(Columna de opinión de Gabriel Molteni y Gonzalo de León, economista jefe y analista económico de la Cámara Argentina de Comercio -CAC-, respectivamente)
El desempeño del comercio exterior argentino durante el mes de agosto confirma la tendencia observada desde principios de año: una caída en el comercio total, con una retracción de las importaciones mayor a la baja de las exportaciones. En este contexto, el superávit en la balanza comercial ya ha superado los US$ 10.000 millones ?el saldo para todo 2011 había sido de US$ 10.014 millones?, y se estima que el año cerrará con un excedente superior a los US$ 12.000 millones. La gran pregunta es qué sucederá el año que viene y si existe la posibilidad de que el Gobierno flexibilice las compras al exterior, en un contexto de relajamiento de la restricción externa.
En agosto último las exportaciones de la Argentina sumaron US$ 7.952 millones, lo que representó una baja de 5,5% en relación a igual mes del año pasado. Por otra parte, las importaciones en el octavo mes del año fueron de US$ 6.324 millones, lo que implicó una contracción de 17% en relación a igual período de 2011. De lo anterior se desprende que el saldo comercial de agosto fue un superávit para nuestro país de US$ 1.628, más del doble del registrado en igual mes de 2011, cuando había sido de US$ 800 millones. De este modo, el acumulado de ventas externas del país durante los primeros ocho meses del año fue de US$ 55.034 millones, 1,4% inferior a la de igual período de 2011; mientras que las compras del exterior sumaron US$ 45.003 millones, lo que implicó una caída interanual de 7,3%. Es decir, en lo que va del año ha sido necesario ajustar las importaciones en aproximadamente US$ 3.600 millones de dólares para obtener el saldo antes mencionado.
Analizando el acumulado de los primeros ocho meses del año por rubros de exportación, se observa que las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) sumaron US$ 17.890 millones de, lo que implicó una retracción interanual de 3,1% (explicada por menores volúmenes vendidos, dado que los precios tuvieron un ligero incremento). Por otra parte, las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) totalizaron US$ 18.619 millones, lo que representó una baja de 1,7% (explicada por menores cantidades vendidas). Las ventas de Productos Primarios fueron de US$ 14.221 millones, lo que implicó una muy ligera caída interanual de 0,2% (consecuencia de menores precios, dado que las cantidades se incrementaron 7%). Por último, las exportaciones de Combustibles y Energía fueron por US$ 4.304 millones, lo que significó una suba de 3,8% (resultado de mayores volúmenes vendidos).
Haciendo un análisis análogo para el caso de las importaciones, se detecta que la mayor caída correspondió a la categoría Bienes de Capital, que en los primeros ocho meses sumó importaciones por US$ 7.396 millones, frente a US$ 9.051 millones en igual período del año pasado ?lo que representó una baja de 18,3%?. Considerando que los precios experimentaron un incremento de 6%, se encuentra que los volúmenes importados experimentaron una retracción aún mayor, cercana al 23%.
Esto tuvo su correlato en la inversión: las mediciones privadas y oficiales coinciden en señalar que en los últimos meses se produjo una fuerte retracción de la inversión. Sirva de referencia que de acuerdo a las cuentas nacionales estimadas por el Indec, la Inversión Bruta Interna Fija en el segundo trimestre se contrajo 15% en relación a igual trimestre de 2011, con una fortísima retracción de la inversión en equipo durable de producción de origen importado, superior al 40%.
Por otra parte, durante los primeros ocho meses las compras externas de Bienes de Consumo sumaron US$ 4.605 millones, lo que representó una retracción interanual de 9,8%; mientras que los Bienes Intermedios sumaron US$ 13.146 millones, y se ubicaron un 7,6% por debajo del nivel de 2011. Las Piezas y Accesorios de Bienes de Capital sumaron US$ 9.082 millones, lo que representó una baja de 5,4%, mientras que las compras de Vehículos Automotores de Pasajeros fueron de US$ 3.538 millones, lo que implicó un alza de 0,5%. Por último, las compras de Combustibles y Lubricantes fueron de US$ 7.022 millones, lo que representó un alza de 1,8% en relación a igual período del año pasado (que se explicó por aumentos simultáneos de los precios y las cantidades).
Considerando los destinos de las exportaciones, y teniendo en cuenta el acumulado enero-agosto, los mayores avances interanuales correspondieron a Corea y Japón, con avances de 50 y 23%, respectivamente; en tanto que las mayores caídas fueron para el agregado Magreb y Egipto, y la Unión Europea, con bajas de 24 y 12%, respectivamente. Por otra parte, entre los orígenes de nuestras importaciones los mayores incrementos fueron para el bloque Resto de ALADI ?en el que se incluyen países como Colombia, Ecuador y Venezuela?, con una suba de 76%, mientras que la mayor baja fue para Magreb y Egipto, con una contracción de 23%.
¿Qué sucederá en 2013?
Debe señalarse que el superávit comercial cumple un rol clave como garante de la solvencia externa del país. Los recientemente publicados datos de balance de pagos del primer semestre señalan que el balance de mercancías fue el único componente de la cuenta corriente que registró superávit ?Servicios; Rentas de la inversión; Otras rentas, y Transferencias corrientes registraron déficits?. El superávit comercial más que compensó los saldos negativos de los restantes componentes y permitió que la cuenta corriente exhibiera un superávit de US$ 1.429 millones. A su vez, el excedente en la cuenta corriente permitió solventar el déficit de la cuenta financiera y limitar la pérdida de reservas en poder del Banco Central.
Para el año próximo estimamos un relajamiento de la restricción externa, por un ingreso mayor de dólares ?tanto como consecuencia de una mejor campaña agrícola como por un incremento de las ventas de MOI a Brasil?, y una menor demanda por parte del Estado. Dadas las estimaciones de una mayor cosecha que estaría por encima del volumen alcanzado en 2011 ?de aproximadamente 90 millones de toneladas?, y teniendo en cuenta que los niveles de precios serán similares a los de este año ?en particular debido a la sequía en los Estados Unidos?, esperamos que por exportaciones agrícolas en 2013 haya un ingreso adicional de US$ 5.000 millones como mínimo. Por otra parte, dada la alta correlación que existe entre nuestra producción industrial y la evolución de la economía en dólares brasileña, estimamos que una recuperación de Brasil será favorable para la colocación de productos industriales argentinos en el vecino país ?que en lo que va del año acumulan una baja de 5,7%?. En concreto, el FMI estima una aceleración del crecimiento del PIB brasileño ?al 4% el año que viene? y no se prevé que se repita una depreciación nominal del real frente al dólar, dos factores que favorecerán a las exportaciones argentinas hacia el vecino país.
Finalmente, el Estado argentino necesitará menos dólares durante 2013, debido a menores vencimientos de deuda en esa moneda ?bajo el supuesto de que no se deberá pagar el cupón PBI el año próximo?, y por un freno en la caída de depósitos en divisas ?aunque parcialmente compensado por un incremento de las importaciones de energía?.
Este mayor ingreso de divisas, teniendo en cuenta una menor demanda por parte del Estado, podría derivar en una flexibilización de los controles a las importaciones, lo que jugará a favor de contener las presiones inflacionarias, vía una mayor competencia; a la par que permitirá una recuperación de la inversión en equipo de producción fabricado en el extranjero. Esto, en combinación con el mayor crecimiento que se estima que experimentará la economía argentina en el próximo año, permite estimar una recuperación de las compras externas para el año próximo. En definitiva, tanto por el lado de las exportaciones como por el lado de las importaciones, se estima que en 2013 la Argentina registre una recuperación de los volúmenes comercializados.