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"El FpV perdió por una acumulación de errores no forzados"

Entrevista a Andrés Malamud

26 noviembre de 2015

En diálogo con El Economista, el prestigioso politólogo Andrés Malamud analiza los motivos del resultado electoral, plantea cuáles serán los ejes de la política exterior (“ir por todo”, dice) y sugiere cómo hará Cambiemos para lograr avanzar su agenda legislativa en un Congreso adverso.

El PJ está en el poder, no hay crisis económica grave, el oficialismo presentó a su mejor candidato y la Presidenta tiene niveles de aprobación nada desdeñables. ¿Por qué perdió el FpV?

Por una acumulación de errores no forzados. Si tuviera que seleccionar los principales mencionaría tres: maltrato histórico y sistemático a Córdoba (la provincia que definió la elección), pésima gestión del escándalo electoral tucumano (incluyendo al candidato presidencial) y selección equivocada del candidato a gobernador bonaerense (el mejor era Florencio Randazzo y el peor, Aníbal Fernández).

Se solía decir que el sistema de partidos argentino era un cementerio de “terceras fuerzas”. ¿Qué hizo diferente el PRO para evitar ese desenlace y llegar a la Casa Rosada?

La paciencia. No apuntaron a la Presidencia en la primera elección sino que acumularon poder territorial y partidario a partir de una gobernación.

El PRO llegó al poder en el marco de una coalición electoral junto a la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC). ¿Iremos ahora hacia una coalición de Gobierno y cómo imagina la interacción entre los socios electorales?

Prefiero llamarlo frente electoral y no coalición, porque se constituye antes de las elecciones (para ganar) y no después (para gobernar). La estrategia inicial del Presidente electo no es de coalición. Imagino que compensará a los socios con pagos laterales (en el Congreso y las provincias gobernadas por la UCR), diferidos (en el Gabinete) y simbólicos (desarrollando políticas públicas de su agrado).

Uno de los temas que usted estudia con más rigor es la política exterior. Ya tenemos varias señales en ese frente (Macri anticipó que derogará del Memorándum de Entendimiento con Irán e invocará la cláusula democrática del Mercosur contra Venezuela), sabemos quien será la canciller (Susana Malcorra) y Macri anticipó que será, junto a Justicia y Educación, una de las áreas más importantes de su Gobierno. ¿Cuál cree que serán los trazos gruesos de la política exterior de Cambiemos?

Ir por todo. Más Mercosur, pero aproximándose a la Alianza del Pacífico. Más Estados Unidos y Europa, pero manteniendo las relaciones con China y otros potenciales inversores y compradores. El límite inicial será marcado por el idealismo (con los botines de punta contra los autoritarismos iraní y chavista), pero gradualmente prevalecerá el pragmatismo.

Estaremos en un escenario que la ciencia política denomina “Gobierno dividido”, es decir, el Presidente no contará con mayorías en el Congreso. ¿Cuáles son las claves para poder avanzar la agenda legislativa del Ejecutivo en estos contextos?

Hay sólo dos maneras: negociar establemente con un sector grande del peronismo que garantice el funcionamiento del Senado o negociar ley por ley con pequeños sectores. La primera es más difícil pero más efectiva. En cualquier caso, la gobernabilidad depende de una división temporaria del peronismo.

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