La presentación del presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, ayer en la 22° Conferencia Industrial de la UIA fue uno de los puntos altos del encuentro industrial en Parque Norte.
Sturzenegger repitió el argumento del presidente, Mauricio Macri, para explicar la recesión que atraviesa la economía local. Si bien aseguró que no era intención derivar responsabilidades, afirmó que la acumulación de stocks que realizaron empresas, hogares y la construcción ante la incertidumbre por la salida del cepo y su consiguiente desacumulación en el primer trimestre ayudó a la caída del PIB, junto con el mal desempeño de Brasil.
La inflación
El tema principal de la disertación fue la desinflación. Dijo: “El menor nivel de inflación que estamos presenciando actualmente está generando las condiciones para una reversión de la recesión que comenzó a mediados del año pasado”. Acerca del alto nivel inflacionario de la interanual y del acumulado, sostuvo que está relacionado con la alta emisión del año pasado. Luego aseguró que las principales críticas que recibió su plan antiinflacionario salieron de la propia UIA: “Debo decir (y creo que poder decir claramente las cosas, sin que sean leídas como una señal de confrontación, es un aspecto muy constructivo de los nuevos tiempos), que nuestra política antiinflacionaria ha encontrado en la UIA quizás a su crítico más acérrimo. Seguramente no todos en esta institución compartan esta crítica, pero al menos sí ha estado en boca de varios de sus dirigentes”. “Yo creo que atacar la política de desinflación del BCRA no sólo es un error, sino que lo es incluso visto desde la perspectiva de vuestros propios intereses”, sentenció.
Finalmente detalló las características y la filosofía del régimen de metas de inflación que decidió encarar la autoridad monetaria. Y sostuvo que no todos los industriales se ajustan al sendero marcado por el BCRA, y eso genera consecuencias negativas en su nivel de ventas. Comparó el desempeño de la automotriz, que sólo aumentó sus precios 3,2% desde mayo, con el de cemento Portland, que sostuvo aumentos de hasta 3% mensual. Así, expreso su reto: “Un buen ejemplo es el sector automotriz, que hizo compatibles sus precios con el accionar que viene mostrando la política monetaria. Los precios del cemento siguen desconectándose del sendero de desinflación que se visualiza en el resto de los bienes. Obviamente la evolución de la construcción ha sido diferente a la de las ventas de autos. Es que, en un contexto de desinflación, es un error subir por las dudas”. “Estamos convencidos de que la sociedad irá internalizando en sus decisiones de precios el sendero de desinflación anunciado por el BCRA, lo cual garantiza que la desinflación se producirá minimizando este tipo de desvíos de precios relativos en ciertos sectores específicos. Ojalá que este rato que paso aquí con ustedes contribuya para alinear nuestros esfuerzos y objetivos”, ironizó.
El crédito
También habló del pedido de los industriales de que haya crédito barato, posibilidad que rechazó de lleno: “El eterno pedido de los industriales, el crédito blando, es financiado por los depositantes, mediante una menor tasa de interés pasiva. Esto lleva a la inexistencia de depósitos y, por ende, a la imposibilidad del crédito. El concepto de créditos blandos es un oxímoron”.