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Se colocó mucha deuda, pero pagando una tasa más alta

Luego del intenso fin de semana, el mercado cerró un día bastante tranquilo para el dólar

Pérdidas para los bonos y más riesgo país.
Pérdidas para los bonos y más riesgo país. Archivo
Luis Varela 30 agosto de 2022

El día arrancó con gran incertidumbre, por una triple estocada que se preveía como un indudable golpe para el valor de los activos: la sentencia de mayores tasas de interés del jefe de la Fed en Jackson Hole, el fin de semana tan alterado en torno a la casa de la vicepresidenta Kirchner y el rumor de una devaluación inminente, que le plantearía el número dos de Economía Gabriel Rubinstein a su jefe inmediato Sergio Massa.

La suba de tasas de la Fed tuvo su impacto global. Las tasas largas de los bonos norteamericanos treparon más: hasta 3,3% anual a 5 años, 3,1% a 10 años y 3,3% a 30 años. Y eso motivó una suba fuerte del dólar en los mercados asiáticos: subió 0,7% contra el yen y 0,5% contra el yuan. Pero luego las variaciones no fueron tan favorables para el billete verde: subió 0,2% contra la libra, no cambió en México, pero bajó 0,3% contra el euro, 0,7% en Brasil y cedió 1,1% en Chile.

A nivel local la comidilla de arranque tuvo que ver con la divulgación de una estrategia que supuestamente implementaría Rubinstein a partir del próximo jueves, con un programa que buscaría eliminar el déficit fiscal de manera “creíble”. Con desdoblamiento cambiario y una devaluación del dólar oficial del 50%, que lo llevaría a $200 desde el 1° de septiembre. Una ampliación de las subas de las tarifas de los servicios públicos hasta el 100% y eliminación de transferencias discrecionales a las provincias, con recortes lisos y llanos en inversión pública. Y, en caso de que no se quisieran aumentar tanto las tarifas, la idea sería encontrar consensos con la oposición para incorporar una suba moderada de impuestos.

Pero, si se quiere, lo más tragicómico del día fue que el propio Rubinstein, para desactivar esa versión, le mandó un audio a economistas con los que frecuentemente tiene contacto (con los que ahora no debería hablar porque sus adelantos pueden ser calificados como "inside information" o información privilegiada). El caso es que en ese audio el viceministro desmintió todo el rumor, pero con un detalle que heló la sangre de quienes lo escucharon: "no estamos pensando en una devaluación inminente", por lo que quizás no sea el jueves temprano, pero nadie sabe...

Las cotizaciones del dólar

El caso es que el mercado cambiario argentino mostró una aceleración en el crawling peg (micro devaluación de los tipos de cambio oficiales), por lo que tanto el dólar turista como el oficial y el mayorista se están acercando a una suba de casi 6% en lo que va de agosto, por lo que entre hoy y mañana (finalizando el mes) alcanzarán la variación estimada para la inflación mensual, que sería del orden del 6,5%, lo cual llevaría a la variación de los últimos doce meses a nada menos que 77%.

Con todo eso, el mercado cambiario volvió a tener ayer una nueva mala noticia. El BCRA logró comprar en el mercado de cambios US$ 11 millones, una cantidad muy reducida, pero al final de la jornada (considerando todas las operaciones de comercio exterior y la devaluación del yuan), la autoridad monetaria terminó perdiendo nada menos que US$ 90 millones. Y en este sentido, debe decirse que los tiempos se acortan: hasta fin de año, para cumplir con lo acordado con el FMI, Massa tiene que sumar US$ 175 millones por día de reservas en el BCRA, y en las tres semanas que lleva en el cargo no solo no hubo subas, sino que se perdieron reservas por US$ 888 millones, durísimo.

