Maduro nuevamente me quiere hacer responsable de su fracaso. Aparentemente, el problema financiero de Venezuela no tiene nada que ver con decisiones tomadas por él ?déficit fiscal de 20% del PIB, control de precios, diferencial cambiario de más de 2.600%, inflación de 3 dígitos, expropiaciones? sino con una supuesta conspiración liderada por dos intelectuales venezolanos”, dijo Hausmann. El otro intelectual es Moisés Naím, escritor, columnista y global speaker.

“Es realmente insólita la capacidad de Maduro de culpar a los demás por cosas que son de su estricta responsabilidad. A Venezuela la consideran el país más riesgoso del mundo porque, como lo dijera The Economist, es el país peor administrado del mundo. Las calificadoras de riesgo, con las que no me he topado en años, tienen una opinión muy positiva de Bolivia, pero no ven a Venezuela con los mismos ojos. ¿Será que los niveles de deuda, de déficit, de emisión monetaria, de expropiaciones, de distorsiones cambiarias tengan algo que ver en esa diferencia de calificación entre países del ALBA?”, agregó, filoso, Hausmann, quien se refirió a Maduro como “ese violador de la Constitución y los derechos humanos” y como “el déspota que manda en Venezuela”.

“El problema de Venezuela no somos Moisés Naím y yo. Si Maduro quiere buscar un culpable, que se mire en el espejo. Son Maduro y su pajarito eterno los que desperdiciaron el mayor boom petrolero de la historia del país y ahora no tienen como pagar sus compromisos”, dijo Hausmann. “Maduro no es capaz de administrar la crisis en la que metió a Venezuela. No es capaz de entender sus causas, diseñar soluciones, construir alianzas, perfilar un futuro viable y promisorio y entusiasmar a venezolanos y extranjeros a que participen en la construcción del país. Más bien, Maduro cree que nombrando 27.000 nuevos fiscales de precios y desplegando a la Guardia Nacional Bolivariana en la frontera va a recuperar la economía del país.

Maduro cree que los problemas del país son causados por una guerra económica, sin darse cuenta de que son sus políticas las que le han hecho la guerra a las posibilidades económicas del país. Y esa guerra sí la está ganando. Venezuela tiene futuro, pero Maduro no sabe dónde queda ese futuro y no sabe cómo conducirnos a él”, concluyó Hausmann.

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