Luego de un largo suspenso, el Gobierno envió ayer al Congreso su proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias. Los cambios, que se implementarán escalonadamente hasta 2019, son menores a los que se esperaban: no habrá alícuota de 40% para los salarios más altos y el mínimo no imponible se incrementará sólo 15%.
La iniciativa oficial propone que el mínimo no imponible, que hoy es de $18.880 netos para los solteros y $25.000 para los casados con dos hijos, pase a ser de $21.712 para solteros y de $29.325 para casados con dos hijos.
El texto firmado por el Ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dispone además un cambio en las escalas, que no se actualizan desde 1999. Actualmente van del 9% al 35% y, con la reforma, la escala comenzaría en 5%, aunque tendría el mismo tope que antes y no el 40% que había anticipado el Gobierno.
Por otro lado, el proyecto propone que la alícuota mínima se reduzca al 2% para aquellos sujetos que, encontrándose en dicho rango de la escala, revistan el carácter de nuevos contribuyentes del gravamen, y sólo por su primer período fiscal.
En la normativa vigente, la escala más baja aplica a quienes tienen una ganancia neta imponible anual de hasta $10.000, pero la reforma actualizaría ese monto hasta los $61.000. La propuesta es que la segunda categoría ?que aplica actualmente a quienes poseen un ingreso neto imponible de entre $10.000 y $20.000? comprenda valores entre $61.000 y $91.000. Esa categoría, que hoy paga un 14% sobre la ganancia y una suma fija de $900 pasaría a implicar a un desembolso de $3.050 fijos y un 10% sobre la ganancia.
Dentro del nivel más alto de la escala quedarían comprendidos quienes tienen una ganancia neta acumulada de más de $426.000, que deberían tributar por año $92.850 fijos y un 35% de la masa imponible.
En el concepto de cargas de familia aparece otro cambio sustancial: se reduce de 24 a 18 años la edad de los hijos que pueden deducirse del impuesto. Asimismo, se elimina la deducción de ascendientes (madre, padre y abuelos) dado que se considera reemplazada por la “ampliación de la cobertura previsional”.
El texto aclara que con las reformas propuestas se busca “mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores sin afectar de manera inmediata y significativa los recursos y el equilibrio fiscal nacional y de las provincias”.
Según el análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) la reducción de la alícuota podría ser muy significativa para la mayor parte de los tramos de ingresos y el proyecto “restituye la progresividad”. De todos modos, advierte que la gradualidad propuesta en la readecuación del impuesto, que ya empezó con el ajuste de deducciones del año 2016, implica que las reducciones de tasa efectiva no sean importantes si se los analiza en forma aislada y no en su conjunto. “Esta situación puede provocar en los contribuyentes la sensación de que los cambios no han sido significativos”, señalaron.