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“No es cierto que sea secreto el precio del gas”

Entrevista a Luis Felipe Sapag, Vicedecano de la UTN Regional de Neuquén.

01 septiembre de 2016

El fallo de la Corte Suprema que suspendió la suba de tarifas para el servicio de gas a usuarios residenciales en todo el país fue más allá de lo esperado por el Gobierno y extendió la necesidad de realizar audiencias públicas también para la definición del precio de gas en boca de pozo, que el Ministerio de Energía y Minería había subido este año de US$ 2,20 a US$ 5 el millón de BTU. En ese marco, en diálogo con El Economista, Luis Felipe Sapag, vicedecano de la Facultad Regional de Neuquén de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y diputado provincial, sostiene que el precio fijado por el Gobierno es “un buen promedio” y desmiente que el incremento en ese segmento haya sido el que más contribuyó a la suba de las facturas finales a consumidores por encima de 1.000%. “Los costos PIST son no menos de 60% de la cadena de valor. Si en esa porción el aumento es de 250%, ¿cómo llegás a 1.000% en solo 40% de la cadena? Bueno, hay impuestos ahí”, plantea.

Viene de la provincia gasífera por excelencia y, estas semanas, el precio de gas en boca de pozo estuvo en primera plana. ¿Cómo ve cómo se haya tratado el tema?

Es un tema que tendría que haber sido mucho más sencillo. Si el proceso que hay para aprobar aumentos en servicios estratégicos como es el caso del gas y la electricidad se hubiera hecho como corresponde, como dice la ley, no hubiésemos perdido un año en la normalización de todo el sistema de producción, refinamiento, distribución y consumo de energía, como lo estamos perdiendo.

¿El Gobierno perdió tiempo en no hacer la audiencia pública antes?

No estoy en condiciones de responder eso. Habrán evaluado mal los pasos legales, pero yo espero que le vaya muy bien a este Gobierno. Necesitamos que le vaya bien porque si no el país va a tener problemas.

¿Cómo cree que debe ser la propuesta de aumento del Gobierno ahora?

Es necesario que los precios no sean demasiado elevados, que el aumento sea progresivo, de manera que no signifique un choque para los sectores de menores ingresos, pero también es cierto que la producción de gas y de petróleo y, a partir de ella, de energía eléctrica, es un proceso complejísimo que exige inversiones. Precisamente, por no haber hecho esas inversiones, estamos en este momento con déficit en el abastecimiento. Algo de lo que no se está hablando es que un país para que tenga seguridad energética, tiene que tener reservas comprobadas de petróleo y gas. Eso significa que sean recursos que se hayan comprobado que se pueden extraer comercialmente. Los países buscan tener al menos quince años asegurados de reservas para estar tranquilos y eso significa que, además de extraer petróleo, hay que perforar para explorar. De eso no se está hablando y tiene que ser tenido en cuenta.

Desde la óptica del Gobierno, precisamente para eso es que se promovió el aumento del precio de gas en boca de pozo. ¿Los US$ 5 por millón de BTU son un buen precio, en ese sentido?

En primer lugar, no hay un solo costo de gas o petróleo. Cada pozo es distinto. Lo que sí hay es un precio de referencia. Y no es cierto que sean secretos los precios de gas en boca de pozo como se ha escrito en algún lugar. El precio Brent más US$ 10 de flete (porque el Brent es en Inglaterra), es un precio que las empresas hoy pueden abordar. No es grave. Y, en gas, si bien no hay un precio internacional, porque cada región tiene su costo y el transporte es caro porque hay que licuar el gas, transportarlo y después volver a regasificarlo, podemos tener algunas referencias. La primera es el gas que importamos de Bolivia, que hoy está muy bajo, pero aún así es un precio remunerativo para las empresas. Con ese valor podrían funcionar. Por otro lado, está siendo exitoso el desarrollo de gas no convencional de gas en Neuquén; YPF con Dow en El Orejano están produciendo muy bien el shale gas y a varias empresas ?entre ellas, Pluspetrol, PAE, Petrobras?, les está yendo muy bien con el tight gas. Si se normalizara la situación general, se desjudicializara y se pusiera un marco adecuado de precios tanto para el consumidor como para las empresas del sector, el panorama sería optimista en el sentido de que las inversiones van a crecer. De hecho, a pesar de esta transición que se está prolongando, de Neuquén no se fue ninguna empresa. Todo lo contrario, están firmando los contratos de preproducción. Si se arregla este embrollo institucional, judicial, somos optimistas.

El fallo de la Corte dice que también para el precio de gas en boca de pozo hace falta hacer una audiencia pública. ¿Coincide con esa lectura?

Sí, por supuesto. Si estamos hablando de economía de mercado, uno de los apotegmas y uno de los axiomas de la economía de mercado, es la transparencia de los costos. No creo que las empresas tengan ningún problema para revelarlo.

¿La suspensión de los aumentos va a retrasar la reactivación del sector?

En Neuquén hay 60 contratos nuevos, 20 de los cuales están avanzados, y esos contratos están funcionando. Tienen que cumplirlos y si no, tienen que devolver el yacimiento. No obstante, es cierto que esos ya estaban desde antes, y que lo que no ha aparecido es nuevos inversores.

Algunos críticos marcan que los gobernadores se quejaron de los aumentos en las boletas a los consumidores, pero celebraron el aumento del precio de gas en boca de pozo, que aumenta las regalías que reciben y que es precisamente lo que más contribuyó a la suba de las facturas finales. ¿Ve una contradicción?

No es tan así. Hay que ver la cadena de valor. La extracción, el precio del Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) estaba antes del incremento en alrededor de US$ 2,20 por millón de BTU promedio, entre los US$ 7,50 del gas nuevo y US$ 1,80 más o menos el gas viejo de Loma La Lata. Con el aumento, el de US$ 7,50 queda en ese valor, aunque hay que ver si sigue (el plan de estímulo), y el de Loma La Lata pasa a US$ 5,20, así que es alrededor de 250% de incremento, aproximadamente. Y una cosa es un incremento de 250% en el mayor de los casos y otra cosa es una suba en la tarifa de consumidores de más de 1.000%. Los costos PIST son no menos de 60% de la cadena de valor. Si en esa porción el aumento es de 250%, ¿cómo llegás a 1.000% en solo 40% de la cadena? Bueno, hay impuestos ahí. Por eso es muy bueno que se haga la audiencia pública, para que podamos hacer esas preguntas.

Si en su nueva protesta el Gobierno decide una convergencia más gradual a los US$ 5 por millón de BTU y fija un precio menor, ¿se opondrán?

Depende de los precios de cada una de las franjas. Una cosa es el gas para consumo domiciliario, otro es el que es para industria, el gas licuado, el no convencional. Habría que ver una por una, pero US$ 5,20 por millón de BTU es un buen promedio. Lo que no tiene sentido es que porque el gas de Loma La Lata, El Portón o Río Neuquén haya sido descubierto antes, ese gas sea pagado a US$ 1,5, cuando el gas puesto en el gasoducto más cerca en el tiempo se pague US$ 7,50. Eso no tiene sentido. Tiene que haber un solo precio.

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