Entrevista a Ezequiel Zambaglione, Puente
Ezequiel Zambaglione, Head de Estrategia & Research para Wealth Management en Puente, es un avezado lector de la marcha de los mercados financieros, tanto globales como locales, y sus diversos activos. Hacia él fue El Economista para hablar de?sí, adivinó, “el efecto Trump”.
Ganó Trump y los mercados, más allá de que hubo bajas y pérdidas, no se desplomaron. ¿Qué lectura hace?
Es cierto. La caída se dio básicamente en los emergentes y no hubo un “flight-to-quality” tan fuerte hacia el euro, el yen, el oro o los bonos de Tesoro. Eso no se dio, creo, porque obtuvo la mayoría en ambas cámaras. El mercado interpretó allí que es más probable que Trump expanda el gasto fiscal en infraestructura y reduzca los impuestos, como había prometido. Eso explica porque el S&P, y los demás índices, están subiendo, sobretodo las acciones vinculadas al crecimiento. Además, eso explica el movimiento en la parte larga de la curva de EE.UU., que están incorporando ese mayor déficit. Eso implica una aceleración de la inflación, que ya se refleja en las expectativas y también un mayor nivel de emisión del Tesoro de EE.UU. que va a poner presión sobre la parte media y larga de la curva, que son las tasas que más están subiendo.
Según el mercado, las probabilidades de una suba de tasas de la Fed en su próxima reunión de diciembre son muy elevadas. ¿Coincide?
Es así. La probabilidad es de 95%. Incluso, en los futuros se ve que el mercado ahora incorpora dos subas más en 2017, y ya no una sola. Es una visión lógica por las expectativas de mayor inflación, que ya se están ubicando en el target de 2% de la Fed y, por otro lado, la perspectiva del estímulo fiscal que mencionaba, que compensarán el impacto del menor estímulo monetario. Tiene más margen.
El potencial impacto sobre Argentina va desde los limones tucumanos hasta el blanqueo y la capacidad de que el soberanoemita en los mercados en 2017. ¿Cuál considera que es el mayor impacto del “efecto Trump”?
El crecimiento. En definitiva, eso es lo que determina el spread de los bonos en dólares y las variaciones del equity. Los canales del impacto son dos. El primero es el financiero y tiene que ver con la suba del costo del financiamiento y, el segundo, es el de las inversiones, cuya llegada podría demorarse si Trump baja los impuestos en EE.UU. El crecimiento del 2017 en Argentina está anclado en la inversión, tanto en infraestructura financiada con deuda pública como por inversión directa. Consideremos que 20% del flujo de IED que se esperaba iba a venir de EE.UU. Todo esto pone riesgo en las proyecciones de crecimiento.
Dado ese efecto, y la necesidad del Gobierno de llegar a las elecciones con una economía en movimiento, ¿imagina que cambiará su estrategia o buscará estimular vía fiscal?
Es muy pronto como para empezar a pensarlo porque mucho de los que estamos hablando es en potencial. El Gobierno seguirá con su estrategia hasta que tenga más certidumbre acerca de lo que puede pasar.
El dólar subió en Argentina, pero menos que en la región y luego bajó. Según algunos, porque el ingreso de dólares sigue firme pese a un mayor riesgo global. ¿Qué lectura hace?
El salto de $15 a $15,50 o $15,70 tiene que ver con un ajuste por riesgo global, aunque el peso se movió un poco menos que las demás monedas regionales. Era esperable y se seguirá moviendo en línea con las regionales, aunque es posible que se mueva menos que las demás monedas por los factores idiosincráticos como las expectativas de flujos por el sinceramiento fiscal, la liquidación de la cosecha de trigo o las tasas de interés reales que incentiva la llegada de capitales.
¿Qué expectativas tiene para el Merval?
A nosotros nos gusta pensar el Merval no como un todo sino como compuesto por tres grandes grupos: los activos ligados al crecimiento y las exportaciones; los ligados a los servicios públicos y, por último, los vinculados a la energía. Los de servicios públicos deberían ser los más aislados al contexto internacional, y eso se vio porque las empresas de utilities fueron las que menos reaccionaron. Las ganancias de esas compañías dependen más de la revisión tarifaria integral que del mundo. Lo que tiene ver con petróleo y gas, hay que separar las empresas que su nivel de ingreso está afectado por el precio internacional como Tenaris o Petrobras Brasil de YPF o Petrolera Pampa, aunque hay alguna correlación. Pensemos que YPF vende el petróleo a precio local y, además, a sus refinadoras. Algo similar pasa con Petrolera Pampa y el gas. Los activos más vinculados al crecimiento, entre ellos los bancos, son los más afectados.