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El gradualismo, un límite para el círculo íntimo del Gobierno

23 diciembre de 2016

por Leandro Gabin

Sacudió al mundo empresario y económico la abrupta salida de la ahora ex titular de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini. Nadie en el Gobierno puede achacarle a Isela su voluntad y las buenas intenciones para cambiarle la cara a una compañía con mucho desprestigio por la gestión de Mariano Recalde. Pero, según la nueva lógica que estaría emergiendo en Cambiemos, donde prevalece el resultado ante todo, la ex GM se quedó corta.

De hecho, lo que más se le critica a Costantini es la falta de resultados concretos en su gestión. “Es cierto que bajó el déficit operativo de Aerolíneas pero no fue por haber hecho una reestructuración profunda de la compañía. Ella eligió el gradualismo para encarar las reformas que tenía que hacer, pero eso no alcanzó. La nueva etapa será otra cosa”, especulaba un operador político ligado a Guillermo Dietrich, el ministro de Transporte y hombre señalado como el artífice de la salida de Isela.

“Es una mala noticia. Nadie lo esperaba. Creo que fue un error dejarla ir o desplazarla, cualquiera sea el caso. Aerolíneas es una empresa muy complicada de manejar. Va a ser difícil si quieren mover las fichas demasiado rápido. El sindicato de APLA ya sabe que van por ellos”, pensaba en voz alta un empresario bastante preocupado por lo que vendrá. Lo cierto es que la palabra clave que se escucha en el Gobierno para lo que será la gestión del ex Techint, Mario Dell'Acqua al frente de Aerolíneas es “reestructuración”.

Básicamente vendría a hacer lo que no se animó a llevar a cabo Isela. Algunos lo llaman “ajuste” en lugar de “reestructuración”, pero esto último suena mejor políticamente hablando. Esto claro traerá más conflicto con los gremios, acostumbrados en el último año a negociar con una interlocutora de “mano blanda” como Costantini, según dicen en algunas líneas del Gobierno. También le pegan a la saliente funcionaria por la inacción en frenar al gremio de pilotos, que “hizo lo que quiso y cuando quiso en la compañía”. ¿Será Dell'Acqua capaz de enfrentarse a APLA y aplicar la reestructuración que le pide Dietrich para bajar el rojo de la compañía? Sencillo no será.

La primera

Queda claro que Isela Costantini es la primera víctima de la falta de resultados en el esquema oficial de gradualismo. Que Dietrich, un hombre del riñon de Mauricio Macri, haya jugado las cartas para que la ejecutiva tuviera que irse muestra que la salida de la funcionaria tuvo el visto bueno del mismísimo Presidente. Curioso porque hacía pocos días Macri la había felicitado por su gestión. Parece que algo más, aún no revelado, sucedió entre esos días y el miércoles cuando se conoció la abrupta salida de Costantini.

¿Ahora Alfonso?

La primera baja en el grupo de CEO que maneja el país es también un llamado de atención para el resto de los funcionarios. Estuvo muy fuerte el rumor en el mercado acerca de la salida de Alfonso Prat-Gay. Si bien el funcionario dejó en claro a sus íntimos que no piensa dejar el cargo, es también cierto que de algún lugar de Cambiemos salió esa “operación”. En el caso del titular de Hacienda, desde algunos sectores del Gobierno, le imputan la falta de resultados en un tema clave como es la tan mentada recuperación de la economía y, en menor medida, el tema de Ganancias.

Termina el segundo semestre y los brotes verdes son muy pocos para pensar que la economía está encaminada a un proceso de indudable levantada. De hecho, la recesión de este año, que será más profunda de lo que se estimaba al principio (2,5% de caída versus una presunción de 1% abajo), hace que todas las consultoras recalculen el PIB del 2017. Antes, el 3,5% que presentó Prat-Gay en el Presupuesto parecía “bajo” y ahora luce no tan alcanzable. El “consenso” del mercado estima que se crecerá 3% y con riesgos a nuevos ajustes a la baja si se complica aún más el escenario externo.

Es cierto que Prat-Gay puede mostrar logros en su función. Resolver el juicio con los holdouts y volver a los mercados de capitales internacionales es claramente una victoria del funcionario. Más discutido es el tema de la inflación, en donde el aporte de Hacienda no fue demasiado feliz con el déficit fiscal elevado (si bien lo bajaron este año 1,5 puntos). En el tema de la inflación quien se anota todos los porotos es Federico Strurzenegger, el titular del BCRA.

En el cóctel de fin de año con los periodistas, que se realizó este jueves en el Museo del BCRA, Sturzenegger volvió a mostrarse confiado en que la meta del “12% al 17%” de inflación para el año que viene es altamente cumplible. “En el segundo semestre cumplimos con nuestro compromiso de tener una inflación promedio mensual del 1,5% que anualizada ya da menos del 20%”, enfatizó Sturzenegger. Tan confiado está el presidente de la entidad que avisó a los que siguen los movimientos de las tasas que “de ahora en más el Central va a moverse pensando en lograr la meta del año próximo”. “Que tengan un buen 2017, y que la inflación sea también menos de 17%”, se despidió ante periodistas el titular del BCRA, buscando sacar alguna sonrisa entre los presentes.

Prat-Gay y Struzenegger comparten cartel en la salida ordenada del cepo cambiario y la liberalización total del dólar, algo que le sumó puntos a ambos con Macri que pedía acelerar esa resolución. Fue rotundo el éxito de esa gestión a tal punto que hoy por hoy sobran los dólares y el peso se aprecia. Es el fin de año con menos tensión con el dólar en mucho tiempo.

El futuro (cercano)

El ministro de Hacienda ahora apunta sus cañones al blanqueo que, estiman los estudios de abogados, llegará a US$ 60.000 millones o más a finales de marzo cuando cierre oficialmente. Ya habrá festejos con los números que se presentaran a principios de enero cuando termine el plazo para sincerar pagando el 10% (excepto que sean inmuebles que seguirán pagando 5% de multa). Los abogados y contadores cuentan que están trabajando casi 24 horas haciendo blanqueos y que “es una locura” la cantidad de gente que se está acercando. El Banco Nación tuvo problemas para procesar los pagos de la multa por el aluvión de ingresos que hubo. Por eso el BCRA tuvo que comprar en forma directa más de US$700 millones al Nación el martes, debido a que se “destapó” ese cuello de botella que había. Como el Nación no puede vender esos US$700 millones en el MULC porque derrumbaría al dólar (el mercado está moviendo menos de la mitad que eso por día), Sturzenegger en forma excepcional tuvo que comprarle esos dólares.

Así las cosas, a pesar de algunos errores en la reglamentación de la norma del blanqueo, algo vox populi entre los abogados, y algunas omisiones también algo sorprendentes, el sinceramiento fiscal será considerado un éxito para el Gobierno y eso potenciará el protagonismo de Prat-Gay. “Alfonso está muy tranquilo. Los rumores vienen de algún sector que quiere meter ruido. No sé se cuáles son. Pero la relación con Macri es buena como siempre. Tenemos como Gobierno muchos logros este año y otros tantos desafíos todavía por delante”, decía eufórico un hombre de la línea de Prat-Gay.

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