El Economista - 70 años
Versión digital

dom 01 Oct

BUE 15°C

Las 3 preguntas: Dólar

Opinan Castiñeira, Méndez y Del Villar.

03 abril de 2012

Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica.

Andrés Méndez, director AMF-Economía.

Hernán del Villar, director de Alpha.

1. ¿Cómo va a evolucionar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo?

Ramiro Castiñeira (R. C.): Posiblemente se incremente durante el año, aunque no creo que llegue a niveles extremos. La discrepancia del 10% entre el oficial y el paralelo, con la que arrancó el año, va a ser el piso, más aún si la economía se continúa desacelerando. También el tipo de cambio oficial va a aumentar. Hoy ya está en $ 4,40, un número que hace un par de meses se proyectaba para fines de 2012.

Andrés Méndez (A. M.): La brecha se va a ir ampliando. Estimo que esto no va a ocurrir en el segundo semestre, cuando habrá una oferta grande de dólares, pero sí a partir del tercer trimestre. Las restricciones a la demanda de dólares obviamente van a repercutir en una mayor demanda en el paralelo. Todavía la diferencia entre ambos mercados no es muy grande, pero el modelo apunta hacia una brecha creciente.

Hernán del Villar (H. d. V.): La brecha va a ser el reflejo de las incertidumbres que vayan apareciendo en término de expectativas económicas. Además, dependerá del grado de flexibilización que adopte el Gobierno en relación a las posibilidades de compra de divisas por parte del sector privado, fundamentalmente el minorista. A mayor rigidez, mayor brecha. Una política de un aumento insuficiente del tipo de cambio oficial frente a la inflación, de tasas de interés en pesos extremadamente bajas, de recrudecimiento de las limitaciones en término de importaciones o compra de divisas del sector privado o expectativas de un mayor incremento en la tasa de inflación deberían determinar un incremento gradual en la brecha cambiaria.

2. ¿Qué impacto tiene esto en el funcionamiento de la economía?

R. C.: El desdoblamiento del tipo de cambio se hizo para que el BCRA no financie más la salida de capitales y se continúen evaporando sus reservas. Las reservas ya estaban financiando el déficit en cuenta corriente, el pago de la deuda y también la salida de capitales. Eran demasiadas exigencias. Antes la economía generaba dólares y el BCRA podía cumplir esos objetivos. Eso ya no pasa más. El nivel de consumo actual de la economía agota el ahorro externo y por eso se desdobló el tipo de cambio. Para exportar e importar o remitir utilidades, en caso de que el Gobierno lo permita, se usa el tipo de cambio oficial, mientras que para todo lo que sea movimiento de capitales se usa el paralelo. Mientras las magnitudes sean chicas, la incidencia en la macro no se notará. Sí puede haber un impacto mayor si los importadores, por temor, comienzan a utilizar el tipo de cambio paralelo.

A. M.: Por ahora, no impacta demasiado. Sin embargo, las últimas estadísticas, del cuarto trimestre de 2011, muestran cómo se retrajo la oferta de divisas de quienes tenían pensado desprenderse de sus divisas. Ahora ya no piensan liquidarlas, excepto aquellos que tengan obligación de hacerlo. Si salís de divisas, después te cuesta volver a entrar. El Gobierno están diciendo claramente que estás escaseando los dólares. Habrá que ver qué ocurre en agosto, cuando hayan entrado gran parte de los agrodólares, y se deba pagar el Boden 12.

H. d. V.: En los niveles que ha tenido hasta ahora el impacto ha sido bajo. Hay una disminución en la oferta de divisas en el mercado oficial ?financiamiento e inversión? que ha sido más que compensada por la disminución de la demanda en función de las regulaciones establecidas. En el corto plazo, las restricciones a la compra de dólares han generado un mayor aumento en los depósitos en pesos. Una brecha por encima del 10% debería generar una inquietud mayor en los ahorristas levantando su demanda de divisas en el mercado marginal y tendría su impacto en la tasa de inflación.

3. ¿Cómo proyecta la oferta y demanda de dólares en los próximos meses?

R.C.: El segundo trimestre es siempre el que más oferta de dólares tiene. Pero esa avalancha de dólares va a estar siendo utilizada por la economía para importar energía. Cuando se acaben los dólares de la soja, y aún con una devaluación del tipo de cambio oficial, se puede proyectar que la brecha se va a aumentar. Hacia finales de año, la demanda de dólares puede seguir latente y ahí entrarán en juego las expectativas de cómo arrancará la economía en 2013. La demanda de dólares no será la misma si la economía sigue creciendo o si está en recesión.

A. M.: En el trimestre entrante, la oferta va a estar muy lubricada por la cosecha. Según mis cuentas, habrá alrededor de U$S 4.000 M adicionales, que es bastante. La demanda de dólares en el mercado legal estará graduada por las presiones y medidas que vaya tomando el Gobierno. En el segundo trimestre el Gobierno quizás relaje un poco las medidas transitoriamente, pero a partir de la segunda mitad del año la situación puede cambiar. Lo que queda claro es que la inflación y los costos internos seguirán subiendo a un ritmo alto y la suba del tipo de cambio seguirá siendo muy atenuada, lo que sólo potenciará las distorsiones. En ese contexto, puede esperarse mayores presiones por parte del Gobierno para restringir las cantidades demandadas y mayores movimientos en los mercados paralelos.

H. d. V.: El mercado oficial tendrá un excedente de oferta que podría estar en los U$S 10.000 millones durante este año, suponiendo un nivel de atesoramiento de U$S 700 millones por mes, que es superior a lo que ha sucedido en los primeros tres meses del año. El BCRA ha estado comprando divisas en los últimos meses a un promedio de U$S 1.000 millones mensuales. Las autoridades podrían flexibilizar las regulaciones cambiarias evitando una tendencia ascendente de la brecha cambiaria.

(De la edición impresa)



Lee también

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés