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Los beneficios de los datos abiertos

01 julio de 2019

Por Fernando Straface (*)

 

Desde hace más de una década, Transport for London (TfL), organismo que maneja el sistema de transporte público londinense, comenzó a abrir una gran cantidad de datos, como horarios o estado de los servicios, para que cualquiera pudiera usarlos sin cargo. Deloitte estimó que esa apertura genera amplios beneficios para usuarios, desarrolladores y la propia TfL, con ahorros de hasta 130 millones de libras al año.

Entre los beneficios, la investigación destaca que la apertura de datos permitió planificar mejor los viajes, ahorrar tiempo y generó nuevas oportunidades de negocio para más de 5.000 desarrolladores. Compañías muy diversas usan los datos comercialmente, y eso aumenta el valor agregado bruto que esas empresas contribuyen a la economía. A su vez, TfL recaba datos sobre áreas en las que no recopila información (como datos de tráfico de fuentes múltiples), lo que mejora sus operaciones.

El transporte es uno entre miles de ejemplos donde la apertura de información pública genera beneficios concretos para ciudadanos, empresas y el propio sector público. McKinsey estimó el valor potencial que el uso de datos abiertos podría generar en los sectores de educación, transporte, bienes de consumo, salud y finanzas en US$3 billones anuales.

Desde el lanzamiento de BA Data, en 2012, en la Ciudad generamos un Ecosistema de Gobierno Abierto con el que apostamos a abrir datos para generar más transparencia, mejorar los servicios públicos y potenciar el valor agregado que ciudadanos y compañías pueden generar con ellos

Estamos convencidos de que un gobierno inteligente es aquel que sabe que no tiene todas las respuestas.

La apertura es un derecho de los ciudadanos y una obligación del Estado. BA Obras, por ejemplo, es el sitio de la Ciudad con toda la información de las más de 900 obras públicas realizadas entre 2016 y 2019. La plataforma, que permite ver cuándo empiezan y terminan las obras, cuánto cuestan y acceder a los pliegos, es un ejemplo de apertura orientada a brindar mayor transparencia a un sector clave. Apertura que es doble: programado en código abierto, el sitio ya fue replicado por varias ciudades argentinas y dos de la región: San Pablo (Brasil) y Veracruz (México). El desarrollo también integra la biblioteca de código de programación del BID y puede ser considerado un bien público regional, motivo de orgullo para los porteños.

A su vez, la apertura es cada vez más una condición de la economía colaborativa para que surjan nuevas compañías que generen valor público

La apertura también mejora los servicios públicos. Por su parte, el Sistema de Arribo Predictivo de Colectivos permite revisar desde una app cuándo llegará el próximo colectivo de una línea en una parada determinada. Hoy ya funciona en casi 40 líneas, y fue integrado por diferentes empresas, como Google y Waze. La apertura reduce la espera de los pasajeros y les permite planificar mejor sus viajes.

En los próximos días, lanzaremos Plano Abierto BA, un sitio que abre toda la información de las más de 300.000 parcelas de la Ciudad. Tras la modificación de los Códigos Urbanístico y de Edificación, el sitio hace previsible el desarrollo futuro de la Ciudad. Así, los usuarios podrán conocer usos permitidos, alturas máximas o consultar obras habilitadas para todas las parcelas. Ahora, cualquier persona podrá conocer la información al mismo tiempo que los desarrolladores, saber qué se construirá en su barrio y consultar online los permisos de obra.

La información abierta por un gobierno también puede potenciar la competitividad de un sector y cada vez son más las empresas que usan los datos que abre el Gobierno

La información abierta por un Gobierno también puede potenciar la competitividad de un sector. El Sistema de Inteligencia Turística, por ejemplo, con información sobre la llegada de turistas nacionales e internacionales, proyecciones de reservas aéreas o datos de movilidad en tiempo real de los turistas, encierra un gran potencial para todo el sector turístico.

Cada vez son más las empresas que usan los datos que abre el Gobierno. Acindar, por ejemplo, analiza los datos de obras en construcción y alturas permitidas para proyectar demanda futura y calcular su producción de acero. Trip Go recaba datos de calles, uso de bicicletas, y recorridos de transporte público, entre otros, para generar nuevos servicios de movilidad.

Cada base de datos encierra una oportunidad. A su vez, la apertura es cada vez más una condición de la economía colaborativa para que surjan nuevas compañías que generen valor público. Por eso, el próximo desafío que tenemos en la Ciudad es profundizar el trabajo con el sector privado, con especial foco en la economía del conocimiento, para comprender qué nueva información es necesario producir y abrir para promover nuevos emprendimientos que generen valor público.

(*) Secretario General y de Relaciones Internacionales de la Ciudad @fstraface

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