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Efecto desigualdad: la batalla de los sexos

Sería interesante ver el efecto de implementación de políticas que fomenten la contratación de mujeres en ocupaciones con predominancia masculina

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22 septiembre de 2021

Por Federico Favata (*) y Sofía Zamparo (**)

Las diferencias salariales en el mercado laboral podrían ser originadas por diversos factores: años de educación, tipo de ocupación, horas trabajadas, tipo de contrato, ubicación geográfica, edad y sexo, entre otros.

En otras palabras, hay múltiples formas de visualizar y cuantificar heterogeneidades al interior del mercado laboral, destacándose la brecha salarial (diferencias porcentuales entre diferentes individuos) y la segregación por sexo (desigualdad social en el que diferentes grupos de personas se someten a distintos ingresos).

Partiendo de lo más general, la mayor cantidad de individuos que declaran estar ocupados se encuentran entre los 25 y 50 años, pero para todas las franjas etarias, la cantidad de mujeres que declaran estar ocupadas es menor, tendencia que se mantuvo estable en los últimos años.

En ese sentido, se observa que existe predominancia de hombres ocupados. No obstante, ¿se mantienen estas tendencias en todas las ocupaciones? No. Una particularidad del mercado laboral es que hay ocupaciones con un cupo masculino alto (por ejemplo, construcción), como también hay sectores con cupo alto femenino (servicio doméstico).

De esa forma, se podría obtener el salario promedio por sector y ver en qué ranking o percentil (del 1 ?salario más bajo? al 100 ?salario más alto-) se ubica dentro de la escala salarial. En ese sentido, se observa que a medida que mayor porcentaje de feminización tiene el sector, menor es el ranking. Es decir, menor es el salario del sector.Sin embargo, el gráfico no está controlando por las características del individuo y del sector, ya que hay sectores que requieren distintos requisitos laborales, como mayor edad, mayor nivel educativo, etcétera.

Si se realiza el procedimiento correspondiente para observar estas discrepancias, se podría confirmar la hipótesis de la existencia de un efecto causal negativo de la proporción de las mujeres por ocupación sobre el ingreso horario promedio percibido. Es decir, ante un aumento del 10% del ratio de mujeres en la ocupación, el salario cae 0,50%.

Los resultados sirven no sólo para brindar evidencia empírica, sino también para enfatizar en el desarrollo de políticas de género, focalizando no sólo en el sexo, sino también en el tipo de ocupación y otras variables. Sería interesante ver el efecto de implementación de políticas que fomenten la contratación de mujeres en ocupaciones con predominancia masculina (sobre todo en el sector privado, donde los datos indican que la presencia femenina es menor), ya sea con subsidios y/o incentivos monetarios.

(*) Licenciado en Economía (UNSAM), Magister en Econometría (UTDT) y Becario Doctoral del Centro de Investigaciones Macroeconómicas para el Desarrollo (CIMaD)

(**) Licenciada en Economía (UTDT) y Magister en Econometría (UTDT)

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