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La salida de la recesión es de la mano del consumo

22 noviembre de 2016

El editorial de Miguel Kiguel en el último informe semanal de Econviews, difundido ayer, realiza un diagnóstico acerca de los motivos del deprimido nivel de la actividad actual y se pregunta cómo se puede hacer para salir en el futuro. “El envión hoy debería venir de un estímulo temporario a la demanda, con medidas como los bonos de fin de año, rebajas temporarias en impuestos al consumo que ayuden a adelantar decisiones, o algún incentivo a la inversión (como depreciación acelerada) que los impulse a tomar las decisiones ya”, sostiene.

El diagnóstico

El editorial indaga: “Para esta época del año se esperaba una economía llena de brotes verdes y generando empleo. El famoso segundo semestre de crecimiento no ha llegado y los pocos brotes del consumo que aparecieron allá por agosto parece que se han secado. ¿Qué anda pasando y qué puede pasar?” La principal explicación para Kiguel, tal como indica el consenso, acerca de la fuerte caída en la economía que se registró en el primer semestre, es el reacomodamiento de precios relativos, que generó una disparada inflacionaria que llegó al 6,5% mensual, la consiguiente baja en el poder adquisitivo del salario, la propia incertidumbre generada por el reacomodamiento, el stop en la obra pública y las altas tasas de interés. Lo curioso del caso, sostiene el informe, es que algunos de estos problemas ya volvieron al punto inicial, como la inflación que está al 1,8% según la core o como la tasa de interés que está al 25,75% y aun así la economía no repunta. En lo que sí hay una diferencia importante es en que, aunque el salario real comienza a repuntar, aún tiene una caída importante respecto a los niveles previos. La salida de la recesión es de la mano del consumo

La demanda

“Por el lado de la oferta, no parecería haber problemas: la industria tiene capacidad ociosa y también es cierto que los negocios se quejan de que la gente no entra a comprar. Si bien la inversión ayuda a aumentar la capacidad productiva de largo plazo y el proceso de construir fábricas e infraestructura genera trabajo, en la actualidad sólo ronda el 17% del PIB por lo cual no alcanza para que la economía arranque ya”, afirma Kiguel. Así es que el camino para el crecimiento de corto plazo sería el del consumo. Y afirma: “Para eso el análisis macroeconómico indica que lo que hace falta es estímulo monetario o fiscal”. Y como el estímulo monetario se tropieza con la política antiinflacionaria del BCRA y sus metas de inflación, el estímulo fiscal sería la respuesta. “Este año el gasto público ha subido mucho menos que el PIB nominal, lo que indica que la misma también ha tenido un sesgo contractivo (para muestra sirve la caída en la obra pública)”, explica.

Empujón para arrancar

Así, el editorial de Econviews apela a una metáfora que equipara a la situación actual de la economía en recesión con la de un auto al que luego de haberle arreglado el motor y los frenos y alineado la dirección, decide no arrancar: hay que darle un empujón para que arranque. Afirma entonces que con reservas, acceso al crédito y a las importaciones y con capacidad instalada “lo que hace falta es poner a la economía en movimiento y una vez que empiece a andar seguramente va a haber un ciclo virtuoso de mayor demanda, mayor producción, mayor empleo y mayor inversión. Y a diferencia del pasado, no hay razones que fuercen un frenazo por falta de dólares o de financiamiento externo”.

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