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Biden a los antivacunas: “Nuestra paciencia se está agotando”

Ante el crecimiento (evitable) de la ola de contagios, Biden impulsa la vacunación obligatoria.

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10 septiembre de 2021

Una nueva ola de coronavirus está golpeando a Estados Unidos y el presidente Joe Biden está decidido a detenerla. Con un promedio de más de 150.000 casos diarios, EE.UU. ya superó los 40,6 millones de infectados y los 654.000 muertos, lo que lo convierte en el país con más decesos en todo el mundo. Los expertos coinciden: la ola actual podría haberse evitado.

Según los especialistas, hay dos grandes causas que generan esta tendencia: por un lado, la mayoría de los casos corresponden a la variante Delta, mucho más contagiosa que su predecesora. Por el otro, aún hay un gran porcentaje de la población que todavía no se vacunó.

Pese a haber realizado una de las campañas de vacunación más exitosa del mundo, tan solo el 53% de los estadounidenses están completamente inoculados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La mayoría de las personas que se oponen a recibir una dosis alegan cuestiones de libertad individual.

Ante esta situación, el líder demócrata exigirá que todos los empleados federales se vacunen contra el coronavirus, mientras que el Departamento de Trabajo emitirá una orden que requerirá que las compañías con más de 100 empleados vacunen a su personal o les exijan test semanales. Estas medidas cubrirán aproximadamente a dos tercios de todos los trabajadores del país.

El nuevo plan de Biden también demandará vacunas para más de 17 millones de trabajadores de la salud en hospitales y otras instituciones que participan en los programas sociales de Medicare y Medicaid para personas pobres, discapacitados y mayores.

Ayer, en una conferencia de prensa, Biden declaró: “Mi mensaje a los estadounidenses no vacunados es este: ¿Qué más hay que esperar? ¿Qué más necesitan ver? Hemos hecho que las vacunas sean gratuitas, seguras y convenientes".

"Más de 200 millones de estadounidenses se han puesto al menos una dosis. Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando (...) Por favor, hagan lo correcto", agregó.

A partir de ahora, los trabajadores federales tendrán 75 días para vacunarse. En el caso de negarse, serán remitidos a recursos humanos para recibir asesoramiento y posibles medidas disciplinarias.

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