El impacto que tuvo esto en los precios de los dólares mostró valores sin variaciones para el blue y el Senebi, con leves retrocesos para el MEP y el contado con liquidación, mientras que como dijimos los dólares oficiales siguen avanzando. Pero la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue fue del 101% y la del CCL con el mayorista fue del 109%. Y esta diferencia sigue sin generar ninguna posibilidad de poner los números macro en orden.

Ayer, procrastinando, pateando todo para adelante para salir del escollo actual como sea, se comentó otro rumor, que por ahora no es más que eso. Como falló el dólar soja, en vez de devaluar, Massa probará con un certificado de crédito fiscal del 30% que los productores agropecuarios puedan usar en 2023. En una suerte de compensación impositiva sin mover el tipo de cambio general, en una movida que empezó a ser evaluada por los representantes de la mesa de enlace.

La colocación de deuda

A contramano de todo eso, Massa logró ayer una gran licitación de deuda en pesos, pero pagando más tasa de interés, como adelantamos en esta columna, y consiguiendo mucho más dinero del que siempre adelantan que salen a buscar, para que siempre parezca un gran éxito la colocación. Habían afirmado que buscaban $90.000 millones y finalmente, pagando una tasa del 77% anual, con 1.730 ofertas, el Gobierno logró colocar $285.901 millones en deuda, muy por encima de lo que necesitaba para completar pagos.

El 57% del dinero captado fue en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 16 de diciembre de 2022 (s16d2 - nueva), el 32% en una letra del Tesoro nacional en pesos ajustada por CER a descuento con vencimiento 16 de junio de 2023 (x16j3 - nueva), el 6% en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2023 (s31e3 - nueva) y el 5% restante en una letra de liquidez del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 30 de septiembre de 2022 (nueva). Como puede verse todo lo tomado vencerá pronto o muy cerca de la celebración de las PASO, si es que se realizan.

Detrás de toda esta movida, los títulos argentinos tuvieron una reacción bifurcada: los bonos volvieron a bajar, abandonando la poderosa suba previa a la tensión tras el pedido de condena contra Cristina Kirchner, pero las acciones argentinas continuaron viento en popa, logrando más precio, con más volumen de negocios, en otro día en el que las bolsas mundiales tuvieron otra rueda en rojo y con pronósticos ciertamente preocupantes.

Tal como señalamos, la triple estocada (Fed, fallo contra Cristina y expectativa de devaluación) hicieron caer nada menos que 2,5% promedio a los bonos, por lo que el riesgo país subió 18 unidades hasta 1.418 puntos básicos, el nivel más alto de los últimos siete días.

Gran día para la Bolsa

En cambio, la Bolsa porteña fue una fiesta. Mientras se vieron caídas de más del 2% en las bolsas europeas y asiáticas, hubo un descenso promedio del 0,8% en los índices de la Bolsa de Nueva York. Y en las bolsas latinoamericanas la de San Pablo logró cerrar sin cambios, después del tenso debate entre Bolsonaro y Lula (a menos de cinco semanas de las elecciones) pero la de México cayó 2%.

A nivel local, con $2.661 millones operados en acciones y $4.913 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1,7% (fue la mejor de todas). Y los ADR argentinos que operan en Nueva York no tuvieron bajas para destacar, y hubo una suba del 1 al 6% para YPF, TGS, Central Puerto, Edenor, IRSA, Telecom, Francés, Supervielle y Cresud.

La potente suba de las energéticas tuvo una explicación muy clara. Las commodities mostraron ayer una notable dispersión, a pesar de todo lo que viene advirtiendo el jefe de la Fed. Hubo un salto del 4,3% para el petróleo. Los granos estuvieron mixtos, tanto en Chicago como en Rosario. Los metales básicos estuvieron orientados a la baja, como si vinieran olfateando una inminente recesión global. Y con un dólar internacional tan sostenido, los metales preciosos actuaron débiles y las criptomonedas tampoco brillaron: el bitcoin bajó 0,6%, con todo el panel de cripto atravesando un complicado momento de inflexión.

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