El informe del Monitor de Comercio e Integración 2016 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que tras dos años de caídas en las exportaciones para América Latina y Caribe, en el 2015 cayeron 14,8% y 8,5% en los primeros siete meses de 2016. El informe detalla que las exportaciones de servicios, que en ejercicios anteriores habían logrado compensar en parte la caída de las exportaciones de mercancías, se vieron contraídas por primera vez desde la crisis financiera de 2008- 2009. Cayeron 2,4% en 2015.
Por debajo del resto Además, los datos del BID afirman que la caída de las exportaciones de América Latina y Caribe es incluso mayor a la registrada por la totalidad del comercio global y sostiene que este desempeño es resultado de la fuerte caída de los precios, principalmente de los productos básicos y del petróleo, y de la más severa recesión regional de las últimas décadas.
“La intensidad y la duración de la recaída señalan que el comercio global está entrando en una nueva normalidad de bajo crecimiento, lo cual requiere a su vez un cambio de marcha en las políticas de apoyo a la inserción internacional por parte de los países de la región”, señaló Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del informe.
Caídas generalizadas
Prácticamente todos los países y subregiones, según explica el informe, mostraron caídas en su performance exportadora, aunque con variaciones en la intensidad de esas retracciones. Y al respecto, afirma: “Los países sudamericanos y del Caribe fueron los más afectados, registrando una contracción de 22,8% en ambos casos. La tasa para el conjunto de Mesoamérica fue de -4,2%, resultado de una reducción de 5% en Centroamérica y de 4,1% en México”.
Tal como lo muestra el informe, todo indica que la principal explicación para la caída generalizada que se registró en el desempeño exportador se podría encontrar en los desfavorables términos de intercambio, es decir, en los precios de los productos que la región se dedica a comerciar con otros lugares del mundo.
De hecho, el informe indaga en los detalles acerca de “cómo el deterioro en los términos de intercambio y las fluctuaciones del ya débil crecimiento de las cantidades exportadas han reducido el valor de las exportaciones regionales y generado déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos en la mayoría de los países” y analiza “las perspectivas comerciales de la región en el corto y el largo plazos, considerando el impacto de las realineaciones cambiarias y las transformaciones estructurales del comercio ocurridas en las últimas dos décadas”. Análisis de largo y corto Y de esas indagaciones y análisis surge una respuesta que pega en lo más hondo de las críticas que se les pueden realizar a los gobiernos de la región, es decir, la cuestión de la estructura productiva y las dificultades para generar un cambio en los perfiles de especialización. Esta dificultad para alcanzar un desarrollo productivo que permita aspirar a obtener ventas de mayor valor agregado y en la frontera tecnológica, redunda en serios problemas de generación de divisas por la vía exportadora, tal como lo revelan los nuevos datos. Así es como el informe sostiene:
“El análisis de largo plazo revela que el desempeño comercial de América Latina se ha visto afectado por la creciente especialización en productos básicos y derivados”. En el corto plazo, “el escenario cambiario actual no favorece el crecimiento de las exportaciones intrarregionales, más intensivas en manufacturas y, por lo tanto, el camino hacia la diversificación de las exportaciones”.