Tras la suba de ayer del 3% promedio en el precio de las naftas y el gasoil, este viernes YPF sumó un incremento adicional sólo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que alcanza el 5,5%. Se espera que el resto de las empresas petroleras se adhieran a la medida.
Los estacioneros consideran que el nuevo aumento en CABA es para achicar la brecha de precios con respecto a lo que cuestan los combustibles en el conurbano bonaerense y el resto del país.
La suba del 3% del jueves pasado publicada en el decreto 681/2024 en el Boletín Oficial se explica por el incremento parcial del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que ronda el 1% y que se traslada de manera directa a los valores finales, y el resto corresponde a una decisión de las petroleras.
Esta actualización se combina con la devaluación mensual del peso ante el dólar oficial del 2%, lo que en el valor de las pizarras de las estaciones.
De este modo, el precio de la nafta súper en las estaciones de la red YPF en CABA cuesta $992, mientras la premium vale ahora $1226. Por su parte, el gasoil común tiene un valor de $ 1032 y el Premium $ 1312. El objetivo es achicar la brecha de precios entre CABA con el conurbano bonaerense y el interior del país.
La última actualización de precios se había aplicado el 1° de julio con un alza del 4%. Con la suba de este jueves, los combustibles aumentaron 79,38% en lo que va del año en CABA.
Según datos aportados por CECHA, el consumo interanual cayó 9,3%, y dentro de ese mix de combustibles se registró una caída del 22% en la nafta Premium, una baja del 3,16% en la súper, 8,63% en el caso del diesel y una baja de casi 11,6% en el gasoil. Representa la caída más importante en el último semestre de la actividad.
"Seguramente con estos aumentos se va restringir aún más el bolsillo del consumidor que usa el auto diariamente al trabajo y es probable que impacte negativamente en las ventas", explican.
La caída de ventas se viene dando de forma sostenida desde el mes de noviembre del año pasado, salvo en el mes de mayo que hubo una pequeña suba, pero ahora en julio volvió a marcar un importante descenso debido entre otros factores a los problemas de suministro de GNC por la falta de gas.
En cuanto al ajuste de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, desde le entidad que agrupa a las estaciones de servicio, explican que hoy el Gobierno Nacional no está ajustando esos gravámenes como debería para no generar un alza en la inflación, pero en términos reales hoy se está ajustando en acuerdos trimestrales unos 11 pesos cuando deberíamos estar por encima de los 200 pesos. "La diferencia de la recaudación que recibe el Estado Nacional es enorme", afirman.