El triunfo de Donald Trump y, sobre todo, las políticas que aplicará se sentirán en Argentina, y en varias variables, según el informe de Miguel Kiguel (Econviews), difundio ayer.
“En un contexto de mayor incertidumbre y subas de tasas en EE.UU. se debilitan los flujos de capitales a los países emergentes y eso puede ser un problema para la estrategia argentina de financiar el déficit fiscal con ahorro externo, que hasta ahora ha sido exitosa pero que puede verse dificultada si hay menos apetito por deuda de países emergentes”, dice. Además, si aumenta el costo de financiamiento puede complicar la ejecución de algunos proyectos.
Un dolor de cabeza adicional pueden ser las exportaciones, “que también pueden sufrir”. Una escalada de proteccionismo, dice, “no es un plato que le caiga bien a las exportaciones argentinas: serán tiempos difíciles para ampliar negocios y ganar nuevos mercados”. Además, habrá que monitorear el comportamiento de los precios de las commodities, “que ya algo han caída pero su precio puede verse afectado si en el nuevo escenario se fortalece el dólar y baja su demanda en el mundo”.
“Empezamos a ver muchas luces amarillas, algo parecido de lo que ocurrió con la votación de Brexit. En ese caso la incertidumbre inicial cedió rápidamente y la sangre no llegó al río. Seguramente con Trump no será tan fácil, pero habrá que ver cómo evoluciona la situación”, concluye Kiguel.