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En los últimos 40 días el dólar le ganó a la tasa de interés

La Reserva Federal se reúne mañana y pasado y los mercados no esperan que suba la tasa de interés. Pero a pesar de ello, el dólar esta firme en el mundo. En Argentina acaba de subir 2,5%. Sin novedades con el blanqueo, los bonos y las accione siguen débiles.

19 septiembre de 2016

por Luis Varela

Mañana y pasado la Reserva Federal se reúne para decidir si sube la actual tasa un cuarto de punto. Prácticamente nadie espera que lo haga. Casi todos los especialistas están convencidos de que la suba será, irremediablemente, en diciembre. ¿Por qué suponen eso? La actual conducción de la Fed tiene más raíces demócratas que republicanas. El 8 de noviembre, el pueblo norteamericano decidirá quien sucede a Obama desde enero. Hillary Clinton y Donald Trump están casi empatados en las encuestas. Si la suba de tasas se hiciera ahora, la Bolsa de Nueva York sentiría el impacto y como el norteamericano común tiene sus ahorros metidos en acciones, Janet Yellen no hará que los votantes pierdan el valor de sus ahorros días antes de ir a votar, sobre todo sabiendo que Trump la sacará del cargo si llega a la Casa Blanca, tal como viene vociferando en plena campaña.

El caso es que, ya sea a partir de esta semana o desde diciembre, la Fed cobrará más caro el préstamo de los dólares, en un escalón que parece ser el segundo de varios. Y por esa tendencia el dólar se viene entonando nuevamente: desde hace dos meses mejoró 3,5% contra una canasta de monedas principales.

Y, casi como consecuencia de esa realidad monetaria, los precios de las materias primas están nuevamente debilitados: el petróleo acaba de bajar de US$ 48 a 43. Las onzas de oro y plata continúan sin fuerza. Los metales básicos están algo mejor, pero siguen arrastrándose por los mínimos de los últimos años. Y los granos también están con precios bajos, mucho mejor que a principios de este año, pero 30% más abajo que los valores que reinaron entre 2011 y 2014. Frente al ajuste monetario que viene muchos inversores de todas partes empiezan a intuir que la chorrera de deuda emitida en todas las latitudes tendrá más problemas de pago. Por ahora no se habla de defaults en masa, ni nada por el estilo, pero si se descuenta que muchos tenedores de bonos se encontrarán con la novedad de muchos canjes “voluntarios”. Esta semana, sin ir más lejos, mientras preocupa cada vez más la enorme deuda china, la venezolana PDVSA ofreció canjear hasta US$ 7.100 millones que debe pagar en 2017 por bono 2020, el premio es una tasa del 8,5% anual, más otros colaterales, en una suma que parece impagable, y en esto hay que considerar que provincias como Chaco acaba de tomar dinero prestado el mes pasado prometiendo pagar 9,5% anual.

En ese sentido, tal como ocurre con el resto de los bonos que inundan el mundo, los títulos públicos argentinos están con cotización entre lateral y bajista. Acaban de retroceder apenas (0,6%) y están en sus cotizaciones más bajas de los últimos cuarenta días. En paralelo con eso, los bonos estatales de todas partes están con precios contado más bajos: la tasa mundial promedio a diez años acaba de subir de 2,42 a 2,55% anual. Algunos países como Grecia, Portugal o Nueva Zelanda por ejemplo, están viendo de qué modo sus tasas largas vuelven a empinarse.

Efectivamente, el dólar está subiendo poco, pero contra todo. Sube algo en México, en Chile, en Brasil, y también en la Argentina. De hecho, en Buenos Aires, a lo largo de los últimos cuarenta días el dólar acaba de subir 2,5% (hasta $ 15,37 el oficial y $ 15,50 el blue), testeando los máximos históricos que tocó por unas pocas semanas en febrero y marzo pasados, y superando por primera vez en mucho tiempo la renta mensual que pagan los plazos fijos y casi empatando con la tasa de las Lebac. Y debe advertirse que otras monedas, no dólar, subieron 3% o más en el mismo lapso, indicando que el peso argentino está agachando valor nuevamente contra casi todos los signos monetarios.

Con el actual escenario mundial, las Bolsas del mundo están de capa caída, salvo Wall Street que se sostiene. Esta semana, gracias a la presentación de algunas empresas tecnológicas, el Nasdaq ganó 2,3%, pero el índice Dow Jones de papeles tradicionales de Nueva York subió apenas 0,2% y el resto de las Bolsas estuvieron todas para abajo: Madrid se derrumbó 4,3%, Frankfurt 2,8%, Tokio 2,6%, San Pablo 1,6%, México 1,2% y Buenos Aires y Santiago de Chile perdieron 0,9% cada una. Debe advertirse que la Bolsa porteña cotiza hoy exactamente igual que hace dos meses (los que estuvieron en tasa ganaron mucho contra acciones) y que en los últimos diez días los papeles privados perdieron nada menos que 4%.

¿Por qué este bajón de última hora para las acciones argentinas? Las empresas están presentando sus balances. Los números vienen en general rojos. Mientras Macri hace reuniones con los CEO que vienen y prometen de todo, hay muchas compañías pierden plata.

